Últimamente algunos estudios han obligado a replantear este concepto.
Un experimento proporcionó cereales crudos o extruidos a 120 lechones desde el destete (20 días) hasta los 42 días. A partir de ese momento, y hasta los 124 días, ambos grupos consumieron cereales crudos. En el primer intervalo (destete-28 días) los que consumieron cereales extrusionados tuvieron un consumo y una GMD ligeramente superior, un efecto que se revirtió desde ese momento hasta los 124 días. Al final del experimento, los lechones que sólo habían consumido cereales crudos pesaban 64,5 kg de media, mientras que los que consumieron cereales extrusionados en una primera fase, sólo alcanzaron los 60,8 kg de media.
Las altas temperaturas necesarias para la extrusión, junto con la humedad favorecen una reacción de Maillard entre los carbohidratos y las proteínas, lo que puede afectar al resto de los componentes, especialmente lisina. Se estima que la reducción de energía y proteína bruta puede alcanzar el 1-2 %.
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F Arán. 2005. International Pig Topics. 20(6):13-15