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Alimentación de semi precisión en cerdos de engorde (2/2): Diferenciación por sexos

¿Cómo difieren los requerimientos nutricionales entre machos y hembras? ¿En cuánto repercute una alimentación diferenciada por sexos sobre el coste de producción?

La determinación de los requerimientos nutricionales por sexos ha sido un tema de investigación en numerosos trabajos científicos, tanto en el caso de machos castrados como enteros con el objetivo de satisfacer de forma más precisa los requerimientos. En este artículo se cuantifica la diferencia de requerimientos entre machos enteros y hembras, analizando la respuesta diferencial de la relación entre lisina digestible ileal estandarizada y energía neta (Lis DIS:EN) entre ambos sexos. Se utilizan pruebas experimentales propias y un metaanálisis.

Estimación empírica de los requerimientos

En un estudio reciente (Aymerich et al., 2020) comparamos los requerimientos de Lis DIS entre machos enteros y hembras en el período de 70 a 105 kg de PV. Los resultados confirmaron una respuesta lineal diferenciada al incremento de la Lis DIS: EN entre ambos sexos. Los machos mostraron un mayor incremento en crecimiento y mayor disminución del índice de coversión (IC) al incrementar la ratio lisina-energía. Así mismo, la modelización de los requerimientos por sexos mostró que los machos requieren un 17% o más Lis DIS que las hembras. Mientras que las hembras requerían una ratio Lis DIS:EN de 3.10-3.13 g/Mcal, los machos de 3.63-4.05 g/Mcal dependiendo del período (Figura 1).

Figura 1. Modelización del efecto de la ratio lisina-energía y el consumo medio diario en machos enteros y hembras entre 70 y 105 kg de peso vivo. GMD=ganancia media diaria, CMD=consumo medio diario. Fuente: Aymerich et al., 2020.
Figura 1. Modelización del efecto de la ratio lisina-energía y el consumo medio diario en machos enteros y hembras entre 70 y 105 kg de peso vivo. GMD=ganancia media diaria, CMD=consumo medio diario. Fuente: Aymerich et al., 2020.

Estimación de los requerimientos mediante metaanálisis

Los datos de la prueba anterior fueron combinados con otros 13 estudios para analizar el efecto del incremento de la Lis DIS en machos enteros y hembras en el período de finalización utilizando un proceso de metaanálisis (Aymerich et al., 2021). En la Figura 2 se muestran los resultados de la respuesta en eficiencia alimentaria a la ratio Lis DIS:EN y a la ingestión diaria de Lis DIS para cada sexo. Los modelos muestran como las diferencias productivas son dependientes de los niveles de aminoácidos de la dieta, demostrando que los machos enteros requieren dietas más concentradas en AA para alcanzar su potencial productivo.

Figura 2. Modelización del efecto de la ratio lisina-energía y la ingestión de lisina diaria en machos enteros (rojo) y hembras (azul) en finalización sobre la eficiencia de conversión (Aymerich et al., 2021).
Figura 2. Modelización del efecto de la ratio lisina-energía y la ingestión de lisina diaria en machos enteros (rojo) y hembras (azul) en finalización sobre la eficiencia de conversión (Aymerich et al., 2021).

La Tabla 1 muestra los resultados numéricos óptimos de los modelos anteriores para alcanzar un nivel productivo deseado con cada sexo. Es interesante recalcar que, para prácticamente para todos los niveles de productividad relativa, los machos requieren entre 0.14-0.16 puntos % más Lis DIS en el pienso, lo que supone un incremento de los requerimientos de un 15-20%.

Tabla 1. Requerimientos en % de Lis DIS en una dieta de 2500 kcal EN/kg para alcanzar distintos niveles de productividad objetivo (Aymerich et al., 2021).

% productividad máxima
95 96 97 98 99 100
GMD
Machos enteros 0,79 0,82 0,85 0,89 0,94 1,06
Hembras 0,65 0,68 0,71 0,75 0,80 0,92
Eficiencia alimenticia
Machos enteros 0,81 0,84 0,88 0,92 0,98 1,11
Hembras 0,67 0,70 0,73 0,77 0,82 0,95

Optimización económica

Además de una distinta respuesta en productividad, los modelos obtenidos en el metaanálisis se utilizaron para determinar los óptimos económicos para machos enteros y hembras según contexto de precios de AA sintéticos y harina de soja entre 70 y 100 kg de PV. Los resultados de la siguiente tabla (Tabla 2) muestran que, dependiendo del contexto de precios y del modelo productivo, será más o menos interesante alimentar a machos y hembras de forma diferenciada. Es especialmente interesante que, en el contexto de precios de harina de soja y AA bajo, alimentar diferenciadamente supone un beneficio en los machos ya que a mayor Lis DIS alcanzan 1 kg más de peso en el mismo tiempo. Sin embargo, en el caso de contexto de precios altos, el beneficio se da especialmente por la reducción de la Lis DIS en las hembras, incrementando los días de engorde, pero con más de 1€ de mayor margen por hembra.

Tabla 2. Modelización económica de los requerimientos de Lis DIS por sexo para obtener el mayor margen por cerdo con modelos a peso final o tiempo fijo.

Peso fijo2 Tiempo fijo3
Macho Hembra Macho Hembra
Contexto precios AA bajo
Lis DIS:EN, g/Mcal 3,68 3,09 3,96 3,38
Var. días engorde -0,7 0,4 - -
Var. PV kg/cerdo - - +1,0 0,0
Var. IOFFC4, €/cerdo +0,1 +0,1 +0,7 0,0
Contexto precios AA alto
Lis DIS:EN, g/Mcal 2,86 2,23 3,50 2,83
Var. días engorde +1,7 +3,3 - -
Var. PV kg/cerdo - - +0,3 -0,7
Var. IOFFC4, €/cerdo +0,23 +1,29 +0,04 +0,42

1 Asumiendo GMD máxima de las hembras de 0.820 kg y para los machos de 0.944 kg, ambos con un CMD de 2.0 kg. Dieta referencia con 2540 kcal EN/kg y 0.85% de Lis DIS. Peso inicial en las simulaciones de 70 kg.
2 Peso final de100 kg.
3 Simulación de 35 días en período de finalización.
4 IOFFC: Income over feed and facility cost, margen sobre el coste de pienso y instalaciones.

En conclusión, alimentar a los machos enteros y las hembras de forma diferenciada es una oportunidad para minimizar costes y maximizar beneficios en cerdos en período de finalización (>70 kg PV). Por otra parte, la concentración de Lis DIS de la dieta está relacionada positivamente con el contenido de proteína bruta (PB). Por lo tanto, la alimentación diferenciada por sexos también es una alternativa para reducir la excreción de nitrógeno, mediante el uso de dietas con menor contenido en PB, especialmente en hembras.

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