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Datos, hormonas y vacaciones (2/2)

Este artículo explica cómo el uso masivo de hormonas ayuda a sincronizar celos y partos cuando la programación de las cargas de trabajo, la sincronización y la estabilidad de los ritmos productivos son aspectos prioritarios.

¿Por qué sincronizar? Segunda parte

En el artículo anterior explicamos el manejo de una granja que usa hormonas de continuo para sincronizar partos y celos y terminamos explicando las razones por las que en esta granja se ha elegido este tipo de manejo.

La siguiente pregunta que habría que hacerse es si este manejo afecta de alguna manera a la eficiencia reproductiva de la granja.

Para analizarlo, estudiaremos el “árbol” o diagrama de productividad de la granja para los lechones destetados/cerda cubierta/año.

Los diagramas de productividad son una herramienta de análisis muy útil, ya que muestran y relacionan los principales indicadores de eficiencia, ponderando además la importancia de cada uno de ellos (cuanto más abajo en el árbol, menor influencia global).

El siguiente gráfico muestra dos periodos, de 12 y 4 meses.

Gráfico 4.- Árbol de productividad, periodos 1 año y 4 meses

Árbol de productividad

La productividad global de la granja es muy elevada, lógicamente también ayudada por una baja duración de la lactación, que ayuda a conseguir más camadas/cerda y año. Si analizamos los departamentos de maternidad y gestación, vemos lo siguiente:

  • En maternidad, el nivel de eficiencia es alto, con medias superiores a 12 lechones destetados por cerda. La granja tiene una alta prolificidad, y datos como los bajos porcentajes de nacidos muertos o de mortalidad pre-destete muestran que el actual manejo está dando buenos resultados en la fase de maternidad.
  • En gestación, hay un parámetro que destaca negativamente, que es la tasa de partos, por debajo del 80%. Al observar este dato, podríamos pensar que el bajo rendimiento en gestación es debido a un uso excesivo de hormonas para programar las cubriciones. Sin embargo, la siguiente tabla desmonta esa teoría en el caso de esta granja. Dicha tabla muestra los resultados de las cubriciones por nº de parto de la explotación.

Tabla 3.- Resultado de cubriciones por nº de parto, periodo dos años

  Parto    
  0 1 2-4 5+ Total %
1ª cubriciones 332 357 758 330 1777  
% de cubiertas 18,7% 20,1% 42,7% 18,6% 100%  
Intervalo destete-cubrición   4,8 4,7 4,8 4,7  
Repetida 23 68 26 2 119  
como % de todas las pérdidas 46,9% 61,8% 20,3% 2,1%    
   Repetición temprana 0 0 0 0 0  
   Repetición acíclica 3 9 6 0 18  
   Repetición tardía 20 59 20 2 101  
   Repeticiones cíclicas 1 0 0 0 0 0  
Tasa de repetición 6,9% 19,0% 3,4% 0,6% 6,7%  
Intervalo medio de repeticiones 62,1 59,4 59,2 56,0 59,8  
Media de DNP 119 64 64 62 74,6 36,6%
Muerte 8 5 7 3 23  
como % de todas las pérdidas 16,3% 4,5% 5,5% 3,2% 6,0%  
como % de la 1ª cubrición 2,4% 1,4% 0,9% 0,9% 1,3%  
Media de DNP 123 63 76 83 90,2 36,6%
Venta o matadero 17 37 95 89 238  
como % de todas las pérdidas 34,7% 33,6% 74,2% 94,7% 62,5%  
como % de la 1ª cubrición 5,1% 10,4% 12,5% 27,0% 13,4%  
Media de DNP 144 75 46 40 55,1 54,1%
Total fallos 49 110 128 94 381  
como % de la 1ª cubrición 14,8% 30,8% 16,9% 28,5% 21,4%  
Media DNP 130 68 51 42 63,7 100,0%
Atrasada 0 1 1 1 3  
Media de DNP   786 925 478 729,7  
Parida 283 246 629 235 1393  
Parto retrasado 0 0 0 0 0  
Tasa de partos 85,2% 68,9% 83,0% 71,2% 78,4%  
(superior a 125 días) 100,0% 100,0% 100,0% 100,0% 100,0%  
Media de N vivos 13,4 12,3 14,2 13,9 13,7  
Media de N muertos 0,4 0,4 0,7 1,1 0,6  

 

Se observa que:

  • Las cerdas de parto 0 (primerizas) y las de partos 2 a 4 tienen una tasa de partos correcta. Estas cerdas han sido tratadas con hormonas, por lo que la conclusión sería que el uso de hormonas no tiene por qué influir negativamente en el rendimiento de las cerdas. Hay que tener en cuenta que, en condiciones normales, se usan hormonas para provocar el estro sólo en cerdas problemáticas, por lo que es previsible que su rendimiento pueda ser menor, quizás de ahí su “mala fama”.
  • Las cerdas de parto 1 tienen ya muy baja tasa de partos. En este caso, la granja tiene un “Síndrome del primer parto” muy acusado, las cerdas bajan mucho su eficiencia tras la primera lactación, no sólo en fertilidad sino también en prolificidad.
  • Las cerdas viejas (a partir de parto 5) también bajan su eficiencia, en este caso no debido a repeticiones, sino al envío a matadero de estas cerdas. En este caso, la granja tiene un manejo realmente particular: cubre muchas de las cerdas viejas en lugar de eliminarlas tras el destete, pero luego decide cuántas de ellas elimina una vez que ha efectuado el diagnóstico de gestación, para cuadrar el nº de cerdas gestantes de cada banda. Este manejo supone la eliminación de alguna cerda gestante, y la acumulación de DNP, pero para la granja es prioritario el control estricto de los ritmos productivos.

En el presente artículo se ha explicado cómo es el manejo de una granja en la que la programación de las cargas de trabajo y la sincronización y estabilidad de ritmos productivos son aspectos prioritarios y se ha detallado cómo consiguen hacerlo mediante el uso masivo de hormonas reproductivas que ayudan a sincronizar celos y partos. En el otro extremo estarían aquellas granjas en las que no se usan este tipo de hormonas, con sus ventajas y sus inconvenientes. Este tipo de granjas será objeto de un artículo próximo.

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