
El verano está a la vuelta de la esquina y el calor ya está presente en todo el país. Los niveles de matanza siguen por encima del año pasado y del anterior, con lo que hay oferta suficiente en el mercado. Los pesos, por su parte, continúan bajando, siguiendo la tónica del mercado estival. El problema de toda Europa es el mismo: la incapacidad de la carne de ir más arriba. A todo esto, hay que añadirle una exportación a terceros países que carece de impulsos.
