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Estrategias para el control de PRRS en Alemania

A la vista de todo el debate sobre los aspectos éticos y económicos respecto al sacrificio de millones de cerdos durante un brote de una enfermedad notificable, debemos preguntarnos si hay que crear otro agente infeccioso controlado mediante sacrificios sanitarios antes de empezar un programa nacional de erradicación de PRRS.

Con 27,5 millones de cerdos, Alemania es el mayor productor porcino de la UE27. Las mayoría de la producción tiene lugar en los estados federales de Baja Sajonia y Renania del Norte-Westfalia, ambos localizados en el noroeste de Alemania, que albergan el 55 % del censo porcino alemán. En algunos de los condados rurales de esta zona, la densidad supera los 1.000 cerdos/100 hectáreas.

Desde principios de los 1990s los cerdos alemanes, así como la población de jabalíes, están endémicamente infectados por la cepa salvaje de PRRSV y, desde 1994, también se encuentran, con frecuencia, cepas norteamericanas de origen vacunal. La proporción de granjas infectadas se estima en un 80 %, como mínimo.

Control mediante vacunación

La vacunación frente a PRRS es el método más popular para el control de los casos clínicos causados por PRRS. Aproximadamente el 80% de las cerdas están vacunadas para prevenir problemas reproductivos. El protocolo más común incluye la vacunación de toda la granja de cerdas con un intervalo de 4 meses. En granjas no estables (según la definición de Holtkamp et al. 2011) se prefiere un intervalo de vacunaciones de 3 meses. Otros protocolos como vacunar al quinto día de lactación y al 50 de gestación, o al sexto de lactación y al 60 de gestación, no son muy comunes. La vacunación de lechones para prevenir los problemas respiratorios asociados tampoco es muy utilizada (alrededor del 20 al 30% de las explotaciones). Cuando se lleva a cabo, los lechones suelen vacunarse a las dos semanas de vida. En Alemania hay dos vacunas autorizadas basadas en cepas europeas y norteamericanas respectivamente, para cerdas y lechones (en noviembre de 2012). También hay una vacuna autorizada para cerdas basada en una cepa muerta norteamericana. La cuota de mercado de las vacunas atenuadas se estima superior al 90%.

Control mediante medidas de bioseguridad y manejo

La prevención de la transmisión del PRRSV a granjas libres y la introducción de cepas distintas de las endémicas se ha convertido en una de las principales preocupaciones para los ganaderos, sobretodo los propietarios de granjas de cerdas. En consecuencia, hay un creciente interés en adquirir cerdas de reposición, así como semen, sólo de orígenes libres de PRRSV. En enero de 2011/12, una reinfección de tres centros de inseminación libres de PRRSV y la transmisión del virus vía semen a varias granjas avivó el interés de los ganaderos hacia una evaluación crítica de la intensidad de los protocolos particulares de monitorización.

Eliminación

En Alemania se discute sobre la eliminación de PRRSV como en el resto de países europeos. La eliminación se ha conseguido en explotaciones individuales, sobretodo en núcleos y multiplicadores de algunas empresas de genética. A un nivel más bajo, algunas granjas de engorde también han conseguido eliminar PRRSV. Actualmente la eliminación de PRRSV en Alemania sólo se recomienda en granjas individuales, localizadas en regiones con poca densidad porcina y sin explotaciones positivas en un radio de al menos 1.000 m (y mejor 2.000 m). Estas recomendaciones no pueden aplicarse a la mayoría de explotaciones alemanas, por lo que en estos momentos la eliminación de PRRSV no es una opción para la mayoría de las granjas. Sin embargo, se sigue discutiendo intensamente las oportunidad de establecer planes regionales o nacionales para la eliminación de PRRSV. Teniendo en cuenta que más de la mitad de la población porcina está en una única región con una alta densidad porcina, es muy probable que la eliminación sólo sea posible con la ayuda de un programa nacional obligatorio apoyado por la UE.

Por otra parte, las consecuencias de la eliminación deben ser previamente discutidas. En caso de que se consiguiese eliminar PRRSV de los cerdos domésticos alemanes, todavía quedaría el riesgo de reintroducción a partir de jabalíes o cerdos de otros países. El virus de PRRS es muy contagioso, se excreta durante un largo periodo y la contaminación aérea supone un riesgo razonable. Por otra parte, no hay ninguna vacuna que reduzca significativamente la propagación del virus. Una conclusión basada en estos hechos es que la política de sacrificio (stamping-out), bien conocida por la lucha contra la PPC o la fiebre aftosa, es, actualmente, la única estrategia efectiva para controlar la reintroducción del PRRSV en una población a gran escala, es decir, a nivel nacional. A la vista de la controversia sobre los aspectos éticos y económicos del sacrificio de millones de cerdos durante un brote de una enfermedad notificable, antes de empezar un programa nacional de erradicación de PRRS debemos preguntarnos si hay que añadir otro agente infeccioso a los controlados mediante sacrificios sanitarios.

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