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Después de Semana Santa nuestro mercado ha encadenado cinco repeticiones consecutivas. Los retrasos de los festivos se han absorbido con relativa facilidad y los flujos de matanzas siguen con completa normalidad.
El peso promedio en canal ha llegado en este mes muy cerca de los 95 kilos, lo que en sí mismo es un peso de récord para esta época del año. Este peso tan alto se explica por el interés del ganadero en aprovechar al máximo la favorable coyuntura del precio del alimento.
Hace tan solo cinco años los pesos medios en canal en abril estaban muy cerca de los 86 kilos (dato de Mercolleida); es decir que en apenas un lustro se ha aumentado un 10% el peso en canal de cada cerdo. Estamos donde estamos, aunque estos pesos exagerados originan problemas comerciales a los mataderos por el excesivo tamaño de algunas piezas.
Los consumos primaverales se están haciendo esperar: el tiempo no ha favorecido que florezcan las barbacoas (¡en España ha helado en cotas bajas en abril!). Después de unas pocas semanas aguardando el pistoletazo de salida -que de momento no llega por el mal tiempo en Centro Europa- el mercado aparece cansado y con una demanda bastante floja.
No dudamos de que el precio del cerdo en España a corto plazo estará ligado a la evolución de los precios de la carne. Por ahora se nota con mucha fuerza el retorno del mercado japonés en la compra de pancetas (el producto estrella allí); en otras piezas nobles se percibe un cierto estancamiento que esperamos momentáneo.
Probablemente mayo definirá la altura a la que puede llegar nuestra cotización. Los operadores esperan expectantes la revitalización del mercado con la llegada de las altas temperaturas. Veremos lo que da de sí todo ello. En cualquier caso, no parece fácil que el precio español consiga llegar a 1,90 euros / kilo en vivo este año, aunque… en lontananza, muy a lo lejos, se divisa un potente mercado comprador en China en el segundo semestre, como consecuencia de la cascada de sacrificios de madres en razón de los resultados desastrosos del engorde allí durante meses y meses. Está por ver si antes de finalizar el año no nos llevamos una sorpresa…
En el entorno comunitario siguen sucediendo cosas: hace poco hemos sabido del cierre de una importante planta de sacrificio (1.200 trabajadores, 45.000 cerdos semanales procesados) en Ringsted (Dinamarca) como resultado de la reducción de la cabaña allí. En general todos los países de la UE han sufrido una significativa reducción de sus efectivos porcinos en estos últimos años, aunque parece que en 2024 este declive se ha detenido ateniéndonos a las cifras de sacrificios que se publican. Las previsiones apuntan que los sacrificios totales en el seno de la UE serán alrededor de un 2% más numerosos en 2024 que el pasado año.
En lo que concierne a nuestros competidores en la escena internacional hemos de mencionar que en Estados Unidos el cerdo ha subido con mucha fuerza, pasando de un irrisorio precio de 0,93 euros / kilo en canal el 23 de enero a 1,89 a finales de este mes de abril (¡se ha doblado en apenas tres meses!). Como se puede ver, este precio nada tiene que ver con los europeos, a pesar de su recuperación. Brasil sigue anclado en un precio alrededor de 1,20 euros por kilo en canal, nada que ver con nuestro entorno en la UE. Constatamos así que el precio brasileño está a la mitad del precio español actual. Parece increíble, pero es así. Recapitulemos: Estados Unidos se encuentra unos 50 céntimos de euro más barato que España por kilo en canal y Brasil a la mitad de nuestro precio… Este es el panorama.
Es fácil concluir que en la Gran Exportación (a los Países Terceros) tenemos enormes dificultades para competir. Los precios imbatibles de los americanos nos lo ponen muy difícil tanto a nosotros como a nuestros colegas europeos.
Crucemos los dedos y esperemos que mayo se muestre fiel a la cita, que las temperaturas suban decididamente y que las barbacoas sean cosa común en Alemania. Europa necesita que el consumo de carne de cerdo se mantenga en los niveles de siempre para no sufrir por demasiados excedentes.
En Italia la PPA campa a sus anchas y amplia el territorio afectado. Se han localizado casos en las proximidades del núcleo jamonero de Parma y una parte de las exportaciones de jamones curados italianos a países terceros está en entredicho. Es muy probable que, sin poder exportar, los grandes secaderos italianos no compren los jamones que no podrán vender fuera de la UE y eso afecte negativamente al precio de los jamones dentro de la UE. Esta semana el precio del jamón en Italia ya ha empezado a flaquear.
En España hace pocas semanas se ha aceptado el concurso de acreedores de un fabricante de embutidos de tamaño medio en Barcelona. Las malas noticias no cesan.
Son ya muchos meses de buenos resultados para el primer eslabón de la cadena productiva (léase la ganadería); la insistente persistencia de las dificultades en los eslabones siguientes tendrá, inevitablemente, consecuencias no deseadas. El tiempo, en su inexorabilidad, será testigo de los acontecimientos que están por venir.
Para terminar una frase muy ilustrativa de Mario Benedetti, célebre escritor uruguayo, que encaja con los tiempos actuales de cambios e incógnitas, en los que hay que estar preparados para cualquier escenario: Cuando creíamos tener todas las respuestas, de pronto… ¡cambiaron todas las preguntas!
Guillem Burset
