El día 28 de noviembre (un fatídico viernes) se conoció la noticia de que dos jabalíes hallados muertos en la sierra de Collserola, a las espaldas de Barcelona, habían dado positivo en Peste Porcina Africana. España perdía, de este modo, su condición de territorio libre de esta enfermedad.

Las autoridades españolas (Ministerio de Agricultura) y catalanas (Conselleria de agricultura de la Generalitat) reaccionaron contundentemente y con mucha energía: se perimetró una zona en un radio de 6 km alrededor de los dos primeros focos (Zona de Exclusión) y otra zona en un radio de 20 km (Zona de Cuarentena). Se usaron todos les medios técnicos y humanos que hubo que menester. En el momento de escribir estas líneas han dado positivo 26 ejemplares de jabalíes hallados muertos, todos en la zona de exclusión.
Se han realizado analíticas semanales en todas y cada una de las granjas que se encuentran en la Zona de Cuarentena: todas con resultado negativo.
El panorama y el entorno de la porcicultura española cambió súbitamente, como una media vuelta del revés.
En un primer momento, todos los Países Terceros destino de nuestras exportaciones de carne de porcino suspendieron las importaciones españolas como medida elemental de prudencia. La interrupción de los flujos de exportación era un obstáculo insalvable para la economía del sector en su conjunto; había que intentar por todos los medios revertir en lo posible esta interrupción.
La UE permite el comercio normal de la carne de cerdo. La única limitación es que tanto los cerdos como el matadero y la sala que los procesen han de provenir y hallarse fuera de las dos Zonas comentadas.
En el pasado año, España exportó a Países Terceros un total de 1.319.074 toneladas de productos de porcino (datos de Interporc). Esta cantidad viene a ser algo menos de un 25% del total de la carne producida. Semanalmente representa algo más de 25.000 toneladas, es decir unos 1.000 contenedores semanales de 25 toneladas. En la semana del primero de diciembre al día 5 ninguno de los 1.000 contenedores habituales pudo ser expedido. Ese bloqueo era una gran amenaza.
El mercado regulador del precio español del porcino, Mercolleida, reaccionó inmediatamente (hubo incluso una sesión extraordinaria el lunes día 1 de diciembre) bajando 26 céntimos por kilo en vivo en dos semanas consecutivas. Desde 1,30 euros / kilo en vivo acordados el jueves día 27 de noviembre hasta 1,04 euros / kilo en vivo de ahora mismo. Conscientes los miembros de la mesa de las sobrevenidas dificultades de acceso a los Países Terceros se trataba de facilitar a los mataderos unos cerdos baratos para colocar mucha más carne de la habitual dentro de los confines de la Unión Europea. La maniobra ha tenido bastante éxito, ayudada por la demanda navideña.
La excelente labor de las autoridades españolas trabajando sin descanso con los responsables de diversos países ha dado buenos resultados en un plazo corto de tiempo: China (nuestro primer destino exportador) había aceptado unas pocas semanas antes del primer foco la regionalización. Es decir, China acepta seguir comprando en España a excepción de las empresas radicadas en la provincia de Barcelona. Esta semana hemos conocido la reacción definitiva de las autoridades chinas al dossier antidumping: de los países de la UE, España es quien sale mejor parado con unos aranceles, definitivos y por cinco años, del 9,80%. Es una buena noticia dentro del oscuro panorama. Debemos mencionar que la empresa Litera Meats tendrá, excepcionalmente y gracias a su plena colaboración con las autoridades chinas los aranceles más bajos de toda la UE: un 4,98%.
Otros países han aceptado la regionalización: Corea, Estados Unidos, Reino Unido...
En la semana del 8 al 12 de diciembre se han reanudado tímidamente los envíos hacia esos países terceros que aceptan la regionalización.
Dos de nuestros destinos principales, Japón y Filipinas, se niegan por ahora a aceptar carne de cerdo española. Lo mismo que otros clientes de menor importancia: México…
Debemos entender que la actual situación es muy mala pero que… podría ser muchísimo peor sin destinos abiertos fuera de la UE. Nos consta que desde el Ministerio de Agricultura Español se está haciendo todo lo posible (y más) para intentar abrir cuantos más países terceros mejor. Hemos de felicitar desde aquí al ministerio por sus positivas iniciativas.


El coste de producir un cerdo en vivo para matadero se halla alrededor de 1,37 / 1,38 euros / kilo en vivo. El precio actual es de 1,04 euros / kilo en vivo. Significa esto que la pérdida es de 0,33 euros / kilo vivo. Con un peso medio en vivo de 125 kilos al sacrificio, se pierden más de 41 euros por cabeza, lo que es una barbaridad que se dice pronto.
En España se están sacrificando unos 1.150.000 cerdos a la semana. Los ganaderos españoles están perdiendo un total de más de 47 millones de euros semanales. Y las semanas se tocan. Y no es previsible ningún aumento del precio de los cerdos hasta febrero... Habrá que atarse bien los machos para resistir esos vientos huracanados en contra. Sin ninguna duda habrá consecuencias no deseadas por nadie. Con toda seguridad habrá una reducción de la cabaña porcina española.
Estamos en período navideño. A pesar de la catástrofe, la Navidad llegará, la viviremos y se convertirá en pasado. Deberíamos poder disociar nuestra actividad profesional de la vida privada y disfrutar de la vida familiar en esos días tan especiales. Ese sería nuestro deseo.
Para concluir, Blaise Pascal (famoso matemático francés) afirmó: “La desgracia descubre al alma luces que la prosperidad no llega a percibir”.
Guillem Burset











