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Uso de productos fitogénicos en nutrición porcina

El efecto inmunomodulador y, en concreto antiinflamatorio, de los productos fitogénicos añadidos a la dieta parece jugar un papel crucial en el abordaje de cuadros entéricos en porcino.

Equitativamente o no, lo cierto es que la inquietud de las autoridades europeas por el riesgo que, según ellas, supone para la salud humana el uso de determinados antibióticos en producción animal y en medicina humana se está acrecentando de forma imparable. Así, en las últimas semanas, la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria y el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades han publicado su último informe sobre resistencias bacterianas en Europa, alertando de un aumento de dichas resistencias a los antibióticos de amplio uso. De especial interés para el sector porcino es la alusión de dicho informe a un incremento de las resistencias de bacterias de gran importancia zoonótica, como Salmonella spp. o Escherichia coli, al tratamiento con colistina, antibiótico de último recurso en medicina humana contra bacterias poliresistentes. En este sentido, cabe señalar que recientemente se han detectado casos de resistencias a colistina en China, Dinamarca y Alemania. La Agencia Europea del Medicamento, en respuesta a una petición de la Comisión Europea, está realizando una revisión de su recomendación sobre el uso de colistina en veterinaria, revisión que prevé finalizar durante el primer semestre de este año.

Es en este contexto en el que el uso de productos fitogénicos –en base a partes o sustancias activas de plantas medicinales o de ciertos frutos- en piensos para ganado porcino está siendo promovido como una posible alternativa profiláctica y metafiláctica contra enfermedades entéricas y diarreicas. Asimismo, estos productos botánicos también están siendo posicionados como promotores del crecimiento en nutrición animal. Sin embargo, es importante señalar que el conocimiento de este tipo de productos, en cuanto a su modo de acción y a su aplicación en los sistemas intensivos de producción animal, todavía se encuentra en fase de desarrollo. Además, la eficacia zootécnica y terapéutica de los productos fitogénicos podrá variar ampliamente dependiendo del origen botánico de las plantas que los componen, su composición química y los diversos procesos de producción.

Actualmente el uso de productos fitogénicos en producción animal se contempla dentro del marco legislativo europeo relativo a la alimentación animal. Así, algunos compuestos se encuentran registrados como aditivos organolépticos (Reg. 1831/2003) mientras que otros se pueden utilizar como materias primas en el pienso (Reg. 68/2013 y Reg. 767/2009).

Según Hasehemi y Davoodi (2011), los principales modos de acción por los que los productos fitogénicos ejercen sus efectos positivos sobe los rendimientos productivos y la salud de los animales son sus acciones antimicrobianas y estabilizadoras de la microflora intestinal, antioxidantes, anti estrés, nutrigenómicas e inmunomoduladoras, tomando especial relevancia sus propiedades antimicrobianas e immunomoduladoras cuando son añadidos en dietas post-destete para lechones. En la tabla 1 se muestra el número de compuestos biológicamente activos identificados en distintas plantas medicinales.

 

Tabla 1. Número de compuestos biológicamente activos identificados en diversas plantas y especias (Hasehemi y Davoodi, 2011)

Nombre de la planta o especia Número de compuestos identificados, biológicamente activos
Bactericidas Antivirales
Laurel 0 5
Mostaza negra 5 4
Pimienta negra 14 -
Casia 3 3
Pimentón 8 6
Clavo - -
Cilantro 20 12
Comino 11 7
Ajo 13 5
Jengibre 17 6
Regaliz 20 8
Orégano 19 11
Semilla de amapola - -
Romero 19 10
Azafrán - -
Salvia 6 -
Sésamo - -
Tomillo 5 3
Cúrcuma 5 3
Vainilla 8 3

 

