“CONSIDERACIONES EN EL MANEJO DE LAS CRISIS EN GRANJAS PORCINAS.”

En 1989 despues de haber trabajado en una pequeña granja por casi 4 años, encontré una gran empresa en el centro del país, que impactaba por sus logros, con los mejores asesores de la época, los mejores técnicos, la mejor tecnología en alimentación, laboratorios y capacitación del personal que se puedan imaginar, con todo lo que un médico veterinario pudiera necesitar para dar los resultados requeridos, se convirtió en mi obsesión rapidamente.

Tardé casi año y medio en lograr una entrevista de trabajo, hasta que me dieron la oportunidad de ingresar, y estuve fascinado en mi primer gran trabajo, donde aprendí las bases de lo que soy ahora, y de lo que estoy muy agradecido con la empresa, mis jefes, compañeros y los asesores que nos enseñaron a hacer las cosas bien hechas.

Desafortunadamente en 1994, llegó la crisis en el país, una desaceleración económica, el dólar por el cielo, inestabilidad social y política, inflación exorbitante y un panorama desalentador cuando el dueño de la empresa nos juntó y nos dijo: piensen que harían si les dijera que ¡Mañana quebramos!!

Inmediatamente la lluvia de ideas inundó el salón, y las propuestas comenzaron a generarse.

El dueño, con voz entrecortada comentó: bien, son buenas propuestas, hagámoslas, porque

¡MAÑANA QUEBRAMOS!

Nos quedamos helados y sorprendidos porque horas más tarde despidieron al director de la división. Estábamos solos…

Esta es una de las tantas veces en las que me he sentido impotente, porque son cosas que aparentemente no están en mis manos cambiar o corregir, no podíamos hacer nada para salvar la economía del país, reducir la inflación o desaparecer la crisis.

Exactamente como cuando a los 4 años perdí uno de mis dientes y pensaba…  ¿Ahora cómo voy a comer? A esa edad no comprendía que era necesario que mi diente se cayera, para que me saliera otro permanente más grande y más fuerte, simplemente tenía miedo.

Fueron tiempos difíciles sin duda, pero nada pasa sin dejarnos algo, y a mí me dejo muy claro una idea.

¿Porque tengo que esperar a que venga el dueño a decirnos que pensemos en algo para no quebrar? 

¿Porque no podemos hacer algo antes?

Desde entonces he pensado que estar en mi Zona de Confort es un riesgo muy alto, pero pasar a la Zona del Miedo, es un lugar donde nunca queremos estar, asi que lo evitamos, pero terminamos siempre ahí.

Lo malo es que jamás pasa por nuestra mente lo que esta después de la zona del miedo, precisamente porque nos da miedo pensar, nos da pánico dejar nuestra zona de confort, ya que es la que nos da seguridad y nos provee de lo que tenemos y conocemos.

Increíblemente algunos pasamos más allá de la zona del miedo, para experimentar, a otros los empujan, pero otros más deciden hacer de esa zona, su zona de confort.

Esa zona es la zona del aprendizaje. Esa zona es el hábitat preferido de los investigadores y científicos, de los empresarios, especialmente de los visionarios, que ven las crisis como áreas de oportunidad, áreas de crecimiento, donde otros ven solo nubes y tormentas.

Afortunadamente hoy me encuentro trabajando en una empresa donde se vive este liderazgo, y se siente el empuje donde a pesar del miedo y la incertidumbre, (que por cierto nunca dejan de sentirse) es más importante pensar en positivo, acelerar la  creatividad, y ver el asunto como otro reto más, que vamos a superar, como ya hemos superado otros en la vida. Vamos a aprender y vamos a seguir adelante.

 

La humanidad ha tenido grandes retos todo el tiempo, las guerras mundiales, otras desaceleraciones económicas, otras pandemias, esclavitud, hambre, racismo, libres mercados, derechas izquierdas, política, ambición, competencias desleales, contaminación, calentamiento global, meteoritos gigantes, por solo mencionar algunos, y aquí seguimos.

