La investigación se centra en una empresa con sede central en Barcelona autorizada para la importación, exportación y comercialización de materias primeras medicamentosas (principios activos) y para la fabricación y distribución de aditivos alimentarios (vitaminas, edulcorantes o conservantes), que se dedicaba de forma continuada a la elaboración de medicamentos veterinarios no autorizados y los distribuía de forma clandestina en envases etiquetados como aditivos. Algunos de los medicamentos encontrados en estos envases son la amoxicilina trihidrato, la colistina sulfato o la enrofloxacina.
Los clientes de estos productos son fábricas de piensos, comerciales de productos veterinarios y empresas dedicadas al engorde animales tanto de Catalunya como de otras Comunidades Autónomas del Estado español. Aunque todas las especies animales de granja son susceptibles de recibir estos tratamientos, los compradores de estos productos clandestinos son mayoritariamente productores de cerdos.
La alimentación de los animales con estos productos puede comportar que lleguen alimentos al mercado de origen animal con un exceso de residuos medicamentosos, en especial de antibióticos. Sólo entre dos fábricas de piensos catalanas, se han consumido en dos meses más de tres toneladas de medicamentos ilegales.
Jeves, 13 de febrero de 2003/Departament de Justicia i Interior-Nota de prensa/Generalitat de Catalunya
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