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¿Es momento de replantearse el uso de probióticos en lechones post-destete?

Este artículo evalúa críticamente el uso de probióticos en el destete y proporciona algunas sugerencias para mejorar los resultados al usar probióticos en lechones.

Una estrategia nutricional que ha recibido mucha atención durante los últimos años para superar las desventajas del destete precoz es el uso de probióticos. Aun así, la investigación con estos productos hasta ahora se ha caracterizado por ser inconsistente y con baja reproducibilidad de granja a granja. Este hecho es, probablemente, una de las razones principales que impiden que estos productos se generalicen en la industria porcina.

Este artículo es un resumen de una revisión reciente (Barba-Vidal et al. 2018; Review: Are we using probiotics correctly in post-weaning piglets?) que examina las limitaciones del empleo de probióticos en esta etapa, centrándose en su uso en situaciones de desafío sanitario, y analiza cómo se pueden mejorar estos resultados.

Límites del uso de probióticos contra patógenos

En términos generales, las principales limitaciones del uso de probióticos en este contexto son:

Resultados terapéuticos discretos: aunque la mayoría de las publicaciones que evalúan los efectos de probióticos contra patógenos los describen como positivos, rara vez se logran mejoras espectaculares, como la eliminación de la excreción de patógenos o importantes aumentos en los parámetros productivos.

Alta variabilidad de sus efectos: se sabe que los efectos probióticos son específicos para un tratamiento, dependiendo de la cepa, dosis y contexto en particular (Bosi y Trevisi, 2010), así como específicos para un hospedador, dependiendo de los parámetros fisiológicos relacionados con el animal (por ejemplo su genética) o medio ambiente (p. ej., estado sanitario y dieta) (Collado et al., 2007). En consecuencia, cepas probióticas que no son útiles cuando se usan en una determinada situación pueden resultar útiles en otra, o viceversa.

Riesgos potenciales en situaciones de desafío: Puede haber riesgos potenciales cuando se usan ciertos probióticos en animales con la salud intestinal dañada o bajo presión de patógenos. La literatura científica indica que hay una mayor permeabilidad intestinal en esta etapa (Lallès et al., 2004), que a su vez puede verse afectada por los tratamientos probióticos. Por ende, se puede pronosticar un riesgo elevado de sepsis en animales post-destete al usar probióticos. Además, también se ha reportado que algunos probióticos pueden tener efectos inmunosupresores en el huésped (Siepert et al., 2014). Este efecto no tiene consecuencias desfavorables en un contexto saludable. Sin embargo, en caso de necesitar de una respuesta humoral rápida, la activación inmune es menos eficiente. Por lo tanto, sería perjudicial en una situación de enfermedad.

Figura 1. Limitaciones del uso de probióticos contra patógenos.
Figura 1. Limitaciones del uso de probióticos contra patógenos.

Cómo mejorar el uso de probióticos en etapas tempranas

Mejorar el uso de probióticos en la industria porcina depende de pasar de un uso empírico a una estrategia más basada en el conocimiento. Los siguientes párrafos proporcionan algunas recomendaciones en vista de la evidencia científica publicada hasta el día de hoy.

Los probióticos son mucho más poderosos y valiosos cuando los utilizamos como promotores de salud 'preventivos' y estabilizadores de microbiota intestinal. Por lo tanto, debemos dejar de pensar en los probióticos como sustitutos directos de los antibióticos en infecciones gastrointestinales, y debemos empezar a combinarlos con otras estrategias de alimentación y/o de gestión con un enfoque más holístico.

Asimismo, las estrategias probióticas deberían estar más enfocadas. Las cepas deben seleccionarse según los objetivos que se buscan, y no cómo si los probióticos fueran beneficiosos para todo. Los efectos deben apuntar específicamente a un sitio y efecto. Dirigiéndose, por ejemplo, a los receptores tipo Toll si las aplicaciones buscan aumentar la inmunidad intestinal (Villena y Kitasawa, 2013), pero otras cepas (diferentes) podrían mejorar el rendimiento productivo con sus propiedades de hidrólisis enzimática (Kim et al., 2007).

Otro punto a tener en cuenta es la variabilidad en la respuesta a un probiótico. Se ha descrito cómo una estrategia probiótica puede tener individuos que responden y que no responden en un grupo homogéneo de animales. Hoy en día, las tecnologías emergentes '-ómicas' abren claramente una ventana para refinar nuestro enfoque y comprender mejor las interacciones entre una cepa probiótica y el ecosistema en el que se va a introducir. Esta capacidad puede ayudarnos a limitar parte de la variabilidad y nos ayuda a evaluar los posibles riesgos de usar un probiótico en un contexto de enfermedad.

Finalmente, hay varias formas de potenciar los efectos probióticos y hacerlos más duraderos. Por un lado, se pueden usar estrategias como combinar probióticos con acciones complementarias o agregar sustratos prebióticos específicos (concepto simbiótico) para mejorar selectivamente el crecimiento de la cepa introducida. Por otro lado, se debe considerar la administración temprana de probióticos en el período previo al destete y se debe dar más importancia a las cerdas, ya que muchos estudios han expuesto como la introducción de probióticos en la dieta de la cerda es una manera efectiva de modificar el ecosistema intestinal y la salud de los lechones.

Figura 2. Estrategias para mejorar el uso de probióticos en etapas tempranas.
Figura 2. Estrategias para mejorar el uso de probióticos en etapas tempranas.

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