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Alimentación por fases de cerdas durante la gestación

Las necesidades nutricionales de las cerdas cambian durante la gestación y el suministro de alimentos debe atender esta demanda; de ahí la necesidad de una alimentación por fases.

El objetivo de la producción porcina moderna es maximizar la cantidad y la calidad de la carne de cerdo producida por cerda al año – o en toda su vida – a un mínimo coste. El primer paso es asegurarse de que la cerda pare un número adecuado de lechones por camada, por año o en toda su vida. Por lo tanto, la nutrición y el manejo de la cerda durante la gestación son fundamentales para conseguirlo.

Los objetivos durante la gestación son: alimentar a la cerda para asegurar un tamaño de camada de, al menos, 14 lechones de calidad, conseguir un aumento específico del peso corporal y del espesor de grasa dorsal y también alcanzar una condición corporal de 3,5 en el parto (escala 1-5).

Generalmente, la cantidad de alimento suministrado a las cerdas durante la gestación se basa en sus necesidades energéticas y el contenido energético de la dieta (30 MJ EM/día a partir de una dieta de 12,5 MJ EM/kg, requiere de 2,5 kg de alimento/día). En términos de aminoácidos, la lisina es el aminoácido más limitante y se puede calcular su contenido en la dieta si se conocen sus requerimientos y la cantidad de alimento suministrado (15 g de lisina DIE/día en 2,5 kg de alimento implica una dieta con 6 g de lisina DIE/kg). La mayoría de requerimientos de aminoácidos se basan en valores de digestibilidad ileal estandarizada (DIE) ya que reflejan mejor los aminoácidos disponibles para el animal al tener en cuenta aquellos que no están disponibles para la digestión así como las pérdidas endógenas basales en el tracto gastrointestinal.

 

Necesidades energéticas y alimentarias

Las prioridades y requerimientos nutricionales cambian durante la gestación y esto influirá en la cantidad de alimento suministrado. La Figura 1 ilustra cómo cambian las necesidades de alimentación.

 

Prioridades en la alimentación de la cerda en gestación

* Cerda con buena condición corporal (puntuación 3.0-3.5) durante la gestación
Figura 1. Prioridades en la alimentación de la cerda en gestación: 140 kg de peso a la cubrición* (modificado de Foxcroft, 2009)

 

En la fase inicial de gestación (día 1–28) el objetivo es asegurar el máximo número de embriones de calidad, así como recuperar las reservas corporales de la cerda perdidas durante la lactación y en el intervalo destete-cubrición. En cerdas que han perdido condición corporal y reservas de forma considerable, puede ser beneficioso incrementar la alimentación asignada. Esto sirve para alcanzar y mantener un correcto estado metabólico y endocrino, vital para el desarrollo y la supervivencia embrionaria y fetal. Por ejemplo, Hoving et al. (2011) demostraron que, al incrementar la alimentación asignada de 2,5 a 3,25 kg/día en cerdas con pérdida considerable de peso, aumentaba el tamaño de la camada de 13,2 a 15,2 lechones por camada. No obstante, una vez que se recuperan estas pérdidas y la condición corporal mejora, se puede volver a niveles de alimentación normales.

A mediados de la gestación (día 29–84) existe un incremento en las necesidades energéticas de 2–3 MJ/día que se pueden cubrir con un aumento de 0,15–0,20 kg/día en el alimento suministrado. La mayor parte de este aumento sirve para el mantenimiento y la ganancia de peso maternal, de esta manera se mantiene una correcta condición corporal del animal.

En la fase final de gestación (día 85–115), cuando se produce un mayor crecimiento fetal y mamario, existe un aumento significativo en las necesidades nutricionales de la cerda y, normalmente, se incrementa la cantidad de alimento en 0,5 kg/día o más, dependiendo de la condición corporal de la cerda y de las condiciones ambientales. Esto asegura también que no se produzca catabolismo durante este período, que afecta al crecimiento fetal y puede conllevar el nacimiento de lechones de bajo peso y una mayor variación en el peso de la camada.

La tabla 1 da una idea de los cambios en las necesidades nutricionales durante el inicio/medio y final de gestación para cerdas de diferentes partos, así como del peso en la cubrición y de las diferencias en ganancia de peso. Es obvio que existe un aumento en las necesidades a medida que la gestación progresa. Las variaciones de las estimaciones entre las dos fuentes se deben básicamente a las diferencias de peso a la cubrición y a la ganancia de peso.

 

Tabla 1. Requerimientos de energía y lisina de cerdas de diferente peso a la cubrición
y ganancia de peso durante la gestación (a = GfE, 2006; b = NRC, 2012)

Nº Parto. 1 2 3 4
  a b a b a b a b
Peso en la cubrición (kg) 140 140 185 165 225 185 255 205
Ganancia de peso (kg) 70 65 65 60 55 52 25 40
Gestación: día 1-84/90                
Energía (MJEM/d) 29 28 32 29 34 29 31 27
Lisina (gDIE/d) 9,7 10,6 9,4 9,2 8,2 7,8 3,7 6,3
Gestación: día 85/90-115)                
Energía (MJEM/d) 37 33 40 34 41 34 37 32
Lisina (gDIE/d) 14,5 16,7 14,6 15,1 13,4 13,1 8,9 11,1

 

Necesidades de aminoácidos

Si se conocen las necesidades de lisina de los animales, se pueden calcular los requerimientos para otros aminoácidos esenciales en base al principio de "proteína ideal". Antiguamente se asumía que dicha proporción permanece constante durante la gestación. La mayoría de las estimaciones de necesidades de aminoácidos actuales se basan en modelos y demuestran que los requerimientos no sólo cambian con la etapa de la gestación, sino también según el número de parto. Por ejemplo, en relación a la lisina, existen grandes diferencias en el balance –especialmente para treonina, triptófano y metionina+cistina (tabla 2). Esto se debe a que, al inicio y a mediados de la gestación, la principal necesidad es el mantenimiento y la ganancia proteica por parte de la madre, mientras que al final de la gestación puede ser necesario un ajuste en el balance de aminoácidos debido al crecimiento mamario y al desarrollo fetal. Además, en cerdas mayores la necesidad de una mayor proporción de aminoácidos va destinada al mantenimiento y esto, también, altera el índice de proteína ideal.

 

Tabla 2. Balance de aminoácidos esenciales en gestación: % relativo a Lisina (basado en NRC, 2012)

Nº Parto. 1   4  
Día <90 >90 <90 >90
Lisina (DIE g/día) 10.6 16.7 6.3 11.1
Lisina (%) 100 100 100 100
Metionina 28 28 27 28
Metionina+cisteína 64 65 71 70
Treonina 72 69 84 77
Triptófano 18 19 21 21
Isoleucina 58 53 59 51
Leucina 91 93 95 97
Histidina 35 32 33 30
Fenilalanina 55 55 59 57
Fenilalanina+tirosina 95 95 100 98
Valina 70 71 78 75
Arginina 53 53 51 52

 

Recientemente se han estudiado estos cambios en el balance de aminoácidos: el profesor Ron Ball y sus compañeros de la Universidad de Alberta, Canadá (tabla 3), han demostrado que, para las cerdas al final de la gestación, el primer aminoácido limitante puede ser la treonina en lugar de la lisina. Actualmente se está evaluando el patrón de otros aminoácidos. Los cambios en las necesidades de aminoácidos pueden hacer necesario el uso de diferentes dietas durante la gestación, aunque todavía se debe investigar más sobre su efecto sobre el crecimiento y el desarrollo de los lechones.

 

Tabla 3. Necesidades totales de lisina y treonina de cerdas gestantes (g/día)
(Samuel et al. 2010; Levesque et al. 2011; Moehn et al. 2012)

    Parto 1 Parto 2 Parto 3+
Lisina Día 1 – 85 15,0 13,1 8,1
Día 85 – 115 18,0 18,4 13,0
Treonina Día 1 – 85 N/A 7,0 5,0
Día 85 – 115 N/A 13,6 12,3
Treonina : lisina (%)* Día 1 – 85 - 53 62
Día 85 – 115 - 74 95


* Anteriormente se suponía el 70-80%, independientemente de la etapa de la gestación

 

Basándose en esta información, la tabla 4 muestra el cambio en el contenido de lisina y treonina de las dietas para cerdas de diferentes partos y etapas de gestación.

 

Tabla 4. Contenido de Lisina y treonina (g/kg) en las dietas durante la gestación*

    Parto 1 Parto 2 Parto 3+
Inicio Lisina 6,5 5,5 3,2
Treonina - 2,9 1,9
Final Lisina 6,7 6,6 4,5
Treonina - 4,9 4,3

* Basado en los valores proporcionados en la Tabla 3 y ingestas de alimento normales

 

Conclusiones

Las necesidades nutricionales de la cerda cambian durante la gestación y el suministro de alimento debe atender esta demanda; de ahí la necesidad de una alimentación por fases. En términos de energía, una sola dieta estratégica puede ser suficiente (12,5 MJ EM/kg), aumentando los niveles el día 85 de la gestación. Las necesidades de aminoácidos también aumentan, aunque puede ser necesario un cambio en el balance de aminoácidos entre el inicio/medio y final de la gestación, así como según el número de parto, lo que puede requerir de una dieta con diferente composición de aminoácidos.

La utilización de diferentes dietas debe ser posible mediante una estación de alimentación de cerdas computerizada. Alternativamente, se puede suministrar una dieta básica de gestación y añadir un suplemento a partir del día 84 de gestación. La pregunta sigue siendo si esta estrategia conducirá a mejoras en el comportamiento reproductivo de la cerda y en la calidad de los lechones, y si es rentable. Esta estrategia se debe probar en sistemas de producción comercial.

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