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El primero de ellos afecta a una empresa belga situada en Flandes occidental donde se han detectado dos muestras positivas a sulfamidas (20 y 1,2 mg/kg respectivamente). La empresa en cuestión no dispone de la autorización para fabricar alimentos medicados y fabrica sólo alimento para cerdos. La AFSCA ha fijado un período de riesgo que va del 7 de enero de 2002 al 18 de febrero de 2002 de forma que las explotaciones porcinas que hayan comprado productos durante este período quedarán bloqueadas y serán analizadas y si se encuentran muestras positivas a sulfamidas se pasará a analizar a los cerdos. Los animales serán liberados si las analíticas para presencia de sulfamidas dan negativo. La Agencia destaca, sin embargo, que hay normas legales para presencia de sulfamidas en la carne de cerdo, y que en caso de tratamiento normal, se debe respetar el período de supresión de 5 días. Las concentraciones de sulfamidas detectadas son pequeñas en comparación con las que pueden encontrarse en los piensos medicados para cerdos (350 a 700 mg/kg de pienso), pero como no se sabe durante cuánto tiempo se ha expuesto involuntariamente a los cerdos al producto, las medidas citadas son adoptadas por precaución. Esta contaminación no constituye, en principio, un peligro inmediato para la Salud Pública.
El otro caso, contaminación por dioxinas, fue detectado por las autoridades irlandesas en una premezcla destinada a bovinos de engorde. La contaminación se considera de poca importancia debido a la cantidad de premezcla utilizada normalmente en el alimento. Basándose en los análisis de otras premezclas, las autoridades irlandesas han establecido una lista de "ingredientes sospechosos" que incluyen el óxido de manganeso (de origen indio) y el sulfato de cobre (probablemente de origen ruso), ambos procedentes de una empresa belga situada en la provincia de Flandes oriental. Las autoridades irlandesas están analizando las muestras para detectar dioxinas y están pendientes de los resultados. La AFSCA ha tomado también muestras procedentes de esta empresa belga para analizarlas.
El último caso se ha detectado en una empresa situada en la provincia de Amberes donde se han detectado trazas de harinas animales en unas muestras de alimentos para pollos. Esta empresa había molido antiguas existencias de harina de hueso para facilitar su posterior destrucción y probablemente la limpieza no se realizó en profundidad contaminando los alimentos producidos posteriormente. El lote que formaba parte de la muestra analizada había sido exportado a un tercer país. Las instancias europeas ya han sido informadas.
Viernes, 22 de febrero de 2002/AFSCA/Bélgica
http://www.afsca.fgov.be/indexfr.htm
