Esta es una patología muy difundida que se presenta en cerdos con buen desarrollo, entre las 8 y 20 semanas de edad. El comienzo es repentino. El tamaño del prolapso varía entre 10 y 80 mm y, si es pequeño, normalmente revertirá al recto espontáneamente. Sin embargo, en la mayoría de los casos, el prolapso se mantiene en el exterior y con frecuencia es canibalizado por otros cerdos del corral, lo que se evidencia por la presencia de sangre en el hocico de los animales agresores y en los costados de otros. La causa principal es un aumento de la presión abdominal que empuja al recto hacia el exterior.