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La higiene de las naves es la clave para reducir el amoníaco

El amoníaco (NH3) es reconocido como uno de los gases tóxicos más importantes presentes en las instalaciones porcinas y tiene profundos efectos sobre el rendimiento de los cerdos. El amoníaco es un subproducto de la descomposición de los residuos y epitelios de los animales y el polvo, y se genera en prácticamente todas las naves de producción.

El amoníaco (NH3) es reconocido como uno de los gases tóxicos más importantes presentes en las instalaciones porcinas y tiene profundos efectos sobre el rendimiento de los cerdos. El amoníaco es un subproducto de la descomposición de los residuos y epitelios de los animales y el polvo, y se genera en prácticamente todas las naves de producción.

El amoníaco irrita las membranas mucosas del ojo y del tracto respiratorio. Esto da lugar a lagrimeo, respiración superficial, secreción mucosa y letargo. Los efectos adversos del amoníaco aumentan con la presencia de áscaris, produciendo importantes pérdidas en el rendimiento. El amoníaco se detecta y reconoce fácilmente por su olor acre. El amoníaco reduce la capacidad de los cerdos jóvenes para eliminar las bacterias de sus pulmones y provoca una contracción exacerbada de los cornetes nasales en cerdos jóvenes. Los seres humanos detectan una cantidad de 10 ppm, y niveles de tan sólo 50 ppm pueden provocar graves reducciones en el rendimiento de los cerdos.

Para controlar los niveles de amoníaco en las instalaciones, deben seguirse varios pasos.

1. Asegúrese de que los niveles de ventilación son suficientes. Esto variará con el clima, el diseño de las naves y el tamaño de los cerdos. Normalmente recomiendo controlar los niveles de humedad para establecer los niveles de ventilación. Si la humedad se mantiene por debajo del 60%, los niveles de ventilación son adecuados.

2. La higiene es la clave del control del amoníaco. Dado que el amoníaco es higroscópico (es atraído por el agua y se fija a ella) la fuente principal es el polvo en los alojamientos, o un aumento de purín reseco en descomposición en las superficies de suelos y fosas. A menudo, el único paso necesario para mejorar drásticamente el ambiente de una nave es involucrarse en mantener un régimen de limpieza a fondo.

3. Asegúrese de que la fosa contiene líquido. Si la nave contiene una fosa para purín, asegúrese de que el contenido del foso está bastante licuado. Una costra reseca en la superficie de la fosa puede generar grandes cantidades de amoníaco.

El amoníaco puede ser el contaminante del aire que resulta más costoso en las instalaciones porcinas para obtener una producción eficiente. Con todo, el amoníaco se puede controlar muy fácilmente. A menudo es una simple cuestión de higiene.

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