Leptospirosis porcina: diagnóstico y control

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Las experiencias en vacunación frente a Leptospira demuestran que la inmunidad que confiere la vacuna es suficiente para impedir nuevas infecciones a nivel de piara.

Diagnóstico

Ha sido muy común el realizar un diagnóstico de Leptospira en las explotaciones por simple descarte de otras enfermedades causantes de fallo reproductivo tales como PRRS, Parvovirosis porcina o Mal Rojo, entre otras. Una vez excluida la posibilidad de que dichas enfermedades estuviesen involucradas, y con el fin de poner remedio al cuadro sintomático, se optaba por un blanqueo con un antibacteriano del grupo de las tetraciclinas y si la clínica remitía se daba por diagnosticada Leptospira sin ninguna prueba laboratorial que así lo ratificase.

Actualmente el diagnóstico de Leptospira es posible de modo directo, existiendo distintas técnicas para ello:

Aislamiento microbiológico

El asilamiento microbiológico de Leptospira es muy complicado y prácticamente inviable en laboratorios convencionales de diagnóstico. De esta manera, no es posible descartar la infección debido a resultados negativos del cultivo in vitro de muestras biológicas.

Técnicas de biología molecular (PCR a tiempo real)

Se han utilizado en muchos casos técnicas de biología molecular en tejidos, como fetos de cerdas abortadas o riñón. Es lógico pensar que un resultado positivo a dichas técnicas es definitivo en el diagnóstico de la enfermedad pero un resultado negativo no excluye la presencia de la misma.

La leptospirosis no suele producir bajas en el colectivo reproductivo, de manera que la obtención de riñones para el diagnóstico resulta difícil. Por otro lado, la detección de Leptospira en fetos conlleva el riesgo de obtener resultados falsos negativos debido a que en una misma gestación porcina pueden coexistir fetos infectados y fetos sanos y así encontrarlos en un mismo aborto.

La aplicación de estas técnicas en orina y sangre también es factible aunque no resulten ser muestras de elección por distintos motivos. Por una parte, como ya se ha explicado anteriormente, la fase de leptospiremia tiene una duración relativamente corta por lo que la posibilidad de obtener resultados falsos negativos en animales realmente infectados es elevada. Por otro lado, la obtención y procesado de muestras de orina puede entrañar algunas dificultades técnicas que compliquen el diagnóstico.

Microaglutinación en placa

Se considera la técnica serológica de elección para el diagnóstico de Leptospira ya que, a pesar de su especificidad, descarta la posibilidad de detectar falsos positivos, circunstancia bastante habitual en los ELISA actualmente disponibles para la enfermedad.

Se trata de una técnica no automatizada, lenta, costosa y que requiere una alta especialización en su realización y es por ello que tan sólo se lleva a cabo en centros especializados en el diagnóstico y estudio de esta patología. Confiere la posibilidad de distinguir entre serovares, hecho de gran importancia en el futuro tratamiento y plan de control de la enfermedad en la explotación.

De manera descriptiva se puede decir que esta técnica serológica se basa en enfrentar diferentes diluciones del suero problema a cultivos vivos de Leptospira. En la placa se identifican los serovares inoculados y, pasado un tiempo de incubación determinado, se analiza el resultado con la ayuda de un microscopio de campo oscuro. Debido a que los anticuerpos generados frente Leptospira son aglutinantes, la observación de leptospiras aglutinadas en el microscopio indica un resultado positivo a la infección.

Se trata pues de una técnica muy específica que permite discernir entre serovares. Las titulaciones obtenidas, reflejan la máxima dilución del suero problema a la que todavía puede observarse algún grado de aglutinación. Es la interpretación de estas titulaciones las que nos catalogará el proceso en agudo o crónico y nos dará una idea de la prevalencia que tiene la infección en la explotación. Todos ellos datos necesarios para implementar un programa de control global.

Tratamiento y profilaxis

Leptospira spp. es altamente sensible a desinfectantes y a antibacterianos como la estreptomicina o a principios activos de la familia de las tetraciclinas. Cuando el tratamiento se efectúa vía inyectable se obtienen buenos resultados con cualquiera de los antibióticos citados. Es la dificultad de un tratamiento individualizado lo que hace más práctico y efectivo medicar todo el colectivo de animales a través de la incorporación del antibiótico en el pienso.

Es muy importante tener en consideración las características farmacológicas de los distintos miembros de la familia de las tetraciclinas a la hora de establecer una dosificación eficaz para la bajada de presión de infección. Mientras que algunas moléculas como la oxitetraciclina y la clortetraciclina tienen absorciones intestinales del orden del 8-25%, la doxiciclina y la tetraciclina presentan una absorción del 65-70%.

Otra característica a tener en cuenta, son los parámetros farmacocinéticos de cada antibiótico. En este aspecto, la doxiciclina presenta una alta tasa de unión a proteínas plasmáticas, lo que hace que quede una menor fracción de fármaco libre y activo en circulación y su dosificación sea poco precisa. Con todo esto, se puede considerar la tetraciclina como molécula de elección, debido a su elevada absorción intestinal y su poca unión a proteínas plasmáticas, hecho que contribuye a aumentar el volumen de distribución y permite una mayor concentración del fármaco en tejido renal.

Las tetraciclinas se posicionan como el grupo antibiótico de elección en los programas de control farmacológico de la Leptospirosis
Foto 1. Las tetraciclinas se posicionan como el grupo antibiótico de elección en los programas de control farmacológico de la Leptospirosis.

Aunque Leptospira sea altamente sensible a la acción de las tetraciclinas, cabe recordar que la infección por serovares adaptados suele ser crónica debido a su permanencia en riñón. Por este motivo, en cuadros producidos por los serovares Pomona o Bratislava las recidivas son un hecho común. Las experiencias en vacunación frente a Leptospira llegan a la conclusión de que se confiere una alta inmunidad de base celular que estimula la síntesis de anticuerpos aglutinantes por parte del organismo del cerdo. De este modo, las leptospiras son excretadas de forma aglutinada perdiendo su capacidad de movimiento. Debido a que la viabilidad de Leptospira en el ambiente se ve altamente influenciada por su capacidad móvil, la presencia de anticuerpos aglutinantes circulantes, es suficiente para impedir nuevas infecciones a nivel de piara.

Álvaro Aguarón & Clara Farré. Servicio Técnico de Porcino de Laboratorios Syva, S.A.U

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