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Desde el punto de vista de los productores, la IGP ofrece numerosas ventajas al introducir elementos de asociatividad y un mejor control sobre la calidad del producto asegurando también la preservación del patrimonio colectivo de una provincia al garantizar que el producto que se comercializa procede de una zona concreta y, por tanto, no se trata de una imitación de calidad. Por otro lado ayudaría a la internacionalización de la marca, del producto y de la zona en que se realiza, mejoraría la percepción del consumidor ante la carne de cerdo y facilitaría el acceso a financiaciones en materia de promoción de productos de calidad en mercados interiores y exteriores.
Miércoles, 26 de julio de 2006/Consejo regulador de la D.O. Jamón de Teruel-Nota de prensa/España.
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