La producción porcina moderna con las nuevas genéticas, cambios normativos, movimientos sociales y reducción del uso de antibióticos se ha profesionalizado aún más y se enfrenta a nuevos desafíos cada vez más complejos a la hora de solucionarlos.
Así pues, las patologías digestivas en porcino que antes se abordaban de forma individual frente a un solo patógeno, hoy en día conforman un complejo digestivo porcino al que debemos enfrentarnos desde varios puntos de acción. Procesos digestivos insuficientemente controlados ya en fases iniciales de destete preparan un terreno propicio para la acción combinada de patógenos digestivos en la fase de cebo: Brachyspira y Lawsonia (tabla 1). De todas ellas la más preocupante en la actualidad es la disentería porcina (Hidalgo et al, 2010).

Tabla 1. Agentes identificados en infecciones mixtas en granjas de cebo con problemas entéricos. (Digespor, 2008-2009)*.
Infecciones mixtas | Granjas (%) |
---|---|
B. hyo + L. intr | 25 (11,4%) |
B. hyo + B. pilo | 2 (0,9%) |
B. hyo + S. ent | 13 (5,9%) |
L. intr. + B. pilo | 4 (1,8%) |
L. intr. + S. ent | 11 (5%) |
B. pilo + L. int | 4 (1,8%) |
B. hyo + L. int + S. ent | 8 (3,6%) |
B. hyo + L. int + B. pilo | 3 (1,3%) |
B. hyo + L. int + B. pilo+ S. ent | 2 (0,9%) |
*Digespor, grupo de investigación de enfermedades digestivas del INDEGSAL (Instituto de Desarrollo Ganadero y Sanidad Animal – Universidad de León)
¿Qué Brachyspira está detrás de los problemas digestivos en cerdos?
B. hyodysenteriae es el agente etiológico clásico de la disentería porcina y sigue siendo el más frecuente en la UE, mientras que B. hampsonii, descubierto en la última década, está extendido por las granjas de América del Norte. Otra espiroqueta, B. Suanatina, que se puede aislar en aves se ha encontrado ocasionalmente en granjas con síntomas de disentería (Burrough ER, 2016), pero negativa a otras espiroquetas, lawsonia o salmonella.
Hay otras especies de Brachyspira, débilmente hemolíticas, algunas de las cuales están asociadas a la colitis (B. pilosicoli) mientras que otras pueden estar o no asociadas a patología entérica (B. intermedia/B. murdochii) o parecen no patógenas (B. innocens)(Carvajal et al, 2019).
¿Qué hace de la disentería un problema actual tan complejo de controlar?
Los factores clave radican principalmente en:
- Dosis infectantes bajas
- Periodos de eliminación prolongados
- Agentes muy resistentes en el ambiente
- Existencia de vectores biológicos y fómites
- Mayor control del uso de antimicrobianos
Todo ello da lugar a una fácil contaminación de las granjas, establecimiento de infecciones enzoóticas tras el brote inicial, medidas de control y programas de erradicación muy complicados.
Con una incidencia actual de la disentería en el mercado español de un 20%, con mayor o menor manifestación clínica, el impacto económico en las producciones es más que preocupante.
La enfermedad puede presentarse de forma hiperaguda, aguda o crónica en función de factores como el aumento de la proliferación y transmisión, así como de la colonización de Brachyspira.
La aparición de disbiosis, más o menos graves, la nutrición o manejo de la nutrición, calidad de agua, factores de stress de todo tipo (ambiental, nutricional, manejo…) van a ser determinantes en cómo se presente la enfermedad y como nos impactará económicamente, si lo hará:
- de forma subclínica que reduzca en mayor o menor medida los resultados productivos o prácticamente no los afecte,
- de forma clínica agresiva con aumento de mortalidad, elevada morbilidad que provocará un claro deterioro de los animales, largos vaciados de las explotaciones de cebo, aumento de saldos y de tratamientos antibióticos y unas pérdidas económicas que pueden llegar hasta los 15 € por animal.
A mitad del siglo XX, las medidas a tomar frente a esta enfermedad se basaban en el vacío sanitario y una limpieza y desinfección intensivas.
A finales del siglo XX, los programas de erradicación se fundamentaban en tratamientos antibióticos prolongados, limpieza y desinfección intensivas y programas de DDD.
Hoy en día, con los marcos normativos actuales de bienestar, con cerdas alojadas en grupo en vez de individualizadas (aumentando la transmisión horizontal en granja), nuevas genéticas altamente productivas con consumos y crecimientos elevados, restricción en el uso de antibióticos, mayor presión de infección de procesos víricos y aumento de las resistencias a antibióticos junto con la presentación de procesos digestivos mixtos, el control de la enfermedad y de su transmisión son más que complicados.
El mercado debe buscar un nuevo enfoque para afrontar el control de la enfermedad y poder obtener unos óptimos resultados productivos a la vez que económicos y sostenibles.

Debemos pues abordarlo desde un punto de vista amplio tanto en el tiempo, las patologías digestivas en cebo se inician ya en edades tempranas, como en la diversidad de agentes que intervienen en ellas, aunque finalmente sea una de ellas la que predomine.
Conclusión
Un correcto análisis e identificación de puntos críticos a lo largo del proceso productivo donde se aborden patógenos digestivos desde maternidad hasta el cebo, programas de limpieza y desinfección, manejos tanto sanitarios como de control ambiental y de la nutrición, nos servirá para diseñar un programa de control que cumpla con nuestras expectativas.
Programas vacunales adaptados a los resultados obtenidos, un correcto ajuste de programas nutricionales, la utilización de herramientas nutricionales autorizadas por las autoridades sanitarias y científicamente estudiadas, programas de limpieza y desinfección validados frecuentemente tanto en varios puntos de las granjas como en el transporte, como un estricto control de roedores y otros vectores nos permitirán reducir al máximo los tratamientos antibióticos a lo estrictamente necesario y conseguir la máxima rentabilidad de nuestra explotación permitiéndonos competir satisfactoriamente en un mercado altamente exigente (Gómez García M, 2022).