Existen varias alternativas a estudiar, como la anestesia con una baja concentración de CO2, que se ve como una solución a corto plazo, la aplicación de analgésicos de larga duración o la castración con anestesia, que se ve como una solución provisional. De todas formas el objetivo es que la castración sea totalmente superflua y para ellos se va a trabajar en una combinación de técnicas: selección genética, detección en la línea de matadero y manejo en la explotación.
En relación con las investigaciones genéticas se abren dos caminos posibles: la búsqueda del cromosoma que origina el olor sexual de la carne (causado por la androstenona y el escatol) y la selección del genoma. Las primeras investigaciones apuntan a que el gen del cromosoma siete es el causante del olor sexual. Con las ocho variantes de ADN que se han encontrado en este cromosoma puede, posiblemente, conseguirse una variación en la hormona androstenona. Otra línea de investigación es la neutralización inmunológica, donde en España existen estudios piloto desde hace tiempo. Respecto a la incidencia del manejo sobre el olor sexual, existen mediadas que ayudan a minimizar el problema como el sacrificio de animales a menor peso, utilización de piensos diferentes, mejora de la higiene.
Jueves, 24 de mayo de 2007/ MAPA-Noticias del Exterior/ España.
http://www.mapa.es

