Los cuatro antibióticos autorizados que se usan en la actualidad como promotores del crecimiento en animales; monensina sódica, salinomicina sódica, avilamicina y flavofosfolipol, deberán ser eliminados progresivamente antes de enero de 2006.
La propuesta pretende también fijar los límites máximos de residuos para algunos aditivos utilizados en alimentación animal.
La propuesta pretende simplificar las reglas actuales de evaluación de la seguridad y de la autorización de la comercialización aplicables a los aditivos en alimentación animal. Todas las nuevas autorizaciones serán acordadas por un período único de 10 años. Las sociedades que comercialicen aditivos para alimentación animal autorizados mediante la legislación actual deberán, dentro de los próximos siete años, pedir una nueva evaluación y autorización de sus productos.
De conformidad con el nuevo texto, las sociedades deberán demostrar el efecto positivo sobre el animal (eficacia) y la ausencia de riesgos para la salud humana, animal y medioambiental (seguridad). La autoridad europea para la seguridad de los alimentos (AESA) será la encargada de evaluar todos los aditivos usados en alimentación animal. La AESA definirá las orientaciones y los procedimientos de evaluación.
Desde 1970, los procedimientos de autorización de los aditivos utilizados en alimentación animal eran largos y pesados tanto para las empresas como para los organismos encargados de la normativa. Su simplificación y su racionalización constituyen una de las acciones prioritarias del Libro blanco sobre seguridad alimentaria.
Lunes, 25 de marzo de 2002/Comisión Europea
http://europa.eu.int/rapid/start/cgi/guesten.ksh