TwitterLinkedinWhatsAppTelegramTelegram
0
Lee este artículo en:

Calidad del gránulo en piensos de lechones

Este mes te proponemos un nuevo tema de nutrición sobre el que poder opinar.

¿Qué es un buen gránulo para un lechón de 21 días de vida y 5 kg de peso?

Tradicionalmente se considera un buen gránulo aquél que resiste el manejo sin romperse excesivamente; en lechones, en cambio, es aquél que facilita la máxima ingesta del joven animal.

El uso de pienso granulado en lechones de primera edad permite mejorar el crecimiento en un 9% y el índice de conversión de un 10% a un 15%, mientras que en la segunda edad mejoramos el índice de conversión de un 4% a un 7%.

En dietas formuladas con alto porcentaje de lácteos y bondad de materias primas para lechones recién destetados se observa, en muchas ocasiones, que el pienso granulado da peores resultados que el mismo pienso en harina. ¿Motivo? el gránulo no está bien fabricado. Así, suministrar el pienso granulado es mejor a darlo en harina pero sólo cuando se consiga un buen gránulo y eso no es tarea fácil, sobretodo en piensos de primera edad y, en especial, en destete precoz.

Primer punto a tener en cuenta: el diámetro del gránulo. Éste debe ser el más pequeño posible y si pensamos en un diámetro de 2,4 mm, cuando se aumenta el diámetro hasta 3 mm se reduce en un 6% la ingesta y si se alcanzan los 4 mm la reducción llega al 8%, mientras que reduciendo el diámetro a 2 mm se aumenta la ingesta un 6% siempre que se mantengan las mismas propiedades físicas del gránulo. Tradicionalmente siempre se ha recomendado el diámetro de 2,4 mm (Lavorel 1982, Partridge 1989, Hancock 1995); utilizar diámetros más pequeños sólo se debe plantear garantizando las mismas propiedades de durabilidad y dureza del gránulo.

Diámetro de gránulo
2,0 mm
2,4 mm
3,0 mm
4,0 mm
Ingesta
+ 6%
Recomendado
- 6%
- 8%


Segundo punto a considerar: durabilidad y dureza del gránulo. El pienso debe ser perdurable y a la vez el menos duro posible. Estos dos factores se encuentran a menudo interrelacionados: valores elevados de durabilidad dan resultados elevados de dureza. Cuando el gránulo es demasiado duro la ingesta voluntaria se ve afectada. Así, en relación con valores de durabilidad del 92% la ingesta se reduce en un 5% si la durabilidad aumenta hasta 97%. Cuando el problema es la falta de durabilidad, un 30% de finos reducen en un 3-4 % la conversión del pienso. Esta reducción de la ingesta en gránulos con mas dureza o durabilidad se puede observar en los trabajos recientes de Mavromichalis y col 2002 o Bikker y col 2001. Así, la durabilidad debe rondar el valor de 92% con una dureza de hasta 3 kg sin exceder nunca los 4 kg. Existen muchos métodos para medir la durabilidad o dureza, se pueden usar el Homen tester o el Kahl hardness tester.

Durabilidad
70%
92%
97%
Ingesta
Recomendado
- 5%
Conversión
- 3%
Recomendado



Para conseguir el gránulo ideal tenemos que tener en cuenta los factores que influyen en la calidad del mismo (Reimer, 1992):

  • 40 % Formulación (materias primas, porcentajes de inclusión)
  • 20% Molturación (tamaño de partícula)
  • 20% Acondicionador (temperatura y vapor)
  • 15% Matriz (diámetro y compresión)
  • 5% Enfriador


En primera edad se presenta la dificultad añadida que en la formulación están claramente marcadas las necesidades del animal y las materias primas a usar. Por tanto materias primas normalmente utilizadas como los lácteos, concentrados de proteína de soja, gluten de trigo, harina de pescado, proteína de patata, azúcares, etc, son de un tamaño de partícula muy pequeño y muy aglomerantes, propiedades que se deben tener en cuenta porque facilitan el endurecimiento del gránulo. En cambio, las grasas reducirán la dureza del gránulo (normalmente será necesario incluir niveles de un 5 a un 6% de grasa). No obstante, el factor que más influye es el proceso de granulación utilizado en cada fábrica de pienso: con una misma fórmula de pienso granulada con un diámetro de 2 mm en tres fabricas distintas se obtuvieron valores de dureza de 2,5, 3 y 4 kg. Esto es debido a diferencias en la calidad de materias primas, granuladoras, matrices, acondicionamientos y muy especialmente sabiduría de los técnicos de granuladora. Granular bien el pienso de primera edad se ha de considerar un arte.

Un factor añadido trascendental es la temperatura de granulación del pienso, la cual será crítica, ya que debemos granular a temperaturas inferiores a 60 ºC. Valores superiores supondrían una pérdida de ciertos aditivos, destrucción de aminoácidos y reacción de Maillard con la consecuente formación de sabores indeseables y disminución de la ingesta. Estos hechos se observan en especial cuando se utilizan expanders o extruders.

En conclusión, en lechones recién destetados interesa que los animales no pierdan peso en la primera semana y aún es más interesante que coman el máximo posible (durante la primera semana seria ideal la ingesta de 1 kg. de pienso). Un buen gránulo permite un mayor crecimiento de estos animales sólo cuando éste no es demasiado duro; en caso contrario el pienso en harina puede dar mejores resultados. El gránulo ideal tendría una dureza máxima de 2 kg, una durabilidad superior al 92% y un diámetro de 2 mm, pero tiene que ser cada fábrica de pienso la que valore el gránulo que le interesa, porque un mal gránulo es peor que una buena harina.

Para piensos de segunda edad (lechones a partir de 8 kg de peso) la mayor flexibilidad de materias primas, los menores requerimientos de lácticos y el hecho de poder utilizar diámetros mayores de hasta 4 mm permiten aumentar la temperatura de granulación y granular mejor el pienso. Asegurar los requerimientos de calidad no es una tarea tan difícil como en los piensos de primera edad.

Comentarios del artículo

Este espacio no está orientado a ser una zona de consultas a los autores de los artículos sino que pretende ser un lugar de discusión abierto a todos los usuarios de 3tres3
Publica un nuevo comentario

Para comentar debes registrarte en 3tres3 y acceder como usuario.