Somos el producto de todo eso y al igual que mi diente cayó, para darme otro diente más fuerte, las crisis están aquí, para hacernos cambiar, para empujarnos de nuestra zona de confort, y llevarnos hacia la zona del miedo, donde tú decides si continúas adelante  y vas a la zona de aprendizaje para hacerte más fuerte  o te quedas en tu zona de confort a esperar una muerte lenta.

 

En las granjas no es diferente: hay dueños de granjas que normalmente tienen miedo, y se paralizan, y hay visionarios que aprovechan las oportunidades.

 

¿Qué hacer en tiempos de crisis en granjas?

 

Estas son mis consideraciones:

 

1.- Todo el tiempo es tiempo de crisis. No debe haber descansos, cuando no es PRRS es PED, o PCV2, o PPA, o Personal, o alimento, o precio, o mercado, o el dólar, o el gobierno. No hay tregua, para el porcicultor siempre es tiempo de crisis.

 

2.- Costo de producción. El costo de producción no debe ser importante sólo  en tiempos de crisis, debe ser el objetivo principal de nuestro trabajo diario.  Por favor no confundir el costo con el gasto. No comiences a despedir personal para reducir tu gasto, ni a abaratar tu fórmula de alimento, o quitar vacunas. Esas son medidas de pánico que te perjudicaran más de lo que crees que te benefician. Siempre es mejor incrementar la eficiencia que reducir el gasto. Analiza tus números consistentemente y realiza los ajustes necesarios para mejorar la eficiencia. ¡Produce más!!

 

3.- Elimina lo que no sirve. Es tiempo de vender animales no productivos, que no convierten o que no dan por encima de la media. Sacrifica los animales que no podrás vender, al menos dejaras de gastar en ellos, echa mano de los pasivos para convertirlos en activos.

4.- Peso y edad de venta. Analiza si tu costo de alimento y tu mercado te dan para tener 130 o 90 kilos a venta. Si no realizas estas simples cuentas, estarás fuera antes de lo pensado. La finalización es la etapa que más alimento consume, pero también donde se ganan más kilos. Esa es la importancia de realizar el análisis frecuentemente. Prácticamente ahí está tu utilidad o tu perdida.

 

5.- Haz buenos negocios: Estas épocas son difíciles para todos y todos quieren vender, asi que también es buena época para hacer buenos tratos que beneficien a ambas partes y tener beneficios a más largo plazo. Es tiempo de hacer buenos negocios.

 

6.- Comparte la información con tu personal: desde el gerente hasta el encargado de limpieza deben estar enterados de la situación de la empresa. Logros y desafíos. Todos deben ser parte de la solución, o se convertirán en parte del problema.

 

7.- Actitud: Ten la Actitud de un buen líder, enfócate en las cosas que están en tus manos hacer y deja de prestar atención en lo que no está en tus manos resolver. No te preocupes, ocúpate en hacer lo que debes hacer y hazlo bien.

 

8.- Rodéate de personas positivas. La positividad es un gran imán que trae consigo más cosas positivas. Alimenta tu cuerpo, tu mente y tu espíritu con cosas positivas.

 

9.- Infórmate: La información es uno de los principales activos de las empresas. Obtén calidad de información, no cantidad.  Sobre todo del tipo de información que tenga una visión del futuro, análisis prospectivos y estadísticas veraces que te ayuden a tomar buenas decisiones. Recuerda, para tomar decisiones debes tener al menos 75 % de información y 25 % de intuición.

 

10.- Mantente en la zona de aprendizaje. Haz de ella tu zona de confort. Ten objetivos claros de corto mediano y largo plazo, y ve por ellos, no los dejes en el cuaderno. Haz que tus sueños se hagan realidad.

 

EL TIP: Se nos cayó un diente, estaremos chimuelos por un tiempo, pero tenemos más dientes para comernos el mundo entero y cuando nos salga el diente nuevo, otro diente caerá.  Asi es la vida, acostúmbrate a ello.  Saludos.