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Las principales faltas observados fueron la ausencia de barreras de desinfección a la entrada de las explotaciones, o de instalaciones para el cambio y limpieza del personal así como falta de desinsectación y desratización, ausencia de controles sanitarios ante-mortem y post-mortem, sacrificio de los animales en lugares inapropiados y sin condiciones, comercialización de los productos sin los documentos veterinarios que los acompañan, y lo más importante es que dos tercios de las granjas no trabajaban bajo un régimen "de tipo cerrado" corriendo en consecuencia un elevado riesgo de propagación de agentes causantes de enfermedades infecciosas de los animales.
Jueves, 13 de agosto de 2009/ Rosselkhoznadzor/ Rusia.
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