El origen parece estar en las peladuras de patata utilizadas en el pienso. Estas peladuras procedían de una empresa de patatas fritas que selecciona las patatas idóneas para freír sumergiéndolas en arcilla (las que se hunden son aptas y las que flotan no) y la contaminación se produjo a partir de la arcilla, donde se han encontrado 910 nanogramos/kg.
No podrán venderse ni sacrificarse animales de dichas explotaciones ni comercializar su leche hasta que se determine la presencia de dioxinas tanto en la leche como en la carne.
Jueves, 4 de noviembre de 2004/Ministerio de agricultura, naturaleza y calidad alimentaria/Holanda
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