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Una pequeña proporción de lechones sufre retraso en el crecimiento intrauterino (RCI), naciendo con un peso inferior al de sus hermanos. El menor peso que siguen presentando al destete no puede ser únicamente explicado por su peso al nacimiento y tampoco han tenido un crecimiento compensatorio completo.
Recientemente los autores describieron la aparición de más RCI en una línea comercial de hembras, como una respuesta indirecta a la selección para incrementar el tamaño uterino. Las altas tasas de ovulación (>30 ovulaciones) están asociadas a un mayor número de fetos que sobreviven al día 30, resultando en efectos que van en detrimento del desarrollo uterino y comporta una limitación a la disponibilidad de nutrientes durante la fase crítica de la miogénesis. Pese a que los fetos se reducen en el día 50, el desarrollo placentario de los fetos supervivientes resulta comprometido, causando RCI y un número reducido de fibras musculares al día 90 y al nacimiento.
Los autores concluyen que la introducción de hembras hiperprolíficas en un núcleo de selección como medida para incrementar el número de lechones nacidos tiene que evaluarse críticamente en el contexto de la eficiencia general de la producción porcina.
GR Foxcroft, WT Dixon, S Novak, CT Putman, SC Town y MDA Vinsky. 2006. The biological basis for prenatal programming of postnatal performance in pigs. J. Anim. Sci. 84:E105-E112
