El conseller de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación, Òscar Ordeig, ha presentado hoy el Plan de Bioseguridad 360º, una nueva estrategia del Govern de la Generalitat para reforzar la sanidad animal, proteger la salud pública y garantizar la competitividad y la viabilidad económica del sector porcino catalán.
El nuevo plan establece las bases de las actuaciones que se desplegarán a partir de 2026 y supone un salto cualitativo en la manera de entender la bioseguridad, que deja de concebirse como el simple cumplimiento puntual de requisitos para convertirse en un elemento estructural y permanente del funcionamiento de las granjas.

El Plan de Bioseguridad 360º parte del trabajo desarrollado desde 2015, pero responde a un contexto de mayor presión sanitaria, con la aparición de enfermedades emergentes y con una sociedad cada vez más exigente en materia de salud, bienestar animal y seguridad alimentaria.
En este sentido, el Govern apuesta por un modelo basado en la evaluación continua del riesgo, la formación, el control efectivo de las medidas y la corresponsabilidad de todos los agentes implicados, incluidas las empresas integradoras.
Doce líneas de trabajo para lograr una bioseguridad 360º
El Plan de Bioseguridad 360º se concreta en 12 líneas de trabajo orientadas a alcanzar una visión integral de la bioseguridad, basada en la evaluación del riesgo y en el análisis de factores tanto internos como externos a las granjas porcinas:
- Implantación de un sistema de análisis del riesgo y monitorización de las granjas, con una evaluación continua de los factores internos y externos que pueden afectar a la bioseguridad, como la proximidad a vías de comunicación, la presión de fauna, la gestión de las mortalidades u otras casuísticas específicas.
- Intensificación de las medidas de bioseguridad en el transporte de animales, con especial atención a la formación de los transportistas y al correcto funcionamiento de los centros de limpieza y desinfección.
- Creación de una Comisión técnica y operativa, con participación de los Servicios Territoriales, el Servicio de Sanidad Animal, las ADS y representantes del sector, con reuniones mensuales de seguimiento y coordinación.
- Constitución de una mesa de trabajo entre las administraciones competentes, para velar por las acciones necesarias para garantizar la bioseguridad, mejorar la coordinación institucional y agilizar los trámites relacionados con las granjas porcinas.
- Designación de un responsable de bioseguridad en cada Servicio Territorial, que actuará como referente técnico para consultas, asesoramiento y resolución de discrepancias.
- Revisión de la encuesta y del acta de bioseguridad, ajustando los redactados, las puntuaciones y las ponderaciones, y reforzando su papel como herramienta técnica de mejora continua.
- Garantía de que los autoconsumos cumplan las medidas de bioseguridad, con la posibilidad de limitar su continuidad en caso de incumplimiento.
- Participación activa de las empresas integradoras, reconociendo su papel clave en el mantenimiento del máximo nivel de bioseguridad en las granjas integradas.
- Elaboración de un informe de vigilancia activa sobre otros sistemas de bioseguridad aplicados en países de la Unión Europea y a nivel internacional, para incorporar buenas prácticas contrastadas.
- Despliegue de un plan de comunicación, dirigido tanto a la sociedad como al sector, para explicar la importancia de la bioseguridad y las consecuencias que puede tener su incumplimiento.
- Impulso de un programa de formación continua para el sector, con píldoras formativas breves y digitales (vídeos, infografías animadas y otros formatos), dirigidas a titulares y trabajadores de las granjas porcinas.
- Refuerzo de la colaboración público-privada con todos los eslabones de la cadena, desde el productor hasta la comercialización y el consumidor final.
23 de diciembre de 2025/ DARP/ Generalitat de Catalunya.
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