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Datos, hormonas y vacaciones (1/2)

Con una programación muy estricta se consiguen concentrar todos los sucesos importantes, y los periodos en que mayor atención/trabajo se requiere, fuera del fin de semana.

En la producción porcina intensiva, hace ya mucho tiempo que se ha generalizado el uso de productos hormonales u homólogos que realizan la misma función, siempre usados en reproductoras. Los objetivos fundamentales del uso de dichos productos son la programación de sucesos de la cerda (por ejemplo, programación de celos o partos para una fecha determinada) o provocar estados fisiológicos en el caso de cerdas que no son capaces por sí mismas de producirlos (por ejemplo, inducir el celo en cerdas anoéstricas).

A continuación, se muestra un caso concreto de uso intensivo de hormonas en una granja de pequeño tamaño (325 cerdas productivas), que trabaja en bandas de 4 semanas, y por tanto con una duración de la lactación media de 21 días.

 

Sincronización de celos

El uso de las hormonas comienza ya en las nulíparas. Como se ha comentado, la granja tiene cubriciones cada cuatro semanas. La siguiente tabla muestra cómo se logra cubrir a las nulíparas agrupadas en la semana de cubrición, sin inseminar ninguna de ellas fuera de dichos periodos, y logrando siempre un número muy similar.

Tabla 1.- Cubriciones por semana, periodo 16 semanas

Cubriciones por semana, periodo 16 semanas

 

Además, esta misma tabla muestra cómo no sólo las nulíparas, sino que también el resto de cerdas de la granja (destetadas, repetidas) se cubren siempre dentro de la semana de cubrición, por lo que se consigue un mantenimiento estricto de las bandas. Es decir, los celos tanto de las cerdas repetidas como de las destetadas se programan para que tengan lugar en dichas semanas. La distribución de las repeticiones es la siguiente:

Gráfico 1.- Distribución de repeticiones por intervalo de repetición, periodo un año

Distribución de repeticiones por intervalo de repetición

Como se observa, las repeticiones se agrupan en dos intervalos, alrededor de 28 y de 56 días, coincidiendo con una o dos bandas después de la cubrición. En este caso, las repeticiones acíclicas de entre 27 y 30 días se cubren directamente, mientras que el resto de repeticiones (cíclicas 1, cíclicas 2 y tardías) no se cubren, sino que se programan mediante el uso de hormonas para tener el celo alrededor de los 56 días tras la cubrición.

En el caso de las cerdas destetadas, la siguiente tabla muestra la distribución del intervalo destete-1ª cubrición de dichas cerdas.

Tabla 2.- Distribución de intervalo destete-1ª cubrición, periodo un año

  Intervalo destete - 1ª cubrición    
  0-3 4 5 6 7 8-14 15-21 22+ Total
1ª cubriciones 24 93 436 158 0 0 0 5 716
% de cubiertas 3,4% 13,0% 60,9% 22,1% 0,0% 0,0% 0,0% 0,7% 100%
Intervalo destete-cubrición 2,8 4,0 5,0 6,0       61,6 5,4

 

Lo más destacable en este caso es que no hay cubriciones tardías, prácticamente el 100% de las cerdas se cubren antes del 7º día post-destete. En este caso, lo que se hace es “obligar” a la salida a celo de nuevo mediante el uso de hormonas; probablemente estén usando hormonas de nueva generación tanto en cerdas primerizas como en multíparas ya que tienen todas las cubriciones el mismo día.Con la aplicación de estas hormonas tras el destete, se induce la ovulación, y se sincroniza el celo de todas las cerdas.

Por lo visto hasta ahora, la granja controla y programa perfectamente las salidas en celo de todas sus cerdas, con lo que mantiene de forma estricta sus bandas de cubrición.

 

Sincronización de partos

El siguiente gráfico muestra cómo en maternidad también se programan de forma estricta las tareas, en este caso el parto. El histograma de duración de la gestación de la granja es el siguiente.

 

Gráfico 2.- Histograma de duración de la gestación, periodo un año

Histograma de duración de la gestación

 

La duración media es baja, 113.8 días, y la distribución muestra claramente cómo la granja programa todas sus cerdas (menos las que se adelantan) para parir el día 114 de gestación.

 

¿Por qué sincronizar? Primera parte

Aunque en la mayoría de las granjas se usan hormonas, es muy inusual encontrar granjas con un nivel tan intensivo de uso. Dado que la utilización de estos productos supone un coste, además de un manejo a mayores respecto a otros sistemas más “naturales”, podríamos plantearnos algunas preguntas como: ¿por qué se ha optado en esta granja por este manejo? o ¿por qué, por ejemplo, se programan los partos tan pronto?

Pues bien, la siguiente gráfica explica muy bien la razón de ser de este manejo. Dicha gráfica muestra la distribución, por día de la semana, de las principales tareas de la granja (cubrición, parto y destete).

Gráfico 3.- Distribución de las tareas por día de la semana, periodo un año

Distribución de las tareas por día de la semana

Se aprecia claramente que las principales tareas de la granja se producen entre el lunes y el miércoles, no habiendo prácticamente sucesos importantes desde el jueves hasta el domingo:

  • Las cubriciones, independientemente del día de destete, se programan para suceder siempre en lunes (de hecho, las pocas cubriciones que se aprecian en un domingo fueron también programadas así). De esta forma, las cerdas se inseminan durante los primeros días de la semana.
  • Dado que las cubriciones son los lunes, los partos se programan a 114 días para caer en miércoles. De esta forma, la granja tiene los miércoles para asistir los partos, y los primeros días de vida de los lechones, en que requieren mayor atención, van desde el miércoles hasta el viernes, fuera del fin de semana.
  • Los destetes caen la mayoría en miércoles (aunque éste es el único punto en que la granja se permite algún cambio esporádico, destetando en martes o jueves). De nuevo, al destetar en miércoles, los dos primeros días de destete de los lechones coinciden con miércoles a viernes, una vez más, fuera del fin de semana.

Con esta programación tan estricta, se consiguen concentrar todos los sucesos importantes, y los periodos en que mayor atención/trabajo se requiere, fuera del fin de semana, por lo que se logra una óptima programación de las tareas. En consecuencia, se garantiza una organización adecuada del trabajo que redundará en el bienestar de los trabajadores ya que se pueden planificar desde las semanas que se dedicarán a tareas de mantenimiento hasta las vacaciones del personal.

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