Reducción del contenido de proteína cruda en dietas para cerdos: grandes beneficios conllevan grandes responsabilidades

Pierre Cozannet, Maamer Jlali, Francis Eugenio, Yves Mercier, Maiwenn Bourdoulous, Etienne Corrent. ADISSEO 2024

Reducir el contenido de proteína cruda (PC) en las dietas para cerdos puede ofrecer múltiples beneficios, pero requiere un equilibrio cuidadoso para garantizar que se satisfagan las necesidades nutricionales de los animales. El objetivo principal de esta reducción es optimizar el rendimiento animal, mejorar la sostenibilidad ambiental y disminuir los costos de alimentación sin comprometer la salud ni el crecimiento. A continuación, presentamos una visión general de los beneficios y los factores clave a considerar para implementar exitosamente una dieta con menor contenido de PC para cerdos.

Beneficios de reducir la proteína cruda en dietas para cerdos

Uno de los principales beneficios de reducir la PC en las dietas es la mejora en la eficiencia del uso del nitrógeno, lo que se traduce en una menor excreción de este elemento. Esta disminución no solo reduce las emisiones de amoníaco, sino que también disminuye el riesgo de eutrofización y acidificación ambiental por contaminación del suelo y del agua. Al mitigar el impacto ambiental de las dietas para cerdos, contribuimos significativamente a la sostenibilidad global de la producción porcina. Además, un aumento en la retención de nitrógeno optimiza el uso de los recursos destinados a la alimentación de los animales. Finalmente, una menor excreción de nitrógeno ayuda a reducir los olores desagradables característicos de las explotaciones porcinas, mejorando la calidad del aire en las granjas.

En el ámbito de la salud porcina, disminuir el contenido de proteína cruda en la dieta puede aliviar el estrés digestivo. El exceso de proteína que no se digiere ni se absorbe en el intestino delgado es fermentado por bacterias en el intestino grueso, lo que genera subproductos nocivos como amoníaco, escatol y aminas biogénicas. Estos compuestos pueden provocar trastornos digestivos, incluyendo diarrea. Al reducir los niveles de PC y equilibrar de manera óptima los aminoácidos, se promueve una mejor salud digestiva y se minimizan estos riesgos.

Desde el punto de vista económico, reducir el contenido de PC en la dieta puede traducirse en ahorros en los costos. Fuentes proteicas como la harina de soya o la harina de pescado suelen ser insumos costosos en la alimentación porcina. Al disminuir la dependencia de estos ingredientes y, en su lugar, enfocarse en equilibrar los aminoácidos esenciales mediante el uso de suplementos como los aminoácidos cristalinos, es posible reducir los costos de alimentación. Estos aminoácidos, como la lisina, metionina, treonina, triptófano y valina, suelen ser más económicos que las fuentes tradicionales de proteína y contribuyen a mejorar la eficiencia alimenticia. Además, permiten formular dietas más ajustadas a las necesidades nutricionales del animal, reduciendo de manera adicional el exceso de nitrógeno en la dieta.

En climas cálidos, la reducción del contenido de PC en la dieta puede ser una estrategia eficaz para mitigar el estrés por calor. Las dietas ricas en proteínas generan un mayor calor metabólico durante el proceso digestivo, lo que intensifica los efectos del estrés térmico en los cerdos, especialmente en épocas de altas temperaturas. Al disminuir el contenido de PC, se reduce la producción de calor metabólico, lo que contribuye a mantener a los cerdos más cómodos y a preservar su consumo de alimento incluso bajo condiciones de estrés térmico.

Puntos a considerar para una implementación exitosa

Sin embargo, es importante considerar varios puntos clave para implementar con éxito dietas porcinas con un contenido reducido de PC.

Aspectos relacionados con los animales

En primer lugar, la dieta debe formularse cuidadosamente para satisfacer los requerimientos de aminoácidos del cerdo. Históricamente, se estableció un contenido mínimo de PC en las dietas porcinas tras observar que los animales requerían una cantidad mínima de PC para mantener su rendimiento. Posteriormente, se comprendió que los cerdos no tienen una necesidad específica de PC, sino de aminoácidos esenciales. Este avance llevó al desarrollo del sistema de aminoácidos digestibles estandarizados en el íleon. Esto se logra al suplementar la dieta con aminoácidos purificados, asegurando que los cerdos reciban la cantidad exacta y el equilibrio adecuado de aminoácidos esenciales, incluso cuando se reduce el contenido total de proteína. Para hacerlo de manera efectiva y práctica, es crucial adherirse al concepto de proteína ideal. Según este principio, todos los aminoácidos esenciales son co-limitantes para el rendimiento del cerdo, por lo que es fundamental suministrarlo en proporciones que coincidan exactamente con sus requerimientos nutricionales. Estos requerimientos se expresan en relación con el de lisina, lo que facilita el proceso de formulación al enfocarse en ajustar los niveles de lisina y mantener las proporciones ideales de los demás aminoácidos esenciales. Este enfoque asegura que la dieta esté diseñada para cubrir de manera óptima las necesidades de aminoácidos del cerdo, al tiempo que minimiza la excreción de nitrógeno. Se han documentado casos exitosos, como se muestra en la Tabla 1, donde dietas con niveles estándar o reducidos de PC no afectaron el rendimiento siempre que se suplementaran con aminoácidos libres para alcanzar la proteína ideal.

