El Índice tuvo un promedio de 231 puntos en enero, con un 3,4 por ciento de incremento respecto a diciembre de 2010. Se trata del nivel más alto (tanto a nivel real como nominal) desde que la FAO comenzó la medición de los precios alimentarios en 1990. Los precios de todos los grupos de productos básicos controlados registraron fuertes subidas en enero, excepto para la carne, que permanecieron invariables.
El Índice de la FAO para los precios de los cereales tuvo un promedio de 245 puntos en enero, con un 3 por ciento de aumento respecto a diciembre y el nivel más alto desde julio de 2008, pero todavía un 11 por ciento por debajo de su máximo en abril de 2008. La subida de enero refleja sobre todo el continuo incremento de los precios internacionales del trigo y el maíz, en el marco de una reducción de la oferta, mientras que los precios del arroz cayeron ligeramente, ya que este momento coincide con la recolección de las cosechas principales en los grandes países exportadores.
Por el contrario, el Índice de la FAO para los precios de la carne permaneció estable con cerca de 166 puntos. El descenso de los precios de la carne en Europa, provocados por la falta de confianza de los consumidores tras un escándalo de piensos contaminados, fue compensado por un ligero aumento de los precios de exportación en Brasil y Estados Unidos.
Jueves, 3 de febrero de 2011/ FAO.
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