Este nuevo método aporta varias ventajas, entre ellas el elevado pH alcanzado durante el proceso que es capaz de destruir los patógenos causantes de enfermedades del líquido sobrante. Este líquido sobrante tras el proceso de eliminación del fósforo contiene un ratio nitrógeno-fósforo mayor de 12:1 ideal para la irrigación de las cosechas mientras que el abono normal tiene un ratio 4:1. Este ratio más elevado se traduce en una menor cantidad de fósforo en los campos en los que se utilicen estas aguas residuales tratadas.
Viernes, 24 de enero de 2002/USDA/Estados Unidos
http://www.ars.usda.gov/is/pr/2003/030124.htm