Además, Adisseo ofrece una herramienta llamada NESTOR, que permite a los productores obtener valores nutricionales precisos del contenido de aminoácidos en dietas porcinas, adaptadas a diferentes edades y condiciones de cría. Al adoptar una mentalidad de "ni más ni menos" en la formulación de dietas, es posible garantizar el costo más bajo de alimentación sin comprometer el rendimiento, al mismo tiempo que se reduce el impacto ambiental de la producción animal.

Otro factor crítico es ajustar las dietas en función de la etapa de crecimiento de los cerdos, ya que sus necesidades de aminoácidos varían a lo largo de su desarrollo. Por ejemplo, los lechones y las cerdas lactantes requieren mayores niveles de aminoácidos para sostener su rápido crecimiento y la producción de leche, respectivamente. En cambio, los cerdos en la fase de acabado pueden tolerar niveles más bajos de proteína cruda, siempre y cuando reciban cantidades suficientes de aminoácidos esenciales. Personalizar las dietas de acuerdo con la edad, el peso y la fase productiva es fundamental para evitar tanto deficiencias como excesos en la ingesta de proteína. Además, la salud y el estado inmunológico son consideraciones vitales al reducir la proteína cruda en las dietas. Los cerdos que enfrentan desafíos como enfermedades o estrés pueden requerir niveles más altos de aminoácidos específicos, como la treonina, que es esencial para mantener la salud intestinal. Por ello, es imprescindible monitorear de cerca el estado de salud de los animales durante la transición a dietas con niveles reducidos de PC. Ante cualquier señal de disminución del rendimiento o problemas digestivos, se deben realizar ajustes inmediatos en la dieta.

Figura 1: Relación entre el contenido total de lisina (% tal como está) y su digestibilidad.

Tabla 1: Uso de dietas bajas en proteína cruda (PC) en lechones y cerdos sin afectar el rendimiento. En los estudios con cerdos (*), las características de la canal (por ejemplo, contenido de carne magra) no mostraron diferencias significativas.

Tabla 2: Efecto de las enzimas exógenas carbohidrasa y fitasa en la digestibilidad de los aminoácidos (%).

Aspectos de la dieta

La calidad de los ingredientes utilizados en la formulación de alimentos balanceados desempeña un papel determinante para lograr una reducción efectiva de la PC en la dieta. La variabilidad en la composición de nutrientes de ingredientes como el maíz, la harina de soya y los granos de destilería secos con solubles (DDGS) exige un monitoreo constante y ajustes precisos para mantener un perfil equilibrado de aminoácidos. Es esencial disponer de herramientas que permitan predecir con exactitud el valor nutricional y la digestibilidad de las materias primas, ya que los análisis químicos tradicionales no siempre ofrecen información exacta. Por ejemplo, el contenido total de lisina en la harina de soya no está siempre correlacionado con su contenido de lisina digestible (Figura 1; encuesta PNE). En este sentido, Adisseo proporciona un servicio denominado Adict, que convierte los resultados analíticos típicos de los ingredientes en valores nutricionales prácticos y listos para usar, incluidos los aminoácidos digestibles.

La metionina suplementaria adquiere especial relevancia en el contexto de dietas bajas en PC. Actualmente, existen dos formas principales disponibles: DL-metionina y HMTBA (ácido 2-hidroxi-4-(metiltio)butanoico), también conocida como OH-metionina. Ambas son fuentes eficientes de metionina dietética para cerdos. Sin embargo, el uso de OH-metionina en lugar de DL-metionina puede reducir de manera significativa la excreción total de nitrógeno. Esto se debe a que la bioconversión de OH-metionina en L-metionina, su forma biológicamente activa, requiere un aporte de nitrógeno, que suele proceder del exceso de nitrógeno o del destinado a ser excretado. Dado que este proceso no ocurre con la DL-metionina, se puede afirmar que el uso de OH-metionina en lugar de DL-metionina permite ahorros metabólicos de nitrógeno y, en última instancia, una disminución en la cantidad de nitrógeno excretado. En el marco de dietas bajas en PC, esto implica que al incluir OH-metionina en la alimentación de los cerdos no solo se reduce el nitrógeno excretado en las heces, sino también el nitrógeno excretado en la orina.

Además de los aminoácidos purificados, es crucial gestionar adecuadamente otros componentes dietéticos, como la fibra y la energía. Las dietas con alto contenido de fibra pueden reducir la digestibilidad de las proteínas, lo que hace recomendable el uso de enzimas como la fitasa y la proteasa para optimizar la absorción de nutrientes. La suplementación con estas enzimas mejora la eficiencia digestiva de los cerdos, permitiéndoles extraer una mayor cantidad de nutrientes incluso de dietas con niveles reducidos de PC. Como resultado, la digestibilidad de todos los aminoácidos se incrementa, tal como se muestra en la Tabla 2. Asimismo, al disminuir el contenido de proteína cruda en la dieta, es importante emplear el sistema de energía neta para garantizar un equilibrio adecuado en el suministro de energía. Este sistema es más preciso que el de energía metabolizable, que suele ser menos eficaz para identificar excesos o déficits energéticos en dietas bajas en proteína. En el sistema de energía neta, se asigna un mayor valor a ingredientes densos en energía, como el maíz, en comparación con la harina de soya, asegurando así que las necesidades energéticas de los cerdos sean plenamente satisfechas.