Con la realidad actual de bajo uso de antimicrobianos, cada vez es más importante y necesario optar por tratamientos individuales de estos productos frente a tratamientos grupales. El tratamiento individual requiere el uso de instrumentos (jeringa + aguja) adecuados a la categoría del animal tratado.
La elección de la jeringa dependerá de la relación entre peso del animal y dosis a aplicar ya que administrar una dosis de 1 ml/10 kg de peso vivo de un medicamento a una cerda de 250 kg de peso vivo implica, necesariamente, tener que utilizar una jeringa (no automática) que permita inyectar 25 ml de producto en un solo pinchazo. Sin embargo, administrar el mismo producto a un lechón de hasta 50 kg de peso vivo permite utilizar una jeringa automática, que se puede rellenar de forma manual o automática, y que suelen ser ajustables de 1 a 5 ml. De este modo, se pueden inyectar varios animales sin tener que "rellenar" continuamente la jeringa, lo que facilita y agiliza los tratamientos múltiples.

Obviamente, las jeringas deben estar siempre bien lavadas y desinfectadas, utilizando agujas de un tamaño adecuado para los animales a tratar.
Dadas estas diferentes opciones, el último punto, pero no por ello menos importante, es poder transportar todo este material y hacerlo de la mejor manera posible. Para ello, necesitamos un recipiente que permita llevar las jeringas, agujas, frascos de medicación, aerosoles o marcadores para identificar a los animales tratados y algún otro material como incluso un termómetro.

A veces, en las granjas, se ven recipientes improvisados e inadecuados, pero el que presentamos aquí es muy sencillo y funcional, hecho con material que se encuentra habitualmente dentro de ellas: un cubo rectangular de plástico, tubos de plástico, abrazaderas y soportes metálicos.

Se sujetan tres tubos de plástico con abrazaderas al cubo que serán los contenedores para tres jeringas diferentes que podremos utilizar para distintos tratamientos antibióticos o antiinflamatorios. La longitud del tubo se calcula en función de la longitud de la jeringa, incluida la aguja, para que cuando se coloque en su interior, la aguja no toque el fondo y, por tanto, no se dañe, aunque siempre es mejorar retirar la aguja después de cada tratamiento. Los soportes externos permiten apoyarlo en las separaciones de los corrales, a una altura cómoda para su uso.

El cubo también está dimensionado para alojar los distintos botes de marcador en spray, o desinfectante, etc.
En resumen: ¡todo lo esencial para el "tour terapéutico"!