Nutrigenómica: cómo la nutrición modula la expresión génica y el rendimiento animal

17-nov-2025
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La nutrigenómica estudia cómo los nutrientes modulan los genes para mejorar salud, crecimiento y eficiencia, optimizando el potencial genético animal.

La nutrigenómica es un campo emergente que estudia cómo los nutrientes y los componentes de la dieta influyen en la actividad y expresión de los genes. En esencia, la nutrigenómica busca comprender la relación dinámica entre la alimentación y los genes, revelando cómo las variaciones genéticas individuales pueden afectar la respuesta de un animal a determinados nutrientes.

La expresión génica es el proceso mediante el cual la información contenida en un gen se utiliza para sintetizar proteínas, determinando cómo funcionan las células y cómo responden a su entorno. Este proceso está estrechamente regulado: los genes pueden sobrerregularse (aumentar la producción de proteínas) o infrarregularse (disminuirla) en respuesta a señales internas como las hormonas o a factores externos como los nutrientes. Por ejemplo, después de una comida, la insulina sobrerregula el gen GLUT4, aumentando la captación de glucosa en las células musculares y adiposas. De forma similar, el ejercicio físico sobrerregula el IGF-1, promoviendo el crecimiento y la reparación muscular.

Ciertos nutrientes ejercen efectos profundos sobre la expresión génica. Los polifenoles como el resveratrol (presente en las uvas rojas) activan genes relacionados con el envejecimiento y el metabolismo, mientras que la curcumina (procedente de la cúrcuma) modula genes implicados en la inflamación. Los ácidos grasos omega-3, presentes en el aceite de pescado y la linaza, activan receptores nucleares que regulan los genes del metabolismo lipídico, favoreciendo la salud cardiovascular.

En el ámbito de la nutrición animal, los lisofosfolípidos (LPLs) han despertado gran interés por su capacidad para inducir amplios cambios en la expresión génica, especialmente en el intestino. Diversos estudios han demostrado que los LPLs, como los presentes en LYSOFORTE®, favorecen la deposición de colágeno y aumentan la longitud de las vellosidades intestinales en pollos de engorde, lo que se traduce en una mayor superficie para la absorción de nutrientes. Estos cambios están mediados por la sobrerregulación de genes implicados en la estructura celular y el transporte de nutrientes, mejorando finalmente el crecimiento y la eficiencia alimentaria.

Las implicaciones prácticas de la nutrigenómica son notables. Comprender cómo los nutrientes interactúan con los genes permite a los nutricionistas formular dietas que no solo cubran las necesidades básicas, sino que también optimicen la expresión génica para favorecer la salud, el crecimiento y la resiliencia. Este enfoque va más allá de la nutrición tradicional y ofrece una vía hacia estrategias de alimentación más precisas y eficaces en la producción animal.

En resumen, la nutrigenómica actúa como un puente entre la dieta y la genética, aportando nuevas perspectivas sobre cómo la nutrición puede adaptarse para liberar todo el potencial genético de los animales y mejorar su rendimiento y bienestar.

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