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Tsunami inevitable: ¿Matar y despiezar para perder? No, gracias

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Septiembre mostrará en toda su crudeza la precariedad del momento presente: llegarán al sacrificio cerdos a espuertas y está por ver si los mataderos estarán dispuestos a procesar aquellos cerdos cuya carne no puedan vender.

Termina agosto con la undécima bajada consecutiva de la cotización en Mercolleida. No ha sido posible conseguir repeticiones… Sobre todo por el descuelgue alemán con dos bajadas (5 céntimos en canal el día 4 y 7 céntimos en canal el miércoles día 18). Entramos en agosto con un precio de 1,291 € y salimos del mes con 1,233 €. Acumulamos una bajada en todo el mes de apenas seis céntimos en vivo, menos que Alemania que bajó algo más de 8 céntimos en vivo en el transcurso del mes. Recordemos aquí que el precio actual en Alemania equivale a 1,01 en vivo (como vemos, los germanos andan y trascurren por otros vericuetos, en otra dimensión). Las bajadas españolas han sido en “modo planeador”, obviando que somos los más caros del continente. Seguramente ahora llegarán bajadas en “modo plomada” pues no es esperable que se puedan mantener las cotizaciones en esos 22 céntimos más caras que Alemania. Lo que no puede ser no puede ser y además es imposible.

Estamos inmersos en una serie de bajadas concatenadas y consecutivas… ¡en verano! y, francamente, pensamos que lo que hemos vivido es estas 11 semanas sólo es una parte del recorrido; quedan bajadas sustanciales por hacer. Se acercan tiempos de sudar sangre por parte de los ganaderos. Enormes nubes de tormenta se ciernen en el horizonte ….

El precio actual está rozando el precio de coste… lo que en sí mismo es una buena y extraordinaria noticia (por comparación: Alemania y Holanda hace meses, meses y más meses que cobran sus cerdos bastante por debajo del precio de coste; no digamos Bélgica).

Centremos la mirada en los crecimientos de matanzas que se han producido en España en los últimos años (datos de las estadísticas de 3tres3):

Año Total sacrificios (en miles de cabezas) % Crecimiento vs año anterior
2013 41.418
2014 43.484 4,98%
2015 45.891 5,53%
2016 49.084 6,95%
2017 50.073 2,01%
2018 52.289 4,42%
2019 52.982 1,32%
2020 56.461 6,56%
2021 59.566 (*) 5,50% (*)

(*) = Datos provisionales. Proyección.

La serie es magnífica en sí misma. Esplendorosa, potente, desbordante. Hasta el día de hoy estos crecimientos no han sido ni penalizados ni castigados (lo que resulta incluso extraño). Obsérvese que refleja un aumento del 44% desde 2013 hasta el momento actual. ¡Un 44% en 8 años! Unos 18.000.000 de cabezas más al año. La ausencia de China ha puesto al descubierto con crudeza la exposición y fragilidad de todo el sector.

Creemos que este otoño será recordado por significar un verdadero cambio de ciclo: el tiempo de alegrías, bonanza y ganancias sustanciales (vacas gordas en dos palabras) se ha terminado (evidentemente, de momento y hasta nuevo aviso) y de ahora en adelante será cuestión de minimizar los daños, apelando a la eficiencia y a la excelencia que tantas veces ha demostrado el sector porcino español en su conjunto.

En Europa sobran cerdos; el brusco descenso de las importaciones chinas ha puesto al descubierto la imperiosa necesidad que la UE tiene de exportar. Ocurre que no existe un plan B para colocar las ingentes cantidades de carne de cerdo que el gigante asiático nos compraba. Tampoco existe ni siquiera una sombra de un plan C. La única solución pasará por reducir la cabaña europea en su conjunto. Damos por descontado que existirá una segunda ola de eliminación de cerdas. En todos los países.

España vendió a China 165.000 toneladas de carne de cerdo (y despojos) en enero, la misma cantidad en febrero y la misma en marzo de este año (en tres meses = 495.000 toneladas, más que el total vendido a Francia en el mejor año cuando Francia era nuestro primer destino: 460.000 toneladas). Desaparecida (o casi) China como destino, es imperativo replantearse muchas cosas. Por el momento el calor veraniego ha sido el gran aliado de la producción, retrasando los crecimientos del ganado, limitando la oferta, enmascarando y disimulando la situación real.

Septiembre mostrará en toda su crudeza la precariedad del momento presente: llegarán al sacrificio cerdos a espuertas y está por ver si los mataderos estarán dispuestos a procesar aquellos cerdos cuya carne no puedan vender. ¿Crear o aumentar stocks sabiendo que el mercado bajará? No, gracias. ¿Sacrificar cerdos y despiezarlos para perder? No, gracias. Pensamos que asistiremos, irremediablemente, a bajadas muy importantes encadenadas. Comentemos aquí que la demanda extraordinaria generada por el nuevo gran matadero de Binéfar ha quedado ya más que compensada por el crecimiento de la cabaña: en efecto entre 2019 y el presente los sacrificios semanales han aumentado en más de 120.000 cerdos, bastante más que la actividad real del matadero mencionado.

Por primera vez en la historia es posible que España deba afrontar un problema de falta de espacio (cámaras de congelación) donde guardar los ingentes stocks que sin duda se crearán. No se trata de ninguna boutade, al contrario, se nos antoja un problema potencialmente muy real. Jamás hemos vivido nada parecido al tsunami de cerdos y carne que se acerca. Como hemos apuntado antes: este otoño será recordado mucho tiempo como apocalíptico y como el principio de una gran crisis. Un verdadero hito o piedra millar en el camino de la porcicultura española y europea.

Hemos tenido la suerte de vivir unos años extraordinarios; grandes beneficios en el sector productivo (sólo así se explican los crecimientos descritos más arriba) y desarrollo expansivo de la industria de transformación (mataderos y salas principalmente). El pasado es pasado, por lo tanto queda atrás y ahora es necesario adaptarnos; las crisis suelen terminar con algunos actores desaparecidos y con otros reforzados (es decir: de las crisis, o no se sale o se sale reforzado). Adaptarse o morir podría ser una consigna.

Terminaremos con una frase pronunciada por el gran Albert Einstein: “Hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: la voluntad humana”.

Guillem Burset

Comentarios del artículo

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12-sep-2021 direccio_1Los crecimientos largos y sostenidos, por ello se entiende como correcto crecimientos del 1.5% al 2.5%, crecimientos del 4% al 6% a largo plazo solo nos daran que problemas y creo que tenemos un problemon porque nadie quiere pagar por trabajar, existe una cabaña porcina que no tiene comprador, costes energeticos como nunca aumento de las materias primas.
Debe existir una regulación de la producción no podemos producir lo que no esta vendido mas aun cuando este producto tiene una caducidad.
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