Abstracts - Genética y Reproducción

Los lechones genéticamente menos propensos a presentar signos del síndrome de inflamación y necrosis porcina también tienen menor probabilidad de sufrir lesiones cutáneas combinadas tras el destete.

Los lechones nacidos muertos en cerdas jóvenes hiperprolíficas se asociaron con varios factores, como camadas grandes, intervalo acumulado entre nacimientos prolongado y elevado índice de masa corporal.

La selección de rasgos de resiliencia basada en las desviaciones de los datos longitudinales de peso puede reducir las heridas por mordedura de cola, las cojeras y la mortalidad de los cerdos, al tiempo que mejora la uniformidad a nivel de corral.

La combinación de las características del volumen vulvar con los días desde el destete podría ser un método adecuado para detectar el inicio del celo en las cerdas.

La inactivación fotodinámica podría contribuir al concepto One Health para reducir la resistencia a los antimicrobianos en la ganadería.

El destete de una parte de la camada antes del la cubrición en lactancia de la cerda mejoró la tasa de gestación y la supervivencia embrionaria.

La descongelación a 70 °C durante 8 segundos maximiza la calidad espermática post-descongelación, sobre todos en muestras conservadas sumergidas en nitrógeno líquido.

Con las actuales dietas bajas en proteínas, se espera que el alelo T sea rentable sólo en nichos de mercado donde un nivel muy alto de infiltración grasa es fundamental.

Un régimen de alimentación por horas podría optimizar el rendimiento productivo, la condición corporal, la producción de leche y el bienestar de las cerdas, así como el crecimiento de los lechones en la producción porcina.

Los cambios en la composición microbiana intestinal alteraron significativamente la capacidad funcional de biosíntesis de hormonas esteroides en el microbioma intestinal.

Las lipoproteínas de baja densidad pueden mejorar la motilidad y la cinética del semen porcino durante la refrigeración, al tiempo que podrían modular la actividad mitocondrial de los espermatozoides.

La frecuencia de asistencia al parto en cerdas varió entre granjas y estuvo influenciada por el número de partos.

Los aumentos del tamaño de camada y de las tasas de supervivencia de los lechones debidos a políticas de genética equilibrada conducen a una reducción del número total de lechones muertos coincidiendo con un determinado volumen de producción porcina.

La administración postparto de meloxicam a las cerdas redujo los casos clínicos de enfermedad, aumentó la ganancia media diaria de los lechones y aumentó el peso canal al beneficio.

La adición de mioinositol al diluyente mejoró la calidad del semen del macho al disminuir los efectos del estrés oxidativo durante la conservación líquida.

El sexo biológico media, al menos en parte, la respuesta fisiológica al estrés por calor.

El estrés por calor altera el proteoma ovárico y múltiples vías y sistemas biológicos en primerizas prepúberes; cambios que potencialmente contribuyen a la infertilidad de la cerda.

El tratamiento con melatonina tuvo efectos positivos sobre la duración del celo y la supervivencia embrionaria, especialmente en verano.

El cambio en la resistencia eléctrica en la vagina tiene el potencial de predecir con precisión el momento de la ovulación, pero se necesita más investigación para ajustar el momento de la inseminación artificial.

La administración de progesterona por vía intramuscular no mejoró el rendimiento reproductivo de las cerdas prepúberes y peripúberes.

Los resultados revelan una mejor calidad espermática de los machos no tratados respecto a los tratados con PGF2α, lo que podría indicar que la fertilidad subyacente de los machos que necesitan tratamiento es inferior a la de los que no requieren tratamiento adicional para la recogida de semen.

El semen de los machos de mayor edad contenía una mayor abundancia de bacterias dañinas, lo que contribuye a la reducción observada de la capacidad antioxidante del semen y de la calidad general del semen en este grupo.

Los resultados sugieren que aumentar el número de tetas funcionales mejoraría tanto la supervivencia de los lechones como el rendimiento reproductivo.