Patógenos claves en el agua de producciones porcinas: un riesgo sanitario y económico

25-ago-2025
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La gestión adecuada del agua es clave para prevenir la transmisión de patógenos en producciones porcinas, protegiendo la salud animal y garantizando la productividad.

En las granjas porcinas, el agua puede ser una fuente de transmisión de diversos patógenos que afectan la salud de los cerdos y, en algunos casos, representan un riesgo para la salud humana. Estos agentes patógenos pueden comprometer no solo el bienestar de los animales, sino también la productividad y rentabilidad de las granjas. A continuación, se destacan algunos de los principales patógenos presentes en el agua y sus enfermedades asociadas.

Virus de la diarrea porcina epidémica (PEDV)

El PEDV es un virus altamente contagioso que puede contaminar el agua de las producciones porcinas. Esta enfermedad, conocida como diarrea epidémica porcina (PED), afecta principalmente a los lechones, presentando síntomas como diarrea grave, vómitos, deshidratación y tasas de mortalidad elevadas, especialmente en las primeras semanas de vida. La transmisión del virus a través del agua representa una amenaza significativa para la estabilidad sanitaria de la granja.

Virus del síndrome respiratorio y reproductivo porcino (PRRSV)

El PRRSV es otro patógeno vírico que puede estar presente en el agua contaminada con orina o saliva de cerdos infectados. Esta infección causa el síndrome reproductivo y respiratorio porcino (PRRS), que se traduce en problemas reproductivos, dificultades respiratorias, reducción del crecimiento y aumento de la mortalidad en cerdos. El PRRSV es conocido por su capacidad de propagarse rápidamente dentro de las granjas.

Brachyspira hyodysenteriae

La Brachyspira hyodysenteriae es la bacteria responsable de la disentería porcina, una enfermedad altamente contagiosa que afecta tanto a lechones como a cerdos de engorde. Esta bacteria puede contaminar el agua de las granjas porcinas y provoca diarrea con sangre, pérdida de peso y disminución en el consumo de alimento, impactando negativamente en la productividad de la granja.

Salmonella y Escherichia coli (E. coli)

Salmonella y E. coli son bacterias comunes en las producciones porcinas que pueden encontrarse en el agua. La infección por Salmonella causa diarrea, fiebre y deshidratación en los cerdos, además de representar un riesgo para la salud humana, especialmente si los productos porcinos contaminados no son adecuadamente procesados. Por su parte, la E. coli, especialmente la enterotoxigénica (ETEC) y la enteropatógena (EPEC), puede provocar colibacilosis en los lechones, afectando su salud intestinal y crecimiento.

Streptococcus suis y Leptospira spp.

El Streptococcus suis es una bacteria que puede contaminar el agua de las granjas porcinas, causando infecciones como meningitis, neumonía, artritis y septicemia, afectando la salud general de los cerdos. Además, la Leptospira spp., responsable de la leptospirosis, puede contaminar el agua y causar fiebre, problemas reproductivos y daños renales en los cerdos, e incluso la muerte.

Peste Porcina Africana (PPA)

La PPA ha demostrado ser transmitida a través de alimentos y líquidos, incluido el agua. Estudios recientes indican que la transmisión del virus de la Peste Porcina Africana a través del agua potable es más eficaz que a través de los alimentos. El virus puede sobrevivir en el agua a temperatura ambiente durante más de 50 días, lo que representa un riesgo significativo en la gestión del agua en las producciones porcinas.

La importancia de la bioseguridad y el control del agua

La gestión adecuada del agua en las granjas porcinas es esencial para minimizar el riesgo de contaminación por estos patógenos. Para prevenir la propagación de enfermedades, es crucial implementar un plan de bioseguridad que incluya:

  • Desinfección del agua y los equipos: usar productos específicos que eliminen patógenos en el agua y equipos.
  • Control de fuentes de agua: asegurar que el agua provenga de fuentes controladas y limpias.
  • Monitoreo regular: realizar chequeos periódicos de la calidad del agua y de los sistemas de distribución.
  • Capacitación del personal: asegurar que los trabajadores conozcan y sigan los protocolos de higiene y manejo del agua.

Además, las vacunas y medicamentos preventivos adecuados pueden contribuir a reducir los riesgos sanitarios y fortalecer la salud de los animales.

Conclusión

El control de la calidad del agua en las producciones porcinas es vital para garantizar una producción saludable y rentable. Implementar un enfoque integral de bioseguridad en el manejo del agua y la desinfección de instalaciones es fundamental para reducir el impacto de los patógenos y proteger tanto a los animales como a la industria en general.

                                                          

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