Reducción de antibióticos desde una perspectiva One Health (2/2)

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Segunda parte de los dos artículos sobre reducción de antibióticos desde una perspectiva One Health.

Susana Mesonero Escudero

One Health Project Manager • BU Porcino
Ceva Salud Animal S.A.

Puedes encontrar aquí la primera parte del artículo.

Desde 2014 hasta el 2018 el consumo total de antibióticos se ha reducido en un 52,3 % (AEMPS, Jornada del día europeo de antibióticos ,18 de noviembre 2019). A esta reducción ha contribuido de manera directa el trabajo de las empresas adheridas a los Programas REDUCE, creados en el marco del PRAN de porcino, así como en otras especies. Esta iniciativa ya ha logrado una reducción del consumo de colistina en porcino del 97,18 % en el periodo 2015-2018. Además, este antibiótico ha sido clasificado en la categoría B (restrictivo) por la Agencia Europea del Medicamento debido a su importancia crítica en la medicina humana.

Pese a los 230 mg/PCU de antibióticos consumidos en el 2017, España sigue estando entre los países con mayor consumo de antibióticos en la Unión Europea, tanto en medicina humana como en veterinaria. En veterinaria con consumos por encima de otros países vecinos con niveles similares de producción porcina como Alemania (89,0 mg/ PCU), Francia (68,6 mg/PCU), Holanda (56,3 mg/PCU), Dinamarca (39,4 mg/PCU). Todos ellos por debajo de los 50-100 mg/PCU.

Esta reducción del consumo registrada en los últimos años coincide con el desarrollo del primer PRAN (2014-2018), recientemente ampliado con una segunda etapa (2019-2021).

Además, según los últimos datos publicados por el PRAN, en el ámbito de la sanidad animal, en 2019 se ha registrado una reducción del 13,6 % en las ventas de antibióticos veterinarios (27,2 mg/PCU). Con estas últimas cifras, las ventas totales de antibióticos de uso veterinario muestran una reducción del 58,8 % entre 2014 y 2019. Pasando así España de los 418,8 mg/ PCU registrados en 2014 a los 172,4 mg/PCU en 2019, más cerca de la media europea (107 mg/ PCU) en 2018.

La reducción de antibióticos es una necesidad, pero acarrea otros desafíos como el incremento de las mortalidades en la transición y cebo.

Los últimos resultados presentados por SIP Consultors mostraron que la mortalidad en fase II y III en 2019 se había cerrado con un valor próximo al 10%, si sumábamos ambas fases.

Para reducir el consumo de antimicrobianos y disminuir la mortalidad en la transición y cebo, debemos buscar alternativas al uso de antibióticos. Para la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la prevención de enfermedades infecciosas sin antibióticos implica un conjunto completo de medidas. Estas medidas pueden clasificarse en tres categorías principales: buena cría de animales; vacunación y bioseguridad efectiva.

Buena cría de animales

  • La buena cría de los animales, significa prestar atención a estos puntos:
  • Alojamiento seguro, limpio y confortable.
  • Manejo Todo Dentro / Todo Fuera, densidades adecuadas.
  • Buena iluminación y calidad del aire. 
  • Temperatura adecuada.
  • Cuarentena de animales enfermos.
  • Alimentación adecuada según requerimientos de los animales y su fase de producción.
  • Acceso continuo a agua potable y de calidad.
  • Asesoramiento veterinario regular sobre la prevención de enfermedades, programas de salud animal y pautas adecuadas de tratamiento.
  • Cumplimiento de las medidas de bienestar para reducir el estrés de los animales.

Vacunación

Las rutinas de vacunación deben adaptarse a las enfermedades que circulan en cada región y fase productiva. El veterinario debe conocer la epidemiología de la enfermedad en su área de trabajo para asesorar sobre qué pauta vacunal realizar en su granja, asegurándose de que las vacunas seleccionadas protejan contra las enfermedades más importantes, y que cubran las cepas más relevantes, eligiendo así la estrategia de vacunación más rentable. La pauta vacunal seleccionada debe actualizarse regularmente con base a la monitorización de las enfermedades en los distintos lotes y a través del chequeo del estado de salud de los animales en la granja. Si no se realiza la supervisión adecuada durante la selección y aplicación de la vacuna, es posible que la vacuna no tenga éxito en la protección de los animales, dejando a estos vulnerables a las enfermedades después de gastar una cantidad significativa de dinero y haber empleado un valioso tiempo para llevar a cabo esta tarea.

También es importante proteger a los cerdos frente a enfermedades inmunosupresoras, como el Síndrome Reproductivo y Respiratorio Porcino; y la infección por el Circovirus porcino tipo 2, ya que su prevención tiene un impacto positivo en su salud en general. Dichas vacunas disminuirán la necesidad de un mayor uso de antibióticos.

Bioseguridad efectiva

En un estudio realizado por Postman y colaboradores en 2015 se preguntó a expertos en salud animal que clasificasen las distintas alternativas frente al uso de antimicrobianos por orden de importancia en base a su efectividad, facilidad de aplicación y retorno de la inversión. La bioseguridad interna se clasificó en la primera posición alcanzando la mejor puntuación media de los tres parámetros. La bioseguridad externa se clasificó en la segunda posición en base a su efectividad. Todo esto sugiere que la bioseguridad en global es percibida como una de las medidas alternativas más prometedoras en cuanto al uso de antimicrobianos en la producción porcina. Diversos estudios han demostrado esta relación, por ejemplo, Collineau y colaboradores estudiaron en 2017 el perfil de las granjas TOP. En este estudio se observó una positiva asociación entre el nivel de bioseguridad interna, con un mayor control de las enfermedades infecciosas y un menor uso de antibióticos.

Conclusiones

En definitiva, el uso inapropiado y excesivo de antibióticos rara vez mejora la salud de los animales. Tal uso solo impulsa el desarrollo de resistencias antimicrobianas tanto en los animales, como en los humanos. Por lo tanto, es crítico usar los antibióticos de forma prudente y de una manera racional. Los cerdos que estén bien cuidados, alimentados y alojados adecuadamente experimentarán un mejor bienestar y serán menos propensos a contraer enfermedades que requieran tratamiento con antibióticos. Los antibióticos no deben reemplazar las buenas prácticas de cría de los animales, y medidas como la higiene y bioseguridad. Además, los cerdos que estén sanos, también aumentarán su productividad y, por consiguiente, la rentabilidad de la granja. Cada granja es única, y mediante las visitas periódicas realizadas por su/s veterinario/s responsable/s se podrán desarrollar planes de salud específicos y actualizados en el que se adecuará el plan vacunal preventivo a cada granja. Los estudios han demostrado que un enfoque holístico (gráfica 1) no solo mejora la salud y bienestar de los cerdos en la granja, sino que es financieramente beneficioso y también ayuda a minimizar el consumo de antibióticos.

Salmoporc

Salmoporc es una vacuna viva atenuada para la inmunización activa de lechones a partir de los 3 días de edad con el fin de reducir los signos clínicos, la excreción y la invasión de órganos internos (ganglios linfáticos mesentéricos) tras la infección por cepas de Salmonella typhimurium de tipo salvaje.

Para la inmunización activa de cerdas con el fin de reducir la excreción de cepas de Salmonella typhimurium de tipo salvaje durante la lactancia. Por tanto, se reduce la posibilidad de infección de los lechones.

 

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