En relación con el etiquetado, las opiniones son diversas. En líneas generales, los Ministros han convenido en que la información sobre el bienestar de los animales podría propiciar el que los consumidores tomaran decisiones de compra con conocimiento de causa, y ayudar a los productores agrarios a obtener la recompensa deseada a sus esfuerzos. Varios Ministros han hecho hincapié en la necesidad de evitar el incremento de los costes de producción y de la carga administrativa y de control y han subrayado además la necesidad de evaluar el modo de regular los productos importados. Muchos de los Ministros han abogado por una etiqueta que permita reconocer los niveles de bienestar animal que vayan más allá de las normas mínimas impuestas por la legislación mientras que otros han insistido en que este tipo de etiquetado no deberá dar lugar a una depreciación de los alimentos producidos con arreglo a las normas mínimas de bienestar animal. Algunos Ministros se han inclinado por una etiqueta que reconozca las normas legales mínimas de la UE. La mayor parte de los Ministros han manifestado una clara preferencia por un régimen de etiquetado voluntario antes que un sistema obligatorio.
Por otra parte, la mayoría de los Ministros han coincidido en que se requiere más investigación para disponer de indicadores científicamente válidos y fiables que permitan implantar un etiquetado y han mostrado, en general, su apoyo a la creación de una Red Europea de Centros de Referencia para la Protección y el Bienestar de los Animales que facilite la puesta en común de información y aporte un respaldo técnico al desarrollo y la aplicación de esos indicadores.
Martes, 23 de febrero de 2010/ Consejo Europeo.
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