Abstracts - Nutrición

Un mejor ajuste de los requerimientos nutricionales al inicio de la lactación mejora la producción de leche de la cerda.

La alimentación restringida mejora el porcentaje de magro sin afectar al bienestar en cerdos de engorde.

La utilización de aromas en el pienso para lechones es segura incluso a niveles muy superiores a los utilizados comúnmente por el sector porcino.

La suplementación con hierbas frescas o fermentadas mejora la calidad de la carne cerdos de engorde.

La suplementación con ácidos grasos esenciales en las dietas de lactación afecta los rendimientos productivos al siguiente ciclo.

Suplementar la dieta con betaína a niveles del 0,63% y 1,26% tienden a aumentar la concentración de espermatozoides en el eyaculado en un 6% y 13%, respectivamente.

En conjunto, la suplementación con SB podría reducir la tasa de retorno al estro en las primerizas, modificar la composición del calostro y mejorar la tasa de crecimiento de los lechones.

La alimentación en tres fases da lugar a canales más magras en comparación con dieta única o alimentación de múltiples fases.

La alimentación de precisión es un método eficaz para conseguir que la producción porcina sea más sostenible, sin comprometer el rendimiento del crecimiento.

La suplementación del pienso de la cerda con vitamina D3 mejora la concentración de vitamina D en suero tanto para la cerda como para los lechones pero sin afectar a los rendimientos productivos.

Estos resultados sugieren que el uso de ALC en la dieta aumenta la citotoxicidad de los linfocitos de la sangre periférica, quizás mediante un cambio en la composición de los ácidos grasos.

La harina de plumas hidrolizada enzimáticamente puede convertirse una fuente alternativa de proteína para lechones.

La relación ácidos grasos insaturados/saturados afecta la canal y la calidad de la carne.

La fuente de Zinc o la fuente de proteína no afectan la biodisponibilidad del Zn en cerdas gestantes cuando este se incluye a niveles adecuados.

La zearalenona podría promover la acción autocrina o expresión del gen de la grelina en el ovario de los lechones y acelerar aún más el desarrollo de los ovarios (folículos).

Los PUFA, el ácido oleico y el esteárico son los principales predictores de la ED y la EM para la mayoría de fuentes de grasa utilizadas en porcino.

La suplementación de un extracto de levadura en las dietas de transición puede reducir el impacto negativo sobre el consumo de los niveles bajos de aflatoxina.

Se requiere una ingesta mínima tanto de ácido α-linolenico como linoleico para la cerda moderna en lactación si se quieren lograr mejores rendimientos reproductivos.

En términos de calidad de canal se podría reducir la proteína y el nivel de AA en las dietas para cerdos en fase de acabado.

La administración de una inyección adicional de 200 mg de gleptoferrón a las 2 semanas de edad aumentó los niveles de Hb en sangre.

La utilización de pienso granulado mejora la conversión pero aumenta la tasa de eliminación y las ulceraciones de estómago. Esto no ocurre alternando harina y granulado durante el engorde.

La utilización de aceites vegetales susceptibles a la peroxidación pueden afectar los rendimientos productivos en lechones al destete.

La adición de glicerina en las dietas para cerdos pesados no afecta a la calidad de canal ni a la calidad de la carne.

El consumo de pienso se ve limitado por la temperatura en cerdas alimentadas ad libitum durante la lactación si bien las suplementadas con betaína presentan mayor consumo.