Estrategias integradas de manejo y nutrición para optimizar el estatus de hierro

18-ago-2025
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La anemia por deficiencia de hierro limita el crecimiento de lechones; altas dosis de fitasa mejoran la absorción y el rendimiento post-destete.

La deficiencia de hierro (Fe) en mamíferos es la deficiencia de micronutrientes más común en todo el mundo y se considera un problema grave en los sistemas de producción porcina intensiva. Los lechones son los que tienen mayor riesgo de desarrollar anemia por deficiencia de Fe debido a su rápida tasa de crecimiento, bajas reservas hepáticas de Fe al nacer y el bajo contenido de Fe en la leche de la cerda.

Los lechones recién nacidos generalmente tienen reservas bajas de Fe (estimadas en 50 mg), con la leche de las cerdas contribuyendo solamente con un estimado de 1 mg de Fe por día. El cerdo, dentro de 3-6 días después del destete, estará deficiente en Fe basado en la necesidad de Fe de 8-16 mg por día (dependiendo de la tasa de crecimiento). Habitualmente a los lechones recién destetados se les inyecta Fe intramuscular (200 mg), para evitar una deficiencia de dicho componente.

El Fe es un mineral esencial y es componente de la hemoglobina. El Fe también está involucrado en el transporte de electrones, la fosforilación oxidativa y es un componente de la ribonucleótido reductasa, que está involucrada en la síntesis de ADN en la célula. Más del 60% del Fe del cuerpo es un componente de la hemoglobina de los glóbulos rojos circulantes y una suplementación o absorción insuficiente de Fe causa anemia por deficiencia caracterizada por: un número insuficiente de glóbulos rojos, una cantidad insuficiente de hemoglobina, pérdida de apetito, letargia, aumento de la frecuencia respiratoria y mortalidad.

Incidencia de anemia en producciones comerciales

Con la anemia causando pérdidas en la producción, se debe prestar mayor atención al nivel de Fe en los lechones. Un reciente estudio en Canadá indica que, incluso con la inyección de Fe, los cerdos de hoy en día en sistemas de alta productividad pueden estar al borde de la anemia en el momento posterior al destete.

Dicha anemia está relacionada con frecuencia, con un crecimiento más rápido o con cerdos de más peso en el momento del destete, ya que estos cerdos agotan más rápidamente las reservas. El estudio canadiense examinó el nivel de Fe en más de 1000 lechones de 20 granjas comerciales. Cada producción comercial, aplicaba la práctica de manejo de inyectar Fe (200 mg) en los lechones recién destetados, pero incluso con la inyección, había un porcentaje muy alto de lechones (≈35%) con deficiencias de Fe o anémicos en el momento posterior al destete (Figura 1). Sorprendentemente, a pesar de que a los cerdos se les suministró un alimento suplementado con Fe, el nivel de deficiencia de Fe incrementó hasta el 60% a las tres semanas post-destete; viéndose además agravado, por un mayor nivel de óxido de zinc en la dieta. Además, los lechones que eran anémicos en el momento del destete, pesaban 0,830 Kg menos, a los 21 días post-destete.

 

                                  

Figura 1. Porcentaje de cerdos medido en el momento del destete, que fueron diagnosticados como anémicos, deficientes y normales, en relación al nivel de hemoglobina en la sangre; 20 granjas comerciales (> 1000 lechones). Referencia: Perri et al, 2016.

Esta investigación en producciones comerciales, indica que, incluso utilizando la inyección de Fe, los lechones son propensos a padecer anemia y a un peor crecimiento post-destete. Aunque por lo general se emplea como paliativo de la anemia, puede que la inyección de Fe, también tengan efectos potencialmente negativos asociados aun mayor estrés oxidativo en el animal. De hecho, hay estudios que indican, que la necesidad de antioxidantes biológicos aumenta, en lechones que han recibido la inyección de Fe.

El cambio en las fuentes de proteína de la dieta contribuye al problema

Un aspecto por considerar que puede tener repercusión en el nivel de Fe de los lechones, es el cambio en las dietas de iniciación durante los últimos años. Tradicionalmente, las dietas de los lechones consistían en proteínas animales muy digestibles, como plasma, o harinas de pescado, de aves y de sangre, que contienen altos niveles de Fe. Sin embargo, últimamente, el interés en reducir los costos en las dietas, añadido al mayor conocimiento de las materias primas y de las necesidades de los aminoácidos digestibles en los lechones, ha despertado un mayor interés en el uso de proteínas de origen vegetal.

El aumento en la utilización de proteínas vegetales, como la harina de soya, los concentrados de proteína de soya o los granos de destilación de maíz, sustituyendo a las proteínas animales, da como resultado dietas de iniciación más bajas en Fe. Incluso con la suplementación de Fe (de 100 a 200 ppm de sulfato de Fe), el mayor nivel de fitato asociado al mayor empleo de proteínas vegetales, resulta en una proporción fitato: Fe alto.

El fitato es un fuerte agente quelatante de iones metálicos divalentes como el Fe y, por ello, este cambio en la dieta aumentando el fitato y disminuyendo el Fe, resulta en un nivel más bajo y menor biodisponibilidad del Fe. Con los bajos niveles de Fe encontrados en las granjas comerciales, la tendencia actual de aumentar las fuentes de proteína vegetal, que llevan asociado un mayor nivel de fitato, puede ser un factor que contribuya potencialmente al incremento de la anemia, observado en las granjas hoy en día.

Dosis altas de fitasa para liberar el hierro en la dieta potencialmente ligado al fitato
 

Tiene poco tiempo que se emplean las fitasas en los alimentos de iniciación (desde el destete hasta los 21 días) para liberar el fósforo, debido a que antes se tenía un nivel más bajo de fitato, que se asociaba con las dietas formuladas con proteínas animales, además del uso de óxido de zinc a dosis elevadas. Sin embargo, a medida que se ha ido reconociendo el efecto antinutricional del fitato, se ha extendido el uso de dosis más elevadas de fitasa en las dietas de iniciación, con el objetivo de destruir > 80% del fitato, resultando en un mejor rendimiento post-destete. La suplementación de fitasa con 1500–2500 FTU/Kg de alimento (superdosis) tiene como objetivo alcanzar una destrucción completa del fitato (IP6) y de los isómeros menores (IP5 – IP2).

Incluso en pequeñas cantidades, el fitato y sus isómeros menores pueden reducir la biodisponibilidad de proteína y de iones metálicos divalentes. Esto tiene especial relevancia en el caso del Fe, como reflejan los resultados a los 21 días post-destete, mostrando que un contenido reducido de fitato en la digesta ileal de los lechones, estaba relacionado con un aumento en los niveles de hemoglobina. Además, un estudio en lechones destetados, demostró que aumentar las dosis de fitasa, incrementa de manera lineal el nivel de Fe medido como la proporción de hematocrito, indicando un aumento en la proporción de glóbulos rojos en sangre (Figura 2).

Figura 2. Efecto del hierro dietético y de la dosis de fitasa en el nivel de hierro de lechones 21 días después del destete (medido como proporción del hematocrito) (Fe P< 0,05, Fitasa P< 0,05, interacción Fe x fitasa P< 0,05. Laird et al., 2017).

Por ejemplo, los resultados del ensayo en la Figura 3 muestran el efecto de aumentar los niveles de Fe dietético de 200 a 350 ppm en el rendimiento de lechones en crecimiento 20 días después del destete, ya sea con o sin la adición de fitasa a 2000 FTU/kg. Se observa que las dosis más altas de fitasa, en el grupo con mayor Fe suplementario (350 ppm) produjo un incremento significativo del 10% en la ganancia diaria de peso (282 g/día frente a 256 g/día) junto con una mejora del 7% en el índice de conversión.

 

Figura 3. Efecto del hierro dietético y de la dosis de fitasa en la ganancia media diaria en lechones 20 días después del destete. 0 FTU/kg (ensayo 1) y a 2000 FTU/kg (ensayo 2). (Datos AB Vista).

Hay un mayor interés por mejorar el estado de hierro de los lechones, con el objetivo de reducir la anemia y mejorar el rendimiento post-destete, particularmente en sistemas de producción con cerdas hiperprolíficas. Una aplicación que puede ser beneficiosa para mejorar el nivel de hierro de los lechones recién destetados, es el uso de altas dosis de fitasa, para desbloquear el Fe de la dieta potencialmente ligado al fitato.

Dr. Gustavo Cordero
 Gerente Técnico Global de Porcinos AB Vista

                                                          

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