Abstracts - Nutrición

Una prueba de que un maíz transgénico administrado a lechones en transición mantiene los rendimientos productivos.

Los cerdos alojados en grupos más numerosos (52 vs 104) crecen peor y tardan mas tiempo en alcanzar el peso de sacrificio.

La adición de Bio-Mos® a las dietas de crecimiento y acabado mejoró el crecimiento de los cerdos respecto al control pero no alcanzó los resultados de 175 ppm deCuSO4.

La incorporación de hasta un 10% de aceite de soja en piensos de iniciación mejoró el crecimiento y redujo el consumo de alimento.

El tamaño de partícula de la harina de soja no modificó la digestibilidad de la energía pero la digestibilidad de algunos aminoácidos esenciales mejoró al reducirlo hasta 200 micrones.

El agua de bebida puede utilizarse como vehículo para administrar plasma animal a lechones recién destetados, pero no ofrece ventajas al compararlo con su inclusión en el pienso.

Transcurrida la primera semana tras el destete la pulpa de remolacha puede sustituir en casi un 20% a la cebada-trigo de dietas para lechones en transición sin afectar los rendimientos productivos.

La capacidad tampón de la dieta no afectó el pH del contenido intestinal pero modificó el ritmo de renovación de la mucosa tras el destete.

La leche de las cerdas de raza Meishan es más rica en grasa que las de razas sintéticas (11 vs 9%).

Para inactivar completamente los FAN de la soja se requiere temperaturas superiores a 125ºC y tanto mayores cuanto más alto es el contenido en materia seca de la soja cruda.

La incorporación de aceite de linaza a la dieta de acabado aumenta el contenido de ácidos grasos n-3 de la carne, siendo más aconsejable dosis altas en cortos periodos de tiempo que viceversa.

Se estiman unas necesidades de triptófano para el lechón entre los 10 y 30 kg de 19-21% las necesidades de lisina.

La ornitina y creatina no muestran ser suplementos eficaces en dietas de lechones recién destetados.

La extrusión del guisante mejora su valor nutritivo pero no le permite sustituir completamente a la soja en dietas de crecimiento y acabado.

Al incorporar cereales tratados a las dietas para lechones, los beneficios de una mayor digestibilidad pueden quedar enmascarados por una pérdida de aminoácidos que no se detecta.

En este trabajo se demuestra que la inclusión de un 5% de huevos inmunizados en polvo a lechones neonatos evitó la infección experimental por E.coli pero no por Rotavirus.

El bicarbonato de sodio reduce el contenido de grasa interna de la canal sin perjudicar el rendimiento de los cerdos.

Se sugiere que la presencia de derivados lácteos en el pienso de lechones amplifica la reacción del sistema inmune ante un estímulo inmunológico específico.

La alimentación líquida mejora la ingestión de materia seca alrededor del destete.

La suplementación de lechones recién destetados con inmunoglobulinas durante cuatro días mejora el crecimiento, al menos durante los siguientes diez días.

La reducción del tamaño de partícula bajó la excreción de nitrógeno, mientras la suplementación con fitasa redujo la excreción de nitrógeno y fósforo.

Una prueba más de que el granulado mejora el valor nutritivo de los piensos e indirectamente reduce la contaminación ambiental.

Se determinaron las condiciones de tratamiento térmico óptimas de la soja “integral”, para ser incorporada dietas de lechones.

El trabajo sugiere que la relación óptima lisina:energía para cerdos entre 30 y 60 kg se encuentra en la banda superior (0.66-0.70) de la recomendada por el NRC (1998).