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Destetar sin óxido de zinc (2/3): estimular el consumo de alimento tras el destete

La prohibición del uso de óxido de zinc a partir de junio del 2022 obliga a revisar y mejorar muchos detalles del destete, en especial en sus primeras fases. Con Alberto García y Chetien Gielen abordamos los puntos clave de manejo para tener éxito en un destete sin el uso de óxido de zinc.

La preparación de la sala

Hay un consenso total entre los autores de cómo debe empezar el proceso. Con una sala preparada y eso significa, limpia, seca y precalentada a unos 25 ºC (imagen 1).

Figura 1. No es suficiente con lavar y desinfectar una sala. Las salas deben estar secas, y para eso durante los meses de invierno es en muchas ocasiones imprescindibles utilizar calor.
Figura 1. No es suficiente con lavar y desinfectar una sala. Las salas deben estar secas, y para eso durante los meses de invierno es en muchas ocasiones imprescindibles utilizar calor.

Gielen pone énfasis en la limpieza. Aunque existen herramientas como las recogidas de muestras ambientales para monitorizar la limpieza, lo más importante es que la sala se vea limpia a la vista, especialmente bebederos y tolvas, que en demasiadas ocasiones no se limpian bien. Se pone mucho valor en la desinfección, pero si no hay una buena limpieza, la desinfección no sirve de nada. Y lo deja claro: El mejor desinfectante es el tiempo.

García explica que la limpieza debe incluir también el sistema de conducción de agua. En todas las salas debe haber un grifo al final de línea para que corra el agua y poder hacer limpieza. Además, si en los días que la sala ha estado parada se puede haber creado un cierto estancamiento de agua en las tuberías, volvemos a abrir el final de línea antes de la entrada.

García profundiza en la sala preparada: “me gusta que los lechones encuentren ya una cierta cantidad de alimento en las tolvas. Y si se usa polvo secante que ya esté puesto antes de entrarlos”.

Estimular el consumo de alimento

Algunos lechones pasan muchas horas, o incluso días, sin comer tras el destete. Por diferentes motivos como inadaptación al consumo de alimento, por el estrés que supone el destete, etc. Este hecho que comúnmente es conocido como ayuno postdestete, acaba provocando un acortamiento de las vellosidades intestinales, que a su vez predisponen a la malabsorción y a las diarreas postdestete.

Por tanto, estimular un consumo de alimento temprano tras el destete es fundamental. Los autores nos cuentan cómo conseguirlo.

Gielen lo resume muy gráficamente, destetar es una forma verbal, y por tanto implica una “acción”. No es suficiente con separar los lechones de las madres, llevar los lechones a la nueva ubicación, y cerrar la puerta hasta el día siguiente. Por tanto, la dedicación a los lechones las primeras 48 horas postdestete es clave. Los lechones deben tener alimento en la tolva y alimento adicional en platos. Al menos 4 veces al día durante las primeras 48 horas se debe estimular, añadiendo alimento adicional en los platos. No debemos olvidarnos de estimular también el consumo de agua (imagen 2).

Figura 2. Estimular el consumo de agua al destete es tan importante como el de pienso. El gran aporte de agua en maternidad es la leche, por tanto hay que facilitar a los lechones para que encuentren y ingieran cuanto antes agua limpia.
Figura 2. Estimular el consumo de agua al destete es tan importante como el de pienso. El gran aporte de agua en maternidad es la leche, por tanto hay que facilitar a los lechones para que encuentren y ingieran cuanto antes agua limpia.

Insiste en que es fundamental que los primeros 2-3 días tengan la misma comida que en maternidad. Y hay que evitar alimentos demasiado “lujosos”, con excesos de azúcar, elevada proteína, etc.

García nos detalla su protocolo. Lo primero es recibir animales con el mismo alimento que han comido en maternidad. Las tolvas están suplementadas siempre con platos adicionales hasta el quinto y el séptimo día.

No uso papillas por las dificultades de manejo que tienen. En los platos se pone desde el primer momento agua con rehidratante. Cuando en el plato queda un pequeño resto de agua se añade una pequeña cantidad de alimento para que el lechón se haga su propia papilla y empiece a comer. Pero eso solo tiene función estimulante. Se busca que el lechón coma en la tolva.”

Facilitar el consumo de agua es otro de los puntos inexcusables. García nos cuenta que para facilitarlo prefiere trabajar con bebederos tipo tazón que no sean individuales, sino múltiples, ya que es más fácil conseguir que un lechón estimule a otro. También opta por válvulas de nivel constante.

Las opiniones no son tan coincidentes cuando hablamos de la regulación de tolvas.

Para García es muy importante que esos primeros días las tolvas estén muy cerradas, que permitan al lechón ir comiendo, pero despacio, para evitar sobrecargas digestivas. “Quiero que se vea muy poco alimento en el fondo de la tolva. Esos primeros días el lechón no tiene madurez digestiva suficiente para aceptar mucha cantidad de alimento. En cambio, acepta bien pequeñas cantidades de alimento varias veces al día, y tiene todo el día para comer.”

En cambio, Gielen opina que hay que facilitar al 100% el consumo de alimento, y por eso ofrecer alimento abundante en el fondo de la tolva lo facilita. Se explica: “no creo que un lechón coma demasiado. En todo caso comerá demasiado de un mal alimento, en una mala adaptación al alimento, etc.”

No obstante, coincide en que sí que hay que evitar las comidas desordenadas. Esos lechones que no comen nada durante dos días y después comen de golpe sí que van a tener con alta probabilidad problemas de diarreas. Por eso hay que focalizarse en ese tipo de lechones, (se reconocen porque excretan heces amarillas), separándolos, estimulándoles a comer, y de nuevo, revisando el manejo del crep feed en maternidad si existe una proporción alta de ellos.

Otro detalle importante es que el alimento en las tolvas sea fresco. Hay que llenar las tolvas para que haya alimento máximo para 2-3 días, pero no para una semana.

Los dos autores dan importancia a las horas de luz durante los primeros días para facilitar la adaptación del lechón a la nueva ubicación. García concreta: "16 horas al inicio, los primeros 3-4 días. En algunas granjas se deja una luz de servicio para que no haya oscuridad total. Buscamos dar tranquilidad, y sobre todo alargar más las horas en las que el lechón come".

No podemos acabar sin resaltar la importancia que los dos autores dan a la necesidad de que los granjeros que se ocupen de esta tarea estén formados en el manejo y los requerimientos de los primeros días tras el destete así como que dispongan del tiempo necesario para dedicar la atención a esas primeros días críticos.

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