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Signos clínicos y hallazgos de necropsia ¿podemos diagnosticar la circovirosis porcina en la granja?

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El diagnóstico definitivo no puede establecerse exclusivamente en base a los hallazgos clínicos y macroscópicos.

La presentación clínica de las enfermedades tiende a cambiar con el tiempo, ya que durante su aparición y sus primeros meses/años de ocurrencia tiende a comportarse de forma epizoótica, y posteriormente tiende a la “estabilización” relativa en un marco enzoótico. Esta situación, por supuesto, tampoco escapa a la circovirosis porcina. Por otro lado, el curso de la epidemiología de una enfermedad suele tener un efecto muy marcado sobre la forma en que se percibe clínicamente a nivel de campo. Mientras que a finales de los años 90 y hasta 2003, aproximadamente, la circovirosis porcina se caracterizaba por un muy marcado incremento del porcentaje de mortalidad y de cerdos retrasados en el crecimiento en un número relativamente elevado de granjas, esta situación ha ido atenuándose con el tiempo, de manera que a día de hoy estos porcentajes son generalmente menores y en un número más limitado de granjas. Ello no significa, no obstante, que de forma particular aún existan casos concretos de granjas con altos porcentajes de mortalidad y de animales retrasados.

Fig. 1. Cerdo clínicamente afectado con circovirosis porcina, con espina dorsal marcada y pelo largo. Lógicamente, el retraso en el crecimiento es un hallazgo característico de la circovirosis porcina, pero existen muchas otras enfermedades porcinas que cursan con esta sintomatología.

Los signos clínicos que tradicionalmente han definido la circovirosis porcina son la mortalidad y el retraso en el crecimiento (fig. 1), tal como se ha dicho, pero también son sugestivos de la enfermedad el incremento de tamaño de linfonodos subcutáneos (básicamente linfonodos inguinales superficiales), la palidez corporal (anemia), las alteraciones respiratorias (disnea), la diarrea y, ocasionalmente, la ictericia. La frecuencia de estos hallazgos debe considerarse variable. En algunas granjas, conjuntamente con una mortalidad incrementada, dominan los problemas respiratorios; mientras que otras se caracterizan sobretodo por alteraciones digestivas o simplemente por retraso en el crecimiento. En la mayoría de los casos de circovirosis porcina, ha sido una constante la falta de respuesta a los tratamientos antibióticos. Esta situación es la que sugirió, ya desde un principio, el posible efecto inmunosupresor de esta enfermedad. También es importante destacar que la aparición del proceso clínico tiende a tener un carácter “individual”; es decir, los animales que enferman suelen encontrarse distribuidos de forma irregular dentro de la nave afectada. Por tanto, es frecuente que aparezcan uno o dos animales afectados por corralina, de forma aparentemente aleatoria, y el resto de cerdos de la misma corralina se mantienen sanos sin ningún indicio de enfermedad. Por tanto, y a pesar de que la transmisión horizontal de la enfermedad ha sido demostrada (ver capítulo 3), existe también una susceptibilidad individual, probablemente de origen genético. Actualmente no se conocen los determinantes de esta aparente susceptibilidad genética, pero no se trata de un problema de raza, sino de línea genética concreta en contextos de granja determinados. Cabe recordar que la circovirosis porcina es una enfermedad multifactorial y la genética animal debe considerarse como un factor más en el “rompecabezas” de esta entidad patológica.

Fig. 2. Pulmón afectado de neumonía intersticial de un cerdo con circovirosis porcina y co-infectado con el virus del síndrome respiratorio y reproductivo porcino (PRRSV). Esta “combinación infecciosa” es relativamente frecuente a nivel de campo; macroscópicamente no es posible discriminar entre estas dos infecciones, por lo que se requieren estudios laboratoriales para confirmar el diagnóstico etiológico.
Fig. 3. Riñón de un cerdo con circovirosis porcina. La existencia de manchas blanquecinas distribuidas de forma generalizada en el riñón es un indicio relativamente potente (en una situación clínica compatible con la enfermedad) de una posible circovirosis porcina. Este riñón presenta, concomitantemente, un quiste renal (flecha).

La necropsia siempre es un elemento diagnóstico importante para la mayoría de enfermedades, y también para la circovirosis porcina. Al margen de unas lesiones concretas que a continuación repasaremos, el hallazgo patológico quizás más relevante en casos de circovirosis porcina es el hecho de que al necropsiar unos cuantos animales, generalmente, no se obtiene un “patrón patológico” específico. En otras palabras, es frecuente que exista una variabilidad importante entre los hallazgos de necropsia, y que coincidan en la misma visita animales con evidencias de un proceso respiratorio, otros con diarrea, otros que mueren de úlcera gástrica y otros sin indicios macroscópicos claros de muerte. Esta situación patológica sugiere otra vez el carácter inmunosupresor de la circovirosis porcina. En la tabla que acompaña este artículo se resumen las lesiones macroscópicas que más habitualmente deberían hacer sospechar de una posible circovirosis porcina en granja. Por otro lado, como ya se ha señalado, se pueden encontrar muchas otras lesiones dependiendo de las enfermedades concomitantes que puedan padecer los animales, y no es raro encontrar cerdos que presentan consolidación pulmonar cráneo-ventral (bronconeumonía catarral-purulenta, indicadora de una infección bacteriana pulmonar), úlcera gástrica de la pars esofágica, mono o poliserositis (infecciones bacterianas sistémicas), colitis catarral o fibrino-necrotizante, etc. Al fin y al cabo, la expresión clínica de una granja que sufre circovirosis porcina acabará siendo aquella que aúne el conjunto de las distintas enfermedades presentes, con un dominio mayoritario de animales con retraso en el crecimiento y elevada mortalidad.

Por tanto, no debería sorprender en base a lo señalado anteriormente, que el diagnóstico definitivo de la circovirosis porcina no pueda establecerse exclusivamente en base a los hallazgos clínicos y macroscópicos. Lo que la sintomatología clínica y la necropsia aportan son indicios, más o menos consistentes, de que podría tratarse de una circovirosis porcina. Lógicamente, cuanto más evidente sea el cuadro clínico y exista una mayor cantidad de animales con lesiones asociables de forma directa a la enfermedad (ver tabla), más probable es que se trate de una circovirosis porcina. No obstante, y vaya por delante (dado que este será el tema del próximo artículo), el diagnóstico definitivo de la enfermedad, al menos a día de hoy, necesita al menos del estudio histopatológico de los órganos linfoides de los animales afectados.

Resumen de las lesiones macroscópicas que más habitualmente se asocian a la circovirosis porcina.

Hallazgo macroscópico Interpretación
Espina dorsal marcada (emaciación) Efecto habitual en la infección por PCV2 en animales que desarrollan clínicamente la circovirosis porcina
Ausencia de colapso pulmonar (fig. 2) Muy probable neumonía intersticial. Efecto habitual asociado a la infección por PCV2, aunque también puede ser causado por distintos agentes víricos, entre otros el virus del síndrome respiratorio y reproductivo porcino (PRRSV), o incluso ser el efecto sumatorio de distintos agentes víricos
Linfadenopatía regional o generalizada Efecto característico de la infección por PCV2 en animales que desarrollan clínicamente la circovirosis porcina; se debe a un cambio en las subpoblaciones de órganos linfoides, siendo la inflamación granulomatosa la responsable del incremento de tamaño final de los nódulos linfáticos
Atrofia serosa de la grasa Gelatinización de la grasa debido a la movilización de las grasas de reserva en un animal que va perdiendo peso y muestra emaciación. Es un efecto habitual de animales con circovirosis porcina que no mueren en fase aguda-subaguda y tienden a cronificarse. Tampoco es exclusivo de la misma.
Riñones con focos blanquecinos multifocales (fig. 3) Muy probablemente nefritis intersticial. Es una lesión habitual que se asocia a la infección por PCV2, pero que puede deberse a otras causas, muchas de ellas mal determinadas
Atrofia hepática / hepatomegalia Efecto ocasional o muy ocasional en la infección por PCV2 en animales que desarrollan circovirosis porcina y que muestran ictericia. Sistemáticamente corresponde a una inflamación (hepatitis) grave del hígado

Comentarios del artículo

Este espacio no está orientado a ser una zona de consultas a los autores de los artículos sino que pretende ser un lugar de discusión abierto a todos los usuarios de 3tres3
26-oct-2011carlos e correa ecarlos e correa ebuenos dias y un cordial saludo.
me parecen excelentes las orientaciones de los hayasgos clíicos y las lesiones de necropsia que nos orientan mucho de la presencia de circovirus pcv2 en la granja. en colombia y creo en el mundo la variabilidad del virus y sus asociaciones bacteriales,crean retos de manejo terapeutico por las conductas clínicas que presentan los animales y en nuestro pais no se ha autorizado el ingreso de vcunas para cerdos adultos, lo cual genera un gran problema en la prevención y control de la enfermedad en los animales de pie de cria.
10-ene-2012hector alfonso reyes v.hector alfonso reyes v.por favor despues de confirmada la enfermedad, pasos a seguir? para su erradicacion o su inpacto en la granja no sea tan desastrosa...
10-mar-2012 Pablo GonzálezUna vez que se ha diagnosticado la enfermedad, mediante histopatología lo que debes hacer es un seroperfil. Yo además recomiendo que se haga en el seroperfil PRRS, y PCR para ver que no hay viremia en lechones a los que se va a aplicar la vacunación. Si hay una coinfección con PRRS primero habrá que estabilizar PRRS si no los resultados pueden ser desastrosos.
Si la seroconversión es temprana habría que vacunar cerdas y si la seroconversión es a partir de 8 semanas la vacunación al destete o unos días antes funciona muy bien.
Un saludo.
31-ene-2012josejosela vacunacion al destete o incluso unos dias antes mejor, va de lujo
18-feb-2012ramiro crespo ramiro crespo hola que tengan un buen dia , mi comentario es de que en cerdo de traspatio y siendo el unico animal se enfermo y murio a los 2 dias de la presentacion de los primeros mostro ataxia del tren posteriory alas 24 horas del tren anteriormurio al dis siguiente y a la ncropcia presento edema subcutaneo,inflamacion del higado,bazoy riñones asi como petequias en patas y orejas y sospecho de circovirus o que otrs enfermedad podra ser orientenme por favor se los agradecere.
11-mar-2012 camaleonhola buen dia micomentsrio es si se pasa la edad de vacunacion que tan conbeniente es vacunarlos y que reacciones adversas pudiera aver y cual seria el tiempo entre la primera dosis y la segunda ogala y pudieran orientarme.
03-abr-2012EMILIO CAMPOS MORALESEMILIO CAMPOS MORALESMi comentario va encaminado a lo siguiente: Porque esta enfermedad lo mismo que PRRS, solo se diagnostican en granjas semi y tecnificadas en donde se llevan a cabo producciones en serie a nivel industrial y no en granjas pequeñas de traspatio ó con geneticas no tan avanzadas como las que se usan en esas, ahora. Si observamos las cerdas de granjas de traspatio los animales no son de alto rendimiento sino són más bien rusticas y no estan sometidas al estres que en las granjas semi ó tecnificadas por la presión de la producción y la situación economica de una de estas granjas. Será que las granjas rusticas tiene mejor manejo del entorno ambiental de sus animales y se desgastan menos que puede ser un factor predisponente para los animales de linea que son muy demandantes de nutrientes, y sobretodo que son animales muy magros, podra ser el dispardor el factor nutricional sumado el estres del manejo al que se someten estos animales, cosa que no sucede en el traspatio ó enlas granjas donde no hay hacinamiento y tanta competencia por espacio comida y agua. Gracias. Dr. Emilio Campos M. de Fisiopatologia y Producción Animal.
19-sep-2016Víctor herreroVíctor herreroMuchas gracias por el comentario del Dr. Emilio Campos que acota bien el marco en función de las características de la explotacion. Enhorabuena y gracias
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¿Cómo diagnosticar la circovirosis porcina?

Actualmente existen una serie de criterios internacionalmente aceptados en relación al diagnóstico de un caso individual (cerdo) de circovirosis porcina. Un animal sufrirá esta enfermedad cuando cumpla los siguientes tres criterios:sintomatología clínica, lesiones microscópicas características en los órganos linfoides y PCV2 en las lesiones de los tejidos linfoides.

Circovirosis: Historia de una controversia

En el año 1991 el Dr. John Harding y el Dr. Edward Clark detectaron una enfermedad muy curiosa en una granja del Oeste del Canadá caracterizada por cerdos retrasados en el crecimiento y mortalidad en el área del post-destete y unas lesiones microscópicas muy específicas en el sistema linfoide. En 1996 ambos investigadores bautizaron a la enfermead como síndrome multisistémico del desmedro post-destete (PMWS).