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Con el objetivo de evitar importaciones masivas de carne, el sistema de importación japonés incluye una cláusula de salvaguarda que se aplica cuando las importaciones de carne de porcino superan el 19% de la media de las importaciones de los tres últimos años. Los aranceles de importación se activan al final del cuatrimestre en el cual se superó el nivel y se mantienen hasta el fin del año fiscal japonés (31 de marzo).
Los importadores japoneses, con la idea de evitar la cláusula de salvaguarda, que supone un amento del precio de un 23%, intentan asegurar un stock de carne para todo el año, por lo que adelantan sus compras, hecho que finalmente desencadena la aplicación de la cláusula. Al parecer esta es la situación que se ha producido en los últimos meses y es posible que el próximo 1 de agosto de active la cláusula.
Martes, 27 de julio de 2004/Farmscape
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