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El Comisario Europeo para la Agricultura y el Desarrollo Rural, Franz Fischler, comentó ayer que este acuerdo sobre la nueva Ley Agraria no es bueno ni para los agricultores de los Estados Unidos ni, en general, para todo el mundo.
Los expertos de la Comisión creen que existe la posibilidad de que se superen los límites máximos previstos por la OMC para Estados Unidos en lo que se refiere a los gastos. El punto más controvertido no es sólo el coste de las disposiciones propuestas sino también el riesgo de ver como esta política puede provocar distorsiones en cuanto a la competencia y mercados a nivel mundial.
El aumento de las subvenciones destinadas a apoyar los precios (pagos compensatorios y nueva política anticíclica), medida que protege a los agricultores contra los precios bajos, conseguirá una superproducción. Los agricultores podrán poner en producción tierras de rendimiento marginal con la única finalidad de recibir las subvenciones. Según Fischler, "esta política dedicada al fracaso no puede sino hacer que los precios vayan a la baja", precisando que los "programas anticíclicos son especialmente perjudiciales en el sentido que constituyen subvenciones a la exportación disfrazadas y que apoyan los precios interiores para barrar el paso a las importaciones".
El Sr. Fischler destacó también el contraste entre esta nueva Ley Agraria y la política agrícola de la Unión Europea. La Unión Europea decidió reducir las ayudas susceptibles de falsear la producción y hacer hincapié en la seguridad y la calidad alimentaria así como promover el desarrollo rural y la calidad del medio ambiente en beneficio de la toda sociedad ya que es lo que la opinión pública europea quiere y es también el mejor servicio que se pueda prestar a los agricultores europeos.
Jueves, 2 de mayo de 2002/Comisión Europea
http://europa.eu.int/rapid/start/cgi/guesten.ksh