Con respecto a la actividad antimicrobiana in vivo, cabe resaltar los trabajos de Xia y col. (2014) quienes estudiaron la eficacia terapéutica de la administración oral de tres dosis (7, 10 y 15 ml/cabeza/día) de un producto fitogénico líquido conteniendo berberina, magnolol y honokiol (970μg/ml, 130μg/mly 300μg/ml, respectivamente) en lechones con diarrea por colibacilosis. Además compararon dichas dosis de fitogénico con el tratamiento con ofloxacina 4% (intramuscular, 0,1 ml/kg/día), norfloxacina 10% (oral, 1ml/día) y ofloxacina 4% + norfloxacina 10%. Como se muestra en la tabla 2, los tres grupos de lechones tratados con distintas dosis de fitogénico presentaron mayor porcentaje de animales curados tras el tratamiento que los grupos que habían recibido uno de los dos antibióticos por separado, para una misma duración de tratamiento. Sin embargo, tal como indican Windisch y col. (2008) de la Universidad de Viena, todavía es necesario seguir investigando sobre las dosis antimicrobianas eficaces de los numerosos compuestos fitogénicos disponibles en nutrición y salud porcina. Según estos autores, las concentraciones mínimas inhibitorias (MIC) de los extractos de plantas, frutos y especias, así como de sustancias activas puras, en muchas ocasiones exceden considerablemente a las dosis habitualmente añadidas al pienso.

 

Tabla 2. Efecto de distintas dosis orales de un producto fitogénico sobre lechones afectados por colibacilosis (Xia y col., 2014)

Tratamiento % de curación
Producto fitogénico 7 ml/día 75%
Producto fitogénico 10ml/día 88,9%
Producto fitogénico 15 ml/día 83,3%
Ofloxacina (4%) 68,3%
Norfloxacina (10%) 68,6%
Ofloxacina (4%) + Norfloxacina (10%) 81%

 

Por el contrario, el efecto inmunomodulador y, en concreto antiinflamatorio, de los productos fitogénicos añadidos a la dieta sí que parece jugar un papel crucial en el abordaje de cuadros entéricos en porcino. Liu y col (2014), en sus investigaciones sobre la adición de productos fitogénicos en dietas para lechones destetados, concluyeron que dicha adición reguló la expresión de hasta 490 genes asociados con la respuesta inmune a nivel de mucosa ileal. Asimismo, el efecto antiinflamatorio de los compuestos fitogénicos ha sido motivo de estudio para Gräber y col. (2014) en Halle (Alemania), quienes demostraron que lechones, sometidos a una inflamación inducida por antígenos de Escherichia coli (LPS), los cuales comieron dietas suplementadas con la planta Agrimonia procera (0,87 g/kg) mostraron una menor expresión de ciertas citoquinas proinflamatorias, como el factor de necrosis tumoral alfa (TNFα) y la IL-1β. Recientemente, dicho efecto antiinflamatorio de los productos fitogénicos sobre la expresión génica a nivel intestinal en lechones ha sido corroborado por Grilli y col. (2015), al administrar dietas con una mezcla de tomillo, vainilla y ácidos orgánicos (5 g/kg) a lechones destetados (Figura 1).

Efecto de la adición de una mezcla de tomillo, vainilla y ácidos orgánicos sobre la expresión génica de diversas citoquinas proinflamatorias en el intestino de lechones

Figura 1. Efecto de la adición de una mezcla de tomillo, vainilla y ácidos orgánicos sobre la expresión
génica de diversas citoquinas proinflamatorias en el intestino de lechones (Grilli y col., 2015)

Si bien, en el presente artículo tan sólo se han presentado algunos ejemplos del efecto positivo de la administración de productos fitogénicos en lechones, son muchos los estudios en porcino que se han realizado y se están llevando a cabo con este tipo de productos. Ante la creciente necesidad de buscar alternativas a determinados antibióticos habitualmente añadidos al pienso, será imperioso aunar esfuerzos por parte de investigadores, empresas proveedoras, productores porcinos, nutrólogos y veterinarios clínicos para avanzar en el conocimiento del uso de este tipo de productos de origen botánico en nutrición y salud porcina.

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