En la segunda fase del programa de compra de granjas porcinas, 210 empresas han aceptado cesar su actividad y demoler sus instalaciones a cambio de una compensación económica. Esto se suma a los 156 ganaderos que ya se acogieron a la primera fase. Cabe destacar que el 60 % de los participantes de esta segunda ronda —127 granjas— están situados en Flandes Occidental, una región con pocas zonas sensibles al nitrógeno pero con la mayor concentración de granjas porcinas.
La primera fase, que finalizó en junio de 2023, contó con menos participantes de los esperados. Aunque el programa se lanzó para ayudar a los ganaderos durante una grave crisis del sector porcino, los retrasos en la aprobación por parte de la Comisión Europea provocaron que, cuando finalmente se liberaron los fondos, el mercado ya comenzaba a recuperarse.

De los 200 millones de euros presupuestados, no se utilizó la totalidad durante la primera fase. Esto llevó al gobierno flamenco a relajar los criterios de elegibilidad en la segunda fase, permitiendo la participación de explotaciones con un menor impacto ambiental.
El plan de compra se enmarca dentro del decreto de reducción de emisiones de nitrógeno, que tiene como objetivo reducir el censo porcino en un 30 %. Según el ministro Brouns, Flandes avanza en la dirección correcta: en 2023, la población porcina ya se había reducido un 19 % respecto a 2015, incluso antes de contabilizar por completo los resultados de las últimas compras.
Según la agencia flamenca VLM, el programa ya ha permitido reducir el censo porcino en 367.000 animales. Estadísticas Flandes informa de que en 2023 el número de cerdos disminuyó por tercer año consecutivo, situándose en cinco millones, un 6,5 % menos que en 2022, y el nivel más bajo desde 1990. Los datos de sacrificios de Statbel indican que esta tendencia continúa en 2024.
10 de junio de 2025/ Vilt/ Bélgica.
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