Se proyecta un crecimiento total en el consumo de carne de 47,9 millones de toneladas durante la próxima década. El consumo mundial de carne de ave, ovino, vacuno y porcino se prevé que crezca aproximadamente un 21 %, 16 %, 13 % y 5 % respectivamente para 2034. El consumo anual per cápita aumentaría en 0,9 kg por persona/año en peso equivalente neto al consumidor (rwe, por sus siglas en inglés) para 2034. En los países con altos ingresos, los consumidores son cada vez más sensibles al bienestar animal, el medio ambiente y la salud, lo que en algunos casos está llevando a un estancamiento en el consumo per cápita de carne.

El consumo de carne de cerdo se prevé que crezca en todas las regiones, excepto en China, la Unión Europea, Japón y Suiza, donde el consumo ya es elevado y las preocupaciones sanitarias, medioambientales y sociales influyen cada vez más en la dieta. La carne de cerdo será el tercer mayor contribuyente al crecimiento total del consumo de carne y se estima que alcanzará las 130 Mt en equivalente peso canal (cwe). Sin embargo, el consumo mundial per cápita de carne de cerdo disminuirá un 4 % en relación con el período base del informe, debido al estancamiento del consumo per cápita en las regiones de elevados ingresos, junto con un rápido aumento de población en regiones donde el cerdo no es común en la dieta. En América Latina, el consumo per cápita se prevé que aumente en mayor medida, en 1,3 kg/año rwe, debido a los precios relativos favorables entre carne de cerdo y vacuno. En otras regiones, el consumo per cápita crecerá menos o incluso podría disminuir ligeramente, como en Asia, Norteamérica y la Unión Europea.

Se espera que las mejoras en eficiencia genética y rendimiento al sacrificio mitiguen el impacto ambiental de la producción de carne. A nivel global, el aumento del peso al sacrificio representará el 8 %, 27 % y 19 % de las mejoras en la producción de carne de bovino, cerdo y ave, respectivamente. Gracias a estos avances productivos y al mayor peso de la carne de ave en la producción total, se espera que las emisiones de gases de efecto invernadero aumenten un 6 %, muy por debajo del crecimiento del 13 % en la producción de carne previsto para la próxima década.
La disminución del papel de China en las importaciones de carne cambiará los patrones del comercio global. Para 2034, la cuota de China en las importaciones mundiales de carne bajará del 20 % en el período base al 16 %. La menor dependencia de las importaciones de carne de cerdo ha reducido la producción porcina en los principales países exportadores. Una tendencia similar a la baja se observa en las importaciones de carne de ave de China. Las importaciones mundiales de carne crecerán apenas un 10 %, frente al 37 % de la década anterior, con un riesgo a la baja considerable si los países refuerzan las medidas comerciales.
Los recientes brotes de enfermedades animales han puesto de relieve la necesidad crítica de colaboración en bioseguridad en la industria cárnica. Los brotes siguen alterando significativamente el sector, lo que subraya la importancia de una bioseguridad colaborativa para garantizar la sostenibilidad del sector. La evolución constante y propagación de enfermedades animales como la gripe aviar altamente patógena (HPAI), la peste porcina africana (PPA), el resurgimiento de la fiebre aftosa (FA) y la mosca barrenadora del Nuevo Mundo (NWS) generan incertidumbre para el medio plazo.
15 de julio de 2025/ OECD.
https://www.oecd.org