Una correcta ventilación para el confort de los cerdos

Autor: M.V Horacio Baldovino.

Se deben conocer bien los requerimientos ambientales necesarios para cada etapa de producción, y también saber aplicar la tecnología que sea útil dependiendo de la situación de cada país o región. Por ejemplo, de acuerdo con los costos relativos del gas y la electricidad, puede ser más conveniente para calentar, usar uno u otro según la ubicación geográfica de la granja. Climatizar implica una importante inversión en equipos y en una fuente de energía (gastos). El valor de este costo asumido debe ser sensiblemente menor al beneficio que obtenemos por aplicarlo, y muchas veces es posible medir este indicador. 

La climatización y la ventilación están estrechamente ligadas, por eso proporcionar un buen manejo de la renovación del aire del interior de las instalaciones no sólo es importante desde el punto de vista del bienestar y salud de los animales, sino que también es costoso en energía y equipamiento. Una mala gestión de la ventilación va en detrimento de la climatización perjudicando la correcta calefacción o refrigeración. La ventilación, renovación del aire, es de importancia vital para los animales en la granja, se ha visto y evidenciado accidentes donde se interrumpe la ventilación con resultados adversos en cuanto a pérdidas de animales. Pero sin llegar a ese extremo, mantener la calidad del aire dentro de los alojamientos es esencial para obtener buenos resultados. 

El manejo de la ventilación es más sensible en la temporada de bajas temperaturas ya que se debe equilibrar la renovación de aire con la calefacción, una ventilación por encima de lo necesario va a demandar más gasto de calor para contrarrestar el aire frío que entra desde el exterior. En cambio, cuando es necesario refrigerar los alojamientos, la ventilación mínima no es un problema. 

En la tabla 1 se muestran las ventajas y desventajas de dos sistemas de ventilación:

Tabla 1. Ventajas y desventajas de dos sistemas de ventilación

Un parámetro que cada vez se está usando más es el nivel de CO2 como indicativo de la calidad del aire y sirve para ajustar la ventilación, debido a la disponibilidad de sensores de este gas en el mercado a precios más accesibles. Se deben mantener niveles máximos de CO2 por debajo de las 3000 ppm2. Los sensores generalmente tienen un rango de medición entre 0 y 5000 a 9000 ppm de CO2. La producción de CO2 es en su mayoría proveniente de los efluentes alojados en la fosa y en menor medida por la respiración de los animales. La mayor producción por unidad de superficie se da en las instalaciones de engorde o wean to finish, algo menos en las recrías y es más baja en la maternidad, gestación, reposición y machos.

En las instalaciones con sistemas de flushing de agua por debajo de los pisos, en las que no se almacenan por mucho tiempo los purines, la generación de CO2 es menor. En la mayoría de las granjas aún se usa la evaluación subjetiva de la calidad del aire para regular la ventilación. 

En la climatización de invierno, el desafío de ventilar la cantidad de aire suficiente sin perjudicar la calefacción no solo se trata de cambiar el volumen adecuado, sino también cómo y por dónde entra el aire a la instalación. La ventilación puede ser por presión positiva (se insufla aire desde el exterior a la nave) o por presión negativa que es mucho más frecuente en todos los diseños de granjas. En este último sistema se cuenta con dos componentes fundamentales, los extractores y las entradas controladas de aire o inlets  ( foto 1) de diferentes formas. Y un tercer componente que es el controlador electrónico que comanda los equipos y que, de acuerdo al modelo, permite varios niveles de ventilación.  

Las instalaciones pueden tener diferentes entradas de aire de acuerdo con la ventilación de verano o invierno, las maternidades y recrías generalmente cuentan con inlets que dirigen la entrada de aire con dirección elevada que evitan que los animales reciban el flujo de aire directo hacia ellos, en cambio los engordes o gestaciones cuentan con inlets para la ventilación de invierno y con entradas directas para el verano donde se usa la corriente de aire directa sobre los animales para ayudar a disipar el calor.                          

 Los extractores (foto 2) son ventiladores colocados en los muros que dan hacia el exterior de la nave y sacan aire del interior de la misma generando una baja en la presión atmosférica y favoreciendo que el aire entre al galpón desde el exterior por las entradas controladas o inlets. Tanto los ciclos de encendido (tiempo on – tiempo off) de los extractores como la apertura de las ventanas son comandadas por los controladores que pueden ser programados para seguir diferentes curvas de ventilación de acuerdo a la categoría de los animales. En naves en dónde solo se cuenta con ventilación natural es más limitado el control del clima interior. 

Se pueden observar consecuencias directas de una insuficiente ventilación como el aumento de casos de enfermedades como poliserositis y meningitis en recría y aparición o exacerbación de canibalismo en esta etapa y en terminación. De cualquier manera, es preferible siempre mantener la calidad del aire aun si la temperatura exterior es demasiado fría y dificulta mantener una temperatura adecuada dentro de la nave.  

Finalmente, en el gráfico 1, se evidencian los parámetros productivos antes y después de instalar ventilación a base de extractores e inlets en una granja de engorde ubicada en el centro de Argentina los resultados

Bibliografía 

¹ Adaptado de Manual de Ventilación Scoda, Barcelona, 2012. Valores que se usan actualmente para diseñar climatizaciones. 

² Departamento de Construçoes Rurais da UNICAMP citado por Dr. Daniel Andaluz 2019