Estos principios facilitarán un marco para evaluar los aspectos nutricionales y de inocuidad de los alimentos modificados genéticamente. Definirán además la necesidad de una evaluación sobre la inocuidad anterior a la comercialización de todos los alimentos de ese tipo, basándose en un análisis caso por caso. También establecen la necesidad de contar con autoridades que despejen las dudas en la evaluación de la inocuidad y para implementar las medidas apropiadas para la gestión de estas incertidumbres.
Se subraya además la necesidad de un mayor esfuerzo para mejorar la capacidad de las autoridades reguladoras, sobre todo en los países en vías de desarrollo, para poder llevar a cabo eficazmente la evaluación y la gestión de los alimentos modificados genéticamente.
Viernes, 8 de marzo de 2002/ FAO
http://www.fao.org/WAICENT/OIS/PRESS_NE/spanish/2002/3060-es.html

