Abstracts - Nutrición

La supresión del corrector vitamínico-mineral no modificó los rendimientos productivos, redujo la concentración fecal de algunos micronutrientes pero también alteró su contenido en la carne.

El estudio indica que puede incorporarse hasta un 21% de harina de girasol en la dieta sin perjudicar los rendimientos productivos ni la calidad de la canal.

Los resultados sugieren que el aporte de grasa a la dieta de la madre durante el último mes de gestación puede beneficiar a los lechones durante la lactancia.

El procesado del sorgo mantuvo los rendimientos productivos, mejoró la digestibilidad y consecuentemente redujo el consumo.

El aceite de pescado procedente de la industria alimentaria sustituyó un 2% de aceite vegetal sin perjudicar los rendimientos ni la clasificación de las canales.

La dieta vegetal registró una menor digestibilidad del fósforo asociada a cambios de la concentración de osteocalcina ósea.

Los resultados sugieren que el tamaño de la camada afecta directamente al flujo de sangre a través de la glándula mamaria mientras la eficiencia de captación aumenta conforme transcurre la lactación.

Los subproductos grasos utilizados ofrecieron rendimientos productivos similares a las grasas y aceites convencionales.

Los resultados indican que cuando se utilizan dietas muy concentradas es recomendable restringir la ingestión al final del cebo para evitar la excesiva deposición de grasa.

Si tienen oportunidad los animales eligen la dieta que consumen. Primero rechazan las que contienen factores antinutritivos y luego las desequilibradas desde el punto de vista nutritivo

Los resultados sugieren que el suplemento de ácido fólico no mejoró los rendimientos productivos de las cerdas.

La reducción de 23,0 a 19,5% de proteína bruta en piensos de transición no afectó los rendimientos productivos de los animales.

Los resultados sugieren aumentar la concentración de nutrientes en épocas calurosas y húmedas para mantener el crecimiento y la retención de magro.

En este experimento el sorgo sin taninos se muestra como una alternativa competitiva al maíz.

Los lechones seleccionan una dieta equilibrada cuando se administra conjuntamente con otras desequilibradas o que contengan factores antinutritivos.

Los resultados reafirman que el tipo de grasa aportada con la dieta condiciona el tipo de grasa retenida y que dicho efecto es apreciable en sólo dos semanas.

La sustitución del maíz por maíz tratado mantuvo los crecimientos y mejoró significativamente el índice de conversión.

Las fitasa endógenas o añadidas contribuyen a liberar una fracción importante del fósforo fítico al utilizar dietas líquidas fermentadas.

La administración de una dieta líquida fermentada a las madres mejora el estado sanitario e inmunitario de los lechones.

La ingestión de pasto no logró compensar la reducción de un 20% en la oferta de pienso; se mantuvo el índice de conversión pero se redujo la ganacia media diaria.

Tamaños de partícula entre 440 y 1230 micras no afectaron el rendimiento productivo de los lechones.

La utilización de maíz tratado mejora la digestibilidad de los nutrientes y consecuentemente reduce su excreción en las heces.

Se confirma que la fibra fermentable reduce la excreción urinaria y aumenta la fecal de nitrógeno pero la magnitud del efecto depende de la materia prima utilizada.

La suplementación con aceite de atún hasta un 3% no modificó los rendimientos productivos y aumentó el contenido en ácidos grasos omega-3 pero empeoró el sabor de la carne más grasa.