El sistema de engorde contratado lo utilizan sobre todo productores libres con gran número de animales pues la reglamentación limita de manera estricta el censo de animales de las fábricas de piensos y mataderos. La falta de disponibilidad de terrenos agrícolas es una de las principales motivaciones junto a la falta de sitio para los cerdos de engorde. Los principales gastos de los porcicultores contratados no son la reposición o la alimentación, sino las edificaciones, el agua, la electricidad y el trabajo. Su principal ventaja es que disponen de una mayor superficie agrícola para la gestión de sus residuos que los cesionarios, aunque en 2001 un 25% de los contratados cedían o vendían purines a otra explotación.
Jueves, 23 de septiembre de 2004/MAPA, Noticias del exterior/España
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