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Resumen de la 18ª conferencia de la APSA: Nutrición ligada a reproducción

En esta tercera entrega, Antonio Palomo resume las presentaciones que trataron sobre la mejora del rendimiento reproductivo de la cerda mediante la nutrición que se presentaron en la pasada edición de la conferencia APSA 221.

Improving the performance of neonatal piglets. Dr Chantal Farmer, Agriculture and Agri-Food Canada

El incremento de la presión al crear cerdas hiperprolíficas ha generado un mayor número de nacidos muertos y una mayor tasa de mortalidad en lactación (15-20%). Los lechones actuales consumen menos leche y calostro, además de nacer con menos peso, menos reservas energéticas, metabolismo más bajo y baja protección inmunitaria, por lo que nacen también más lechones con desarrollo intrauterino deficiente causado por una menor nutrición placentaria, además de tener menor capacidad de ingesta y utilización del calostro. La ingesta de 250 gramos de calostro por lechón de 1,4 kg reduce el riesgo de mortalidad en lactación, provee suficiente inmunidad pasiva y aumenta la ganancia de peso.

Para paliar dichos problemas tenemos que afrontar una nutrición global de las cerdas, comenzando antes de la primera inseminación con aumento de la ingesta de energía y de fibra fermentable que produce una mejor calidad de ovocitos. Durante la gestación, el aumento de energía y proteína al final de la gestación tiene efectos positivos en el peso, con un aumento de 50-100 g/lechón, así como la suplementación de lípidos con resultados variables (50-170 g/lechón). El uso de óxido nitroso aumenta el flujo sanguíneo uterino, así como la suplementación de arginina (diferentes dosis en diferentes momentos). La suplementación de L-Arginina, o sus precursores, a partir del día 90 aumenta el peso y reduce los lechones IUGR. La suplementación de carnitina a diferentes dosis durante la gestación (50 a 125 mg/día), junto con la suplementación de grasas como aceite de coco (no aceite de soja) a partir del día 84, aumentan las reservas de glicógeno de los lechones. La suplementación de n-3 PUFA a 17,5 /kg mejora el desarrollo cerebral embrionario. Para incrementar la cantidad de calostro se centra en la inclusión de fuentes de fibra (mejor los residuos de pectinas o pulpa de remolacha comparativamente a la pulpa de patata – 17% fibra bruta), con trabajos contradictorios según cantidad de fibra incorporada. En el desarrollo mamario, son muchos los factores que influyen para aumentar la producción lechera considerando la fase prepuberal, el último tercio de la gestación y la lactación. Los cambios en la condición corporal provocan alteraciones en dicho desarrollo, como son la obesidad (menor desarrollo mamario y menor producción lechera) y cerdas demasiado delgadas (<15 mm grasa dorsal) donde se reduce el parénquima mamario. En el periodo de transición, el aumento del consumo energético tiene pocos efectos en las reservas de los lechones y el aumento de energía durante el proceso del parto reduce la hipoxia en los lechones al disminuir la duración del parto, siendo preciso disponer de fuentes de energía rápidamente disponibles y que las cerdas coman durante las 3 horas previas al parto y preferiblemente varias veces.

Día 110 Espesor grasa dorsal
Bajo: 12-15 mm Medio: 17-19 mm Alto: 21-26 mm
Extraparénquima (g) 1075 1360 1548
Parénquima (g) ↓ 1059 1370 1444
MS (%) 38,4 40,8 42,5
Grasa (%) 62,8 65,9 68,2
Proteína (%) 35,1 31,3 29,4
ADN (mg/g) 10,9 10,0 9,0

Farmer et al. 2015

Para incrementar la producción de calostro, la fuente energética de la dieta es importante (1,3% CLA), así como disponer de varias comidas al día (deseable 3 kg/día en la fase de transición siendo importante el contenido de lisina). La condición corporal es más importante que los niveles de alimento para la producción de calostro, corroborado también por el desarrollo mamario (la mamogénesis se reduce en cerdas gordas y delgadas). La inducción del parto con prostaglandinas no afecta a la producción de calostro si es al día 114, pero sí en caso de ser antes de este día (113 a 111). La composición del calostro se ve afectada por el estado de las uniones entre las células mamarias, sabiendo que la inyección de superdosis de oxitocina (75 UI) altera dicha permeabilidad y la composición de la primera leche 8 horas después de su aplicación aumenta los niveles de proteína (IgG, IgA e IGF-1), pero no 10-12 horas antes del comienzo de la producción lechera, encontrando como efecto negativo un aumento de la mortalidad de lechones en cerdas hiperprolíficas. Obviamente, optimizar las condiciones ambientales en las salas de partos (zonas de termoneutralidad) y la asistencia de los lechones recién nacidos, son necesarias (energía extra = 300 mg/glucosa/lechón). El manejo de las adopciones y cesiones también es crítico, debiendo homogeneizar camadas por tamaño y vigor de los lechones, teniendo en cuenta que la producción lechera solo es reversible en las primeras 24 horas y sabiendo que producirá menos leche. El desarrollo mamario en la segunda lactación se ve afectado por el de la primera, afectando tanto a la producción de calostro como de leche. Proveer leche artificial a los lechones puede mejorar el peso al destete de los lechones más pequeños (<1,25 kg), provocando mayor variabilidad en el peso individual de la camada, además de tener que valorar el coste por lechón.

Feeding sows a gestation diet during lactation improves number of pigs weaned. T.L. Muller, R.J.E. Hewitt, K.J. Plush, J.R. Pluske, D.N. D’Souza and R.J. van Barneveld

Diseñan un experimento con 140 cerdas gestantes, con media de 3 +/-1 partos, a las que suministran dietas de gestación durante la lactación tanto ad libitum como racionadas. Consideran que la interacción entre proteína y energía al principio de la lactación es importante en el comportamiento de consumo de alimento por las cerdas.

Tryptophan supplementation of sows prior to and after farrowing improves piglet survival. A.L. Munn*, A.C. Weaver and W.H.E.J. van Wettere

La mortalidad media de los lechones lactantes en Australia es del 18%. El triptófano tiene un efecto positivo en la salud de vacuno al prevenir la hipocalcemia e incrementa la melatonina en ovejas. En su estudio suplementan triptófano en 70 cerdas multíparas a dosis de 1,6 – 4,2 y 5,6 g/kg on top dressed desde 8 días antes del parto a 7 días de lactación. La supervivencia de los lechones fue mayor en dosis tanto altas como bajas, no teniendo resultados significativos en cuanto al peso de los lechones ni a su ganancia media diaria, ni en los niveles de melatonina y de calcio de las cerdas. Tampoco hubo diferencias en nacidos totales ni nacidos vivos, por lo que son necesarios más trabajos para validar el efecto del triptófano en la supervivencia de los lechones.

Negative dietary cation anion difference and calcidiol in transition diets reduce stillborn risk. A.C. Weaver, J.A. Braun, T.C. Braun, E. Block, K. Tomas and I.J. Lean

Llevan a cabo un estudio con 413 cerdas alimentándolas en el periodo de transición con una dieta con balance negativo catión/anión (sulfato magnesio más bicarbonato sódico) y 7,7 % fibra bruta, midiendo el pH urinario y observando una reducción en los nacidos muertos.

Conjugated linoleic acid fed at a low inclusion rate in the late gestation and lactation diet can improve farrowing outcomes for primiparous sows and their progeny. J.R. Craig, J. Walker, C.J. Brewster, D.J. Henman, D.J. Cadogan and F.R. Dunshea

La adición de 0,2% de ácido linoleico conjugado en dietas de transición de cerditas de primer parto, mejora tanto la duración del parto como la supervivencia de los lechones nacidos vivos.

The effect of inclusion of a specific mix of encapsulated fatty acids in gestation and lactation diets on sow and piglet performance during lactation. M.D. Scott, C. Stewart, G.M. Allan and V.E. Beattie

La inclusión, tanto en dietas de gestación como de lactación, de ácidos grasos encapsulados mejora el peso de los lechones tanto al nacimiento como al destete, reduciendo sobre todo los lechones nacidos con menos de 1 kilo.

Feeding a low inclusion of conjugated linoleic acid improves the performance of gilt progeny when only supplied 1 week before farrowing. J.R. Craig, N.C. Gardiner, C.J. Brewster, D.J. Henman, D.J. Cadogan and F.R. Dunshea

La inclusión de ácido linoleico conjugado a 0,2% en dietas de cerdas primerizas reduce la mortalidad de los lechones, especialmente en la primera semana de vida, y no tiene efecto en la segunda semana con respecto al control.

The effect of inclusion of a specific mix of encapsulated fatty acids in sow diets on the nutritional and immunoglobulin content of colostrum and the nutritional content of milk. M.D. Scott, C. Stewart, G.M. Allan and V.E. Beattie

La inclusión de ácidos grasos encapsulados en las dietas de cerdas gestantes y lactantes aumentó, en el calostro, un 24% la lactosa, un 45% la grasa, un 15% la IgG, un 2% la IgA y un 13% la IgM, mientras que en la leche aumenta un 4% la lactosa y 6% la grasa.

Supplementing 200 g/day of dextrose monohydrate during weaning-to-oestrus interval did not improve subsequent reproductive performance of sows mated in summer. F. Liu, C. Elliot, S. Smith, C.J. Brewster, D.J. Henman and R.S. Morrison

La suplementación de 200 gramos al día de dextrosa desde el destete al celo en 600 cerdas en los meses de verano no mejora el intervalo destete a celo, la fertilidad ni el tamaño de camada.

Impact of a bioactive mineral-based feed additive on oxidative stress and reproductive performance in sows. R. Song, R. Musser, K. Friesen, S. Sinn, W. Lakkanasombat and J.M. Purser

La inclusión de minerales orgánicos mejora 0,7 lechones por camada al reducir el estrés oxidativo, y las citoquinas, que tienen acción embriotóxica y un efecto positivo sobre la microbiota, originando un ambiente intestinal más estable.

Essential oils in maternal feeds improve performance, reduce salivary cortisol and increase plasma ghrelin in pigs after weaning. C. Castro, R. Palou, S.T. Anderson and E. Roura

Evalúan el uso de aceites esenciales (nerolina, tomillo y menta), incorporándolo en dietas de cerdas lactantes (300 mg/día) y dietas post destete (1,9 kg/t) para reducir el estrés del lechón y mejorar los parámetros productivos. Analizan los niveles de cortisol en saliva y grelina en plasma comprobando que se reducen ambos, al mismo tiempo que tanto la ingesta de alimento, la ganancia media diaria y el índice de conversión en las 2-3-4 semanas post destete mejoran debido a la reducción del estrés posterior al destete.

Piglet birthweight affects fostering outcomes for pre-weaning survival. J. Harper, K.L. Bunter and S. Hermesch

A medida que aumenta el tamaño de camada, se reduce el peso individual de los lechones. Realizan un estudio con 125 lechones agrupados por pesos individuales, realizando adopciones y cesiones antes y después de los 2 días de vida utilizando un modelo de regresión logarítmico para analizar tanto en momento como el peso de los lechones en su mortalidad y rendimientos zootécnicos. A medida que aumenta el movimiento de lechones, se reduce su peso, no siendo lineal en los lechones que parten con diferentes rangos de peso, pero beneficiando especialmente a los más pequeños, donde se incrementa su supervivencia en un 10,6%.

Sizing up piglets for survival: a deeper look at a novel approach. B.S. Tucker*, J.R. Craig, R.S. Morrison, R.J. Smits and R.N. Kirkwood

Son muchos los lechones que nacen con poco peso y desarrollo. Miden la longitud y contorno abdominal de los lechones al nacimiento, determinando que el 53% son proporcionados y el 12% extremadamente desproporcionados, los cuales tienen un 19,7% menor supervivencia a lo largo de su vida.

Identifying reciprocal chromosomal translocations in boars affecting litter size. F. Shams, D.N. D’Souza and T. Ezaz

Los problemas de translocaciones cromosómicas en semen dan lugar a bajos tamaños de camada (28-57%) con fertilidad normal, lo que supone un elevado coste. Establecen una metodología para identificar dichas alteraciones en sangre de verracos, en base al cariotipo y la fluorescencia in vitro, detectando cuatro tipos de translocaciones en los cromosomas 3-5-9-10-12-14 y 16 (4 tipos). La incidencia en Australia en 2020 fue de un 6,4% comparado con un 4% en España (Sánchez & Sánchez 2019) y menor en otros países. Identificaron una relación cerrada con su base genética y ancestros, siendo preciso identificarlos y eliminarlos cuanto antes en base a técnicas rutinarias y de bajo coste.

Seasonal fertility in terms of number of pigs born alive is affected by sow parity. E.H. Goode*, K.J. Plush and S. Hermesch

La fertilidad varía a lo largo de las diferentes estaciones, siendo penalizada sobre todo por el estrés térmico, tanto en el tamaño de camada de primerizas y multíparas, como en la fertilidad a parto. El impacto sobre el tamaño de la camada es ambiguo, por lo que llevan a cabo un estudio en una granja comercial de 7.500 cerdas, en 49.730 partos entre septiembre de 2017 a 2020, valorando cuatro genéticas. Sus temperaturas máximas se centran en los meses de enero a abril y de octubre a diciembre (por encima de los 30ºC), al mismo tiempo que también aumenta la duración de horas con luz. La duración media de la lactación era de 24,1 días y 116,3 la de la gestación. El número de nacidos vivos fue inferior en los meses de mayo a agosto, siendo superior en los meses de enero a abril. El tamaño de camada era inferior en las cerdas de primer y segundo parto inseminadas en los meses de más calor y paridas en los meses más fríos, coincidiendo con las tasas de fertilidad más bajas.

Considering seasonal effects on farrowing rate and litter size in sow breeding objectives. S. Hermesch

Tratan de valorar económicamente el impacto de la estacionalidad, tanto por cerda, como por camada y por cerdo, teniendo en cuenta las pérdidas de tamaño de camada y de fertilidad, siendo este último muy importante para alcanzar los objetivos reproductivos. Debe considerarse el uso de una metodología que tenga en cuenta las variaciones estacionales, tanto en tamaño de camada como de fertilidad, para valorar con precisión el impacto económico a efectos de alcanzar los objetivos anuales de producción.

Sows with a higher weaning number had a higher subsequent farrowing-rate reduction in the most stressful fertility season. A.M.G. Bunz, K.L. Bunter, R.S. Morrison, B.G. Luxford and S. Hermesch

Analizan la tasa de fertilidad sobre 36.000 inseminaciones entre 2012-17 en base a variaciones estacionales ligadas tanto a las temperaturas máximas como a los cambios en la duración de la luz (minutos/día), 35 días antes y después de cada comienzo de estación. Analizan dichos parámetros en base a los lechones destetados en el parto previo (<9, 9-10, 10-11 y >11). Las tasas de fertilidad van del 80 al 87% siendo algo superiores en los meses fríos en las cerdas con más lechones destetados. Las cerdas con más destetados son más sensibles al estrés ambiental, penalizando sus resultados cuando destetan más en los meses de verano.

Gene expression changes of fetal skeletal muscle exhibit sexual dimorphism in response to maternal heat stress at mid-gestation in pigs. W. Zhao, F. Liu, C.D. Marth, M.P. Green, H.H. Le, B.J. Leury, A.W. Bell, F.R. Dunshea and J.J. Drake

Los datos reproductivos empeoran en los meses estivales y los lechones nacidos en estos momentos tienen menor peso al destete. La productividad postnatal puede ser programada de forma prenatal en base al desarrollo muscular fetal. El número de fibras musculares (densidad) se reduce por estrés térmico en los fetos (sobre todo hembras) ya que provoca cambios en la expresión génica de los músculos (CD-31). De la misma manera, la vascularización fetal de los músculos también se reduce por estrés térmico tanto en machos como en hembras debido a la activación de la proteinquinasa, así como una desregulación de los genes asociados al desarrollo del tejido conectivo. Así, el estrés térmico durante principio y mitad de gestación altera la programación del desarrollo muscular en los fetos.

Relationship between lactational energy balance in summer and subsequent farrowing rate of sows. F. Liu, C. Braden, E.M. Ford, A.M.G. Bunz, C.J. Brewster and D.J. Henman

El balance energético negativo en cerdas lactantes, ligado a la elevada producción lechera y a los meses de verano, afecta negativamente a la tasa de fertilidad en el siguiente ciclo reproductivo en base a un estudio sobre 1179 cerdas durante cinco veranos.

Antonio Palomo Yagüe